El padre contaba con cuatro gerentes a quienes consultaba en todos los temas. Les encargó a ellos que, en el día a día empresario, fueran educando al joven en las dos cosas que le faltaban: la práctica empresarial concreta y el mundo de la política. Ambos, claro, inextirpablemente unidos.
Los gerentes y maestros tenían diversos orígenes políticos.
El padre contaba con cuatro gerentes a quienes consultaba en todos los temas. Les encargó a ellos que, en el día a día empresario, fueran educando al joven en las dos cosas que le faltaban: la práctica empresarial concreta y el mundo de la política. Ambos, claro, inextirpablemente unidos.
Los gerentes y maestros tenían diversos orígenes políticos.
Por ejemplo Jorge Haieck era de origen peronista; fue quien ideó la necesidad de armar Socma en 1976 como holding. Él, en acuerdo con Franco, mientras usufructuaban los beneficios de apoyar a los genocidas, contrataron a jóvenes vinculados a los comandos tecnológicos de Julián Licastro, protegieron a algunos en la perspectiva que los militares un día relegarían el poder. Entre ellos De la Sota y Bordón, que serían un puente con el peronismo renovador de Cafiero. También Carlos Grosso, pero este fue algo más y pasó a ser uno de los cuatro gerentes de consulta y confianza.
Los que completaban el staff de la gerencia y jugaron un rol más elevado en la formación teórica e ideológica de Mauricio fueron: Gregorio Chodos, desarrollista, amigo directo de Arturo Frondizi y Ricardo Zinn, hombre del liberalismo económico duro y de fuerte vínculo con los ámbitos militares.
Chodos invitaba frecuentemente a Arturo Frondizi a cenas con el delfín. Dicen que las largas charlas posteriores giraban en torno, sobre todo, a las implicancias de ejercer el poder, Frondizi desplegaba toda su vasta experiencia en ejercer la Presidencia de la Nación sorteando obstáculos y saliendo a flote.
Y así como don Arturo entre sus piruetas no tuvo empacho en designar a Álvaro Alsogaray ministro de economía, en la integral formación como un cuadro de las clases dominantes, Franco acudió a Zinn, quien junto a Blanco Villegas, el tío materno de Mauricio, contrataron al mismísimo don Álvaro para que le diera clases de economía al “pibe”. Dicen que en alguna de ellas le hicieron la ficha de afiliación a la UCD.
La formación incluyó el desempeño durante tres años como analista junior y luego analista senior en Sideco Americana S.A., especializada en obras civiles. En 1980, a los 21 años, ya aparece firmando el contrato de Manliba con Cacciatore (intendente de la dictadura) y al poco tiempo está negociando con Trump la aventura en Nueva York.
Formación teórica de la cumbre del desarrollismo con Chodos y del liberalismo con Alsogaray. En el terreno del ejercicio del poder su formación estuvo en manos de Arturo Frondizi, de quien abrevó en forma directa y a quien admira. Frondizi fue el único nombre propio mencionado en su discurso de asunción de la Presidencia.
Mauricio suele repetir: “Creo que la mejor definición de mí mismo me la dio Gregorio Chodos, que es como un padre para mí. Él me dijo: Mauricio en la vida están los que eligen tener y los que eligen ser. Y yo siento eso. Que yo tenía todo ya. Así que elegí ser”.