La huelga se decidió en el Cuerpo de Delegados y alcanzó a casi la totalidad de las fábricas que componen el sector. El miércoles 6/4 a primera hora se empezaron a escuchar los bombos y las palmas en todos los rincones del puerto. Los trabajadores y trabajadoras se fueron agrupando en la sede del Sindicato, desde donde partió la movilización de casi tres mil compañeros, que luego de recorrer las calles del puerto decidieron bloquear los tres accesos por donde salen los camiones hacia las fábricas.
La huelga se decidió en el Cuerpo de Delegados y alcanzó a casi la totalidad de las fábricas que componen el sector. El miércoles 6/4 a primera hora se empezaron a escuchar los bombos y las palmas en todos los rincones del puerto. Los trabajadores y trabajadoras se fueron agrupando en la sede del Sindicato, desde donde partió la movilización de casi tres mil compañeros, que luego de recorrer las calles del puerto decidieron bloquear los tres accesos por donde salen los camiones hacia las fábricas.
Al igual que el año pasado, el paro surgió gracias a la presión que los trabajadores ejercieron en cada fábrica; esta presión se plasmó en la decisión del cuerpo de delegados y la dirección del sindicato de iniciar un plan de lucha, que al cierre de esta edición cumplía la segunda jornada con un paro de 72 horas.
Esta paritaria se desarrolla en un contexto en donde los empresarios de la pesca, gracias a la política del gobierno kirchnerista, se han alzado con inmensas ganancias. El año pasado se registró un nuevo record en las exportaciones alcanzando casi 1.300 millones de dólares. Gracias a la “cuotificación pesquera” los empresarios marplatenses concentraron casi el 65% de los desembarcos nacionales, además tienen subsidiado el gasoil, y devoluciones del IVA.
