Un conjunto de organizaciones (ver documento) acordó marchar el 2 de abril a la Embajada inglesa en la ciudad de Buenos Aires, realizando uno de los puntos más altos del repudio popular a los colonialistas ingleses, y reflejando el anhelo de miles de hombres y mujeres de recuperar nuestras islas, como parte de la lucha por la liberación nacional y social.
Un conjunto de organizaciones (ver documento) acordó marchar el 2 de abril a la Embajada inglesa en la ciudad de Buenos Aires, realizando uno de los puntos más altos del repudio popular a los colonialistas ingleses, y reflejando el anhelo de miles de hombres y mujeres de recuperar nuestras islas, como parte de la lucha por la liberación nacional y social.
La multitudinaria marcha partió a las 15 hs. de Santa Fe y Pueyrredón, y llegó al grito de “el que no salta es un inglés”, hasta un par de cuadras antes de la Embajada, celosamente protegida por un gran dispositivo de la Policía Federal con motos, guardia de infantería, carros hidrantes, etc.
Frente al vallado, la columna, que fue encabezada por dirigentes de las organizaciones convocantes, realizó un acto, que comenzó con la vibrante entonación del himno nacional argentino. Luego se leyó el documento convocante y una carta “a las organizaciones obreras de Gran Bretaña”, que reafirma la soberanía argentina en las islas, denuncia la creciente militarización del Atlántico Sur “de parte del gobierno conservador de Gran Bretaña”, y llama a “coordinar pronunciamientos y acciones de condena a la agresión por parte del gobierno inglés sobre nuestro país”.
El PCR y la CCC aportaron una gran columna. Además de los compañeros y compañeras de Capital Federal, Gran Buenos Aires y La Plata, se sumaron numerosas y combativas delegaciones de Zárate-Campana, Mar del Plata, Tucumán, Rosario y Jujuy. Fue notoria la gran participación de la JCR y de la JCCC en todas las regionales, que aportaron combatividad y firmeza. Banderas, pancartas y flameadoras argentinas y rojas, se mezclaban con las verdes de la CEPA, que tuvo importante presencia, y con las del MIJP y de Pueblos Originarios en Lucha. Antes de comenzar la marcha, el dirigente de la CCC de Jujuy, Kike Mosquera, nos decía: “El tema Malvinas nos toca el corazón, porque creemos que la Argentina no está completa sin nuestra tierra de Malvinas. Enfrentamos el colonialismo, somos antiimperialistas, y somos una fuerza clasista y combativa. Por eso venimos a escrachar la Embajada, porque entendemos que la Embajada representa al imperialismo inglés, que ocupa territorialmente una parte de nuestro país, y que durante 200 años explotó a nuestro pueblo”.
Nuestra columna estuvo encabezada por dirigentes del PCR y la JCR, y de la misma participó el camarada Ricardo Cohen, secretario general del PCR del Uruguay, quien afirmaba a este semanario: “Para nosotros es un honor estar acá. Es una fecha de gran importancia, por supuesto, para el pueblo argentino, pero también para todos los pueblos de Latinoamérica, en especial para nuestro pueblo. En épocas muy difíciles para todos nosotros se dio una lucha antiimperialista, en la que el pueblo argentino enfrentó con mucha decisión. En ese momento se pusieron a prueba un montón de temas, como qué era la URSS, qué pasaba en el mundo. Y tenemos que estar acá porque la historia pone a la orden del día profundizar la lucha antiimperialista y un camino revolucionario”, finalizó el camarada Cohen.
Combativa respuesta a la represión
Tras la lectura de los documentos y de la adhesión del PCR de Uruguay, se quemaron banderas inglesas y muñecos representando a la “corona”, frente a las vallas. Cuando un sector de los manifestantes trató de avanzar para acercarse a la embajada, la policía federal desató una feroz represión, que fue valientemente respondida desde la columna. Protegiendo la retirada del grueso de las columnas, porteños, tucumanos, bonaerenses, rosarinos y jujeños; mujeres y hombres, jóvenes y no tanto, secundarios y jubilados, entremezclados, frenaron el ataque policial que se descargó con hidrantes, disparos de gas lacrimógeno y balas de goma.
Los jóvenes cantaban “yo sabía, yo sabía, que a los ingleses los cuida la policía de Cristina”, mientras llovían piedras, morteros y molotovs contra las fuerzas represivas que realizaron un gran despliegue en las calles aledañas. Las columnas se reagruparon y, cumplido el objetivo del acto, volvieron hacia el punto de partida de la marcha, mientras atronaba en las calles porteñas ¡Alerta, alerta, alerta que camina, el antiimperialismo por las calles argentinas!
