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02 de November de 2010

 La muerte de Néstor Kirchner abre una nueva situación política y crea interrogantes en diversos sectores

Movilizarse por las urgencias populares

Hoy 1342 / La hora politica

Frente al fallecimiento del ex presidente Néstor Kirchner, el PCR hizo llegar respetuosamente las condolencias a su esposa, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y a su familia, al igual que a sus compañeros del peronismo kirchnerista. Respetamos el dolor que sienten amplios sectores de trabajadores y el pueblo por su desaparición, manteniendo nuestras diferencias que son suficientemente conocidas.

 

Frente al fallecimiento del ex presidente Néstor Kirchner, el PCR hizo llegar respetuosamente las condolencias a su esposa, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y a su familia, al igual que a sus compañeros del peronismo kirchnerista. Respetamos el dolor que sienten amplios sectores de trabajadores y el pueblo por su desaparición, manteniendo nuestras diferencias que son suficientemente conocidas.

 

1. Las ceremonias

La muerte súbita del ex presidente Néstor Kirchner conmocionó al país. El dolor de su familia y de quienes lo consideraban su jefe político estuvo presente en su velatorio y su entierro; y tendrá su tiempo de duelo. El llanto de mujeres y hombres que viven penosamente, se sienten agradecidos por la ayuda que reciben y temen por ella. La emoción de jóvenes que se identifican con el gobierno, o lo consideran una defensa frente a la oposición oligárquica. La marcha peronista cantada por grupos sindicales.

La presencia de los presidentes de Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, Uruguay y Venezuela, mostró el acompañamiento de los países sudamericanos ante el fallecimiento del actual secretario de la Unasur.

 

2. Interrogantes

Néstor Kirchner era el jefe político indiscutido del kirchnerismo. Minucioso hasta el detalle en las decisiones, su muerte deja un gran vacío en el grupo gobernante: un duro golpe.

El apoyo popular recibido en las ceremonias fúnebres le dio aire al gobierno, y también, le mostró necesidades y urgencias.

Ese vacío que deja Néstor Kirchner se produce en un momento en el que, el gobierno perdió posiciones en el Congreso, se enfrentó a la Corte Suprema, y fueron aflorando tensiones dentro del poder político y del PJ: el núcleo íntimo del gobierno, Moyano, Scioli, intendentes bonaerenses, varios gobernadores, los grupos transversales, etc. Aunque todos esos afluentes del kirchnerismo se han pronunciado por la jefatura de Cristina Kirchner, rápidamente cada sector se posiciona para lo que se viene.

Moyano viene golpeado por las dificultades para reunir al PJ bonaerense y aún al Consejo Directivo de la CGT (forcejeando con Néstor Kirchner hasta en la noche previa a su deceso), y viene de sufrir el frío de la presidenta en el velorio. Propuso que Cristina Kirchner asumiera la jefatura del PJ, cerrándole el paso a Scioli, vicepresidente del partido. Scioli acaba de reunir a los intendentes, unidos en una demostración de fuerzas. Hay presiones en el peronismo (de gobernadores e intendentes), para “unificar” el PJ, y hay también resistencias y oposición a esa reunificación.

Pero lo que más golpeó y más le duele al gobierno, fueron los hechos en que lo golpearon desde abajo: la ruptura de los topes salariales en las paritarias, la rebeldía de las mujeres en su Encuentro Nacional, el estallido de lucha de los estudiantes, la ley del 82% móvil para los jubilados que vetó, la derrota de su lista en la CTA, y el asesinato de Mariano Ferreyra que puso en la picota política la tercerización del trabajo y la tercerización de la represión.

Muchos se preguntan: ¿Qué va a pasar ahora? ¿Cómo resolverá la presidenta ser el centro de la toma de decisiones en cuestiones políticas y económicas que estaban en manos de Néstor Kirchner? ¿Cómo se conformará el nuevo núcleo de esa toma de decisiones?

 

3. La gobernabilidad

Ha sido notable la hipocresía de los políticos, empresarios y medios de comunicación del sistema, opositores al gobierno: pasaron sin vergüenza del odio al “reconocimiento”.

Le reconocen a Néstor Kirchner haber sacado al país del incendio del 2001 reconstituyendo “la autoridad presidencial”. También le reconocen “los primeros años”, en los que se mantuvo la alianza con Duhalde, Clarín, Techint, etc. Y, en nombre de “la gobernabilidad”, le proponen al gobierno renegociar alianzas.

Estas posiciones se reflejan en el Congreso, paralizado en negociaciones a la espera de señales del gobierno.

 

4. La Argentina real

La muerte de dos niños, y la revelación por el gobernador misionero de más de 6.000 niños desnutridos en la provincia, mostró que crece el hambre golpeando a gran parte del pueblo y desmintiendo los datos mentirosos del Indec. La carne trepó el 105% este año, y los alimentos son lo que más sube con la inflación desenfrenada. Universalizar realmente y aumentar la asignación por hijo y nacionalizar el plan Argentina Trabaja, son urgencias para esta situación.

La inflación empuja a la miseria a 5 millones de jubilados a los que el gobierno les negó el 82% móvil del salario mínimo, vetando la ley que lo había aprobado. También devora los aumentos de salarios conquistados. Imponer el 82% móvil, junto con un plus salarial ahora en camino a la reapertura de las paritarias para salarios de acuerdo a la canasta familiar de $ 5.500 de mínimo, son reclamos urgentes a conquistar.

La lucha de los trabajadores de la salud, y la de los estudiantes y docentes, han desnudado la situación de colapso de hospitales y la educación pública, y trazaron el camino.

El asesinato de Mariano Ferreyra mostró que la tercerización de la represión, con patotas, unida ala criminalización de las luchas. También mostró la sociedad entre la tercerización laboral, las patotas, los jerarcas sindicales como Pedraza, y la secretaría de Transporte que maneja los subsidios para el funcionamiento de ese sistema perverso. Hay que ir a fondo en la investigación y el castigo de los responsables materiales y políticos del asesinato de Mariano.

Urgen medidas para resolver el hambre y la sed de tierras de los originarios, pequeños productores y la juventud agraria, junto a una ley que liquide la extranjerización de la tierra. Y para los chacareros, la segmentación de las retenciones, la suspensión de remates y una ley de arrendamientos. Hay que frenar la invasión de productos chinos y brasileños que hunden la industria nacional y regional.

No se pueden resolver estas urgencias y necesidades si se sigue pagando la deuda pública ilegítima y fraudulenta, y sin recuperar las rentas petrolera y minera, estatizando el patrimonio nacional con control obrero, al igual que los ferrocarriles y otros servicios públicos.

 

5. Reagrupar a las fuerzas populares

Los medios oficialistas y opositores tratan de crear expectativas de cambios. Es inevitable que haya cambios, pero no va a cambiar lo fundamental: en medio de la crisis económica mundial, los beneficios de la reactivación relativa de la economía argentina, con la política kirchnerista, va a parar a los bolsillos de monopolios, bancos y terratenientes, mientras las consecuencias sociales se descargan sobre el pueblo con consecuencias brutales. La oposición oligárquica solo quiere cambiar las tajadas del reparto de los de arriba.

Por eso, el único camino para el pueblo es, al calor de las luchas que se multiplican, reagrupar a las fuerzas obreras y populares, patrióticas y democráticas, para terciar, con independencia política y con un programa que exprese el conjunto de las urgencias y necesidades del pueblo y de la patria. Con más multisectoriales en apoyo y coordinación de la protesta obrera, campesina, originaria, estudiantil y popular. Con el reagrupamiento de las fuerzas y sectores políticos populares, patrióticos y democráticos. Para llegar a nuevos cabildos abiertos por la segunda independencia.

Un gran reagrupamiento de fuerzas, fiel al camino histórico de la Revolución de Mayo, y las puebladas y combates en que se expresó la lucha por soberanía, como el Argentinazo. Que se consolide con la recuperación de los cuerpos de delegados y comisiones internas que han colocado a las luchas obreras en el centro de la política nacional. Con el objetivo de un gobierno de unidad popular, patriótico y democrático, que abra el camino de la segunda independencia.