Reproducimos comunicado conjunto de organizaciones ante el anuncio de la baja del Monotributo Social Agropecuario por parte de las autoridades del Ministerio de Agroindustria.
Las organizaciones indígenas, campesinas, de pequeños productores y de la agricultura familiar de toda la Argentina rechazamos de conjunto la decisión del Ministerio de Agroindustria de Nación de dar de baja al Monotributo Social Agropecuario (MSA).
El MSA es una herramienta fundamental para regularizar las condiciones mínimas y dignas de nuestro trabajo. Desde el año 2009 tenemos el derecho de acceder a la salud a través de la obra social, aporte jubilatorio y la posibilidad de facturar. Esto da un marco regulatorio y tiende la formalización de la Agricultura Familiar. Somos el sector responsable de la más de la mitad de los alimentos que se consumen localmente y, según FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), un actor clave para combatir la malnutrición y la pobreza rural.
Las autoridades del Ministerio de Agroindustria demuestran una vez más el carácter de clase y el sesgo antipopular de sus políticas. Son inaceptables las declaraciones que Santiago Hardie -Secretario de Agricultura Familiar, Coordinación y Desarrollo Territorial de Nación- dio al diario La Nación (nota publicada el 29/06/2018), donde sugiere la ineficiencia del MSA. Hace más de un año las familias agrícolas no podemos inscribirnos para acceder a este derecho. La impericia o irresponsabilidad del Gobierno Nacional no justifica el recorte de derechos. A su vez, anunció la baja definitiva del costo de la obra social y del MSA. Dejando toda la responsabilidad al Ministerio de Desarrollo Social de Nación.
El funcionario señaló despectivamente: “A muchos, durante mucho tiempo le pagaste el cien por ciento del MSA e intuyo que productores con alto grado de necesidad y de vulnerabilidad quizás tienen un monotributo porque alguien fue se lo hizo llenar y ni lo usa; ni se acuerdan que lo tienen, y el Estado pone un montón de guita ahí”. Estas declaraciones son una nueva muestra del desconocimiento del trabajo que cotidianamente realizamos a lo largo y a lo ancho del país miles de pequeños productores, campesinos y agricultores familiares.
Son más de 50 mil familias que pierden el derecho de regularizar su trabajo. Son más de 100 mil personas que pierden el derecho de acceder a la salud. Y es toda la población argentina que verá perjudicada su posibilidad de acceder a alimentos producidos en suelo argentino.
ACINA – Asamblea Campesina Indígena del Norte Argentino
AGA – Agrupación Grito de Alcorta
AMRAF – Asociación de Mujeres Rurales Argentinas Federales
ATE – Asociación de Trabajadores del Estado Seccional Corrientes
ATE – Junta Interna Agroindustria
ASOMA – Asociación de Medieros y Afines
FAA – Federación Agraria Argentina
FNC – Federación Nacional Campesina
FNC – Frente Nacional Campesino
ONPIA – Organización de Naciones y Pueblos Indígenas en Argentina
FAE – Frente Agrario Evita
FARC – Frente Agropecuario Regional Campesino
FUNDAPAZ – Fundación para el Desarrollo en Justicia y Paz
MNCI – Movimiento Nacional Campesino Indígena-Vía Campesina.
MOCASE – Movimiento Campesino de Santiago del Estero
MOPPROFE – Movimiento Provincial de Pequeños Productores de Santa Fe
MTE Rural – Movimiento de Trabajadores Excluidos Rama Rural
REDAF – Red Agroforestal Chaco Argentino
Red Entrerriana de Parmacultura
UCV – Unión Campesina de Varela
UOCB – Unión de Familias Organizadas- Cuña Boscosa y Bajos Meridionales
UTT – Unión Trabajadores de la Tierra