La lucha contra la megaminería a cielo abierto en la provincia tiene un largo recorrido desde la histórica pueblada en Alvear y los departamentos del sur que logró la Ley 7.722 que impide la utilización de sustancias tóxicas como cianuro, pasando por la toma de la Legislatura que impidió el proyecto de cobre San Jorge, hasta el reciente pronunciamiento de la corte provincial que ratificó la constitucionalidad de la ley 7.722. En la movilización en la participaron miles de mendocinos, asambleas por el agua, sindicatos, partidos, etc., se escuchaba “el agua es de Mendoza no se negocia”, se veían muñecos, carteles, murgas, que unificaban el reclamo, mientras la movilización circulaba en medio de cien mil personas que asentían y aplaudían.
La histórica protesta se realizó en el marco de la eliminación de las retenciones mineras por parte del gobierno nacional y del brutal ajuste al pueblo, lo que expresa claramente una política que favorece a los grandes monopolios, sin importar consecuencias sociales y ambientales, y en contraposición para el pueblo, aumento de precios, tarifazos, despidos y techos salariales.
El Frente Popular formó una importante columna con un cartel de decía “enfrentemos el ajuste, que el pueblo no pague la crisis” y un muñeco gigante de Macri que decía “el rey de los monopolios”, que fue muy bien recibido.
La vendimia oculta
La vendimia se realiza en medio de una profunda crisis agrícola, con el precio del vino planchado desde hace 4 años y con un aumento de los costos de cerca del mil por ciento. A lo que se le ha sumado intensas lluvias y granizadas que han arruinado gran parte de la cosecha.
El gobierno sólo ha anunciado la compra de una parte del vino en sobre stock ofreciendo $3 por litro, cuando los productores solicitaban $7. Miles que estaban endeudados e hipotecados estarían al borde de la quiebra si no hay fondos y una política de apoyo al pequeño y mediano productor. Sin embargo, mientras que para los pequeños no hay todavía ningún anuncio, el ejecutivo nacional ratificó la eliminación de las retenciones a las exportaciones de vino y la eliminación del impuesto al champán, que claramente favorecen a los grandes bodegas exportadoras en su mayoría extranjeras, que continúan concentrando cada vez más el mercado.
Las expectativas en que el nuevo gobierno solucionará la crisis de las economías regionales se van diluyendo rápidamente. Mientras en la fiesta de la vendimia se exaltaba la importancia del vino y se hacía mención a los 200 años de la independencia, los principales protagonistas de la cosecha (trabajadores rurales y pequeños productores) atraviesan una de las peores crisis, y como contracara, crece el control de los grandes monopolios de nuestra economía reforzando cada vez más la dependencia.
Como decía el volante del PTP-PCR, hace falta un proyecto que rompa la dependencia, que haga pagar la crisis a sus verdaderos responsables e impida que el ajuste lo pague el pueblo.
