Cerca de las 15 hs., miles y miles empezaron a marchar por la calle Juan B. Justo y Edison, sorteando el blindaje policial que montaron el gobierno y los empresarios.
Una idea: repudiar a quienes se juntaron en el Hotel Sheraton a hipotecar el futuro, a ajustar más el presente, a reducir al mínimo las posibilidades de los trabajadores de soñar con una vida digna para sus familias. La CTEP, Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa, la CTA Autónoma y numerosas organizaciones políticas y de derechos humanos se encolumnaron para marchar con una bandera: “Macri + FMI= hambre y represión”.
Del otro lado del vallado, otra idea, la del presidente: “la competitividad es la razón de vivir”. Dijo que los empresarios no están tranquilos con las leyes vigentes y planteó la necesidad de avanzar con una reforma laboral, y que la política debe administrarse con recursos escasos.
Cínicamente sostuvo: “no debe haber habido un presidente en la historia que se preocupe por el empleo más que yo”.
Una vez llegadas las columnas al vallado policial se realizó un enorme acto donde dirigieron la palabra los principales dirigentes para luego entonar las estrofas del himno nacional. Héctor Maciel de la CCC felicitó a las compañeras y compañeros por “el triunfo parcial en el gran acampe de la semana pasada, ese es el camino el de la unidad y la firmeza”. Sostuvo que “el modelo del gobierno son los imperialismos, que quieren parecerse a ellos, a los que saquean a los pueblos oprimidos. Nuestro ejemplo son los trabajadores de todo el mundo que pelean contra el imperialismo”, “tenemos una gran batalla que es frenar el presupuesto de hambre que quieren aprobar, el próximo miércoles a la calle de nuevo a repudiar este presupuesto”.
El coloquio de Idea es una de las instancias en donde se cristalizan los planes y las discusiones entre los gobiernos y los grandes empresarios para decidir los destinos de toda la patria, planificar el reparto de la parte del león. Ante el agravamiento de la crisis económica, social y política el gobierno quiere cerrar el próximo miércoles un presupuesto de sumisión al FMI, se habla de un ajuste de 500.000 millones de pesos, una deuda externa que casi llega al 82% del PBI; y mostrar a las principales potencias en el G20 que es un buen alumno de la entrega.
El movimiento obrero y popular se mantiene en alerta y movilización ante lo que va a ser una gran pulseada. Con este presupuesto no hay paz social, porque la violencia viene desde arriba. Con hambre no hay paz social, sin educación y salud no hay paz social.
