La jornada arrancó con una concentración en el Obelisco porteño y posterior movilización a la sede de PAMI. Una vez allí, un grupo de compañeros mayores hicieron una sentada con sus sillitas, al tiempo que varios de pie, agitaban palmas para conseguir el recibimiento de las autoridades.
La jornada arrancó con una concentración en el Obelisco porteño y posterior movilización a la sede de PAMI. Una vez allí, un grupo de compañeros mayores hicieron una sentada con sus sillitas, al tiempo que varios de pie, agitaban palmas para conseguir el recibimiento de las autoridades.
Sobre la media calzada de calle Corrientes cortada, los compañeros mantuvieron conversaciones con tres funcionarios de tercera línea de PAMI, a quienes les manifestaron en primera persona no sólo el desacuerdo con la política de ajuste que está aplicando Mauricio Macri, de la mano del director Carlos Regazzoni, sino el cambio de política con respecto a la entrega de medicamentos y otras prestaciones. Durante las conversaciones, se repartió un volante en el que los compañeros reclamaron, entre varios puntos: que se regularice el PAMI, para que los jubilados podamos opinar, decidir y dejar de estar afuera a merced de los administradores de turno. Que se investiguen todos los negociados.
Que se paren los fabulosos aumentos a la industria farmacéutica. Que se suspendan todas las medidas de ajuste contra jubilados y pensionados. Y denuncia: plata hay, necesitamos una asignación que permita cubrir nuestras necesidades mínimas.
Nos llevan a una muerte silenciosa
Al finalizar la jornada, conversamos con Mariano Sánchez, coordinador nacional del MIJP y con la compañera Nelba Salazar del MIJP.
Mariano Sánchez: “Estamos acá protestando por los recortes en el PAMI. El gobierno ha dicho que el que tiene un coche de menos de diez años, al que tiene una casa o dos, al que gana una mínima y media, no le corresponden los medicamentos.
“El tema es que ellos están haciendo un ajuste en el PAMI porque de cinco medicamentos gratuitos ahora te dan cuatro. El problema es que el PAMI ha sido siempre una caja de los distintos gobiernos, de éste y de los anteriores y no se resuelven las prestaciones como corresponde.
“Nuestro reclamo principal sigue siendo el salario, porque con 5.600 pesos los compañeros están en la indigencia. Por eso nosotros decimos que hay que terminar con las intervenciones, que tiene que estar en manos de sus reales dueños que son los jubilados y los trabajadores que aportamos en la Argentina y hoy somos convidados de piedra. Por eso hemos venido a pedir una entrevista con Regazzoni para discutir estos temas del ajuste y de la dirección del PAMI. Queremos discutir por qué nuestras urgencias siempre quedan relegadas. No sólo la atención médica es deficitaria, también lo son los medicamentos, el esparcimiento y otras cuestiones que la obra social tiene que abarcar.
El propio gobierno está diciendo que para no ser pobre hay que ganar 13.500 pesos, y para no ser indigente hay que tener 6.000 y pico de pesos. Entonces, los que estamos cobrando 5.600 de la mínima -que es el 70% de los jubilados y pensionados-, estamos en la indigencia. Ese es el problema de fondo que tenemos que pelear. Y que la obra social realmente cumpla las funciones que tiene que cumplir, que no haya recortes y que realmente apriete a los prestadores médicos y a los laboratorios para que realmente haya medicamentos más baratos porque es un despropósito lo que aumentan”.
Nelba Salazar: “El motivo son los ajustes que hay en el PAMI, el recorte que se manifiesta especialmente en los medicamentos y en todas las prestaciones médicas. El recibimiento, desde un punto de vista fue bueno, nos ofrecen entrar una delegación que represente todos los barrios. Nosotros queremos una entrevista con el interventor de PAMI para plantearle lo del ajuste fundamentalmente porque sabemos que es una política de Macri que ha hecho en todos los servicios, lo ha hecho con los trabajadores, y ahora lo hace con los trabajadores jubilados en sus prestaciones. El PAMI es una caja que da mucha plata y por lo tanto cada gobierno que sube, recorta los servicios y saca los fondos del PAMI.
“La situación de los jubilados es un desastre, de gente que cobra 5.600 pesos y de ahí tienes que descontarle la obra social. Muchos de nuestros compañeros están pagando moratoria, que va subiendo, con cuotas que llegan a los 1.000 pesos. Por lo tanto hay compañeros cobrando 4.000 pesos. Hoy la inflación pega muy fuerte, y ahora con el recorte a los medicamentos, los llevan a una muerte silenciosa”.
