El 14/4, en todo el país, los bancarios paramos y nos movilizamos por aumento salarial, contra el impuesto a las ganancias, por garantías de estabilidad laboral y la reincorporación de los compañeros cesanteados del Banco Central y Banco Provincia.
El 14/4, en todo el país, los bancarios paramos y nos movilizamos por aumento salarial, contra el impuesto a las ganancias, por garantías de estabilidad laboral y la reincorporación de los compañeros cesanteados del Banco Central y Banco Provincia.
Compañeros y compañeras de todos los bancos nos movilizamos en la principales ciudades del país, y una muy importante columna marchó por el microcentro de Buenos Aires.
El malhumor por las medidas que viene tomando el gobierno de Macri fue creciendo en el gremio. A los despidos, el incumplimiento de la promesa electoral de eliminar el impuesto a las ganancias, se sumó ahora el ataque a los bancos públicos donde se pretende avanzar en la privatización del gerenciamiento de las entidades, como sucedió en el Banco Ciudad.
El acampe en la puerta del Banco Central por la reincorporación de los cesanteados lleva ya dos meses. Con el apoyo de todo el sindicato y de las gremiales internas –a pesar de la traición de los delegados del BCRA, que negociaron la lista de despidos con el directorio de la entidad y nunca se solidarizaron con los despedidos- el acampe reunió la solidaridad de todas la centrales obreras, y sectores políticos y gremiales.
Nos preparamos para un paro de 48 horas para el jueves 21 y el viernes 22 de abril. Un gran debate recorre las asambleas: si estas medidas de fuerza son apresuradas y hay que darle más tiempo al nuevo gobierno, si nos tenemos que joder porque la culpa es de los que votaron a Macri. En medio de estas discusiones la unidad de los trabajadores se viene abriendo paso, porque está claro que las medidas económicas del actual gobierno empeoraron la situación que dejó el kirchnerismo, y descargan la crisis sobre las espaldas del pueblo, pero los bancarios no queremos retroceder.
Hoy estamos fuertes para torcerle el brazo a las patronales y al gobierno en la actual paritaria. La reincorporación de los cesanteados significaría un importante triunfo político para todo el movimiento obrero.
Por eso, con más fuerza que nunca, nos preparamos para garantizar la contundencia de las próximas medidas de fuerza y la masividad de la movilización.
