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14 de January de 2015

El miércoles 8 en la sede central de PAMI de Mendoza, Mireya Córdoba, de 75 años, falleció mientras esperaba ser atendida, junto a 450 afiliados.

Muerte en el PAMI, ¿un hecho aislado?

Mendoza: denuncian vaciamiento de la obra social de los jubilados

Periodistas y camarógrafos de un medio mendocino habían concurrido al lugar convocados por afiliados para hacer oír sus reclamos. En ese momento ocurre el hecho por lo que tuvieron la oportunidad de presenciar y transmitir en directo, tras la muerte de la afiliada. El desconcierto en la sala de espera casi vacía, la terrible situación que se desató por la bronca acumulada, y el relato del hijo de la señora, quien expresó que su madre “había muerto por falta de atención de PAMI, que hacía más de una semana que andaba buscando dónde atenderse”, ya que “la Clínica Aconcagua se ha fundido porque el PAMI no le paga”.
Este hecho lamentable fue el detonante para que los afiliados denunciaran su dolor, disconformidad y las falencias en la atención y esperas excesivas por trámites (dieron licencias a más personal, solo había 3 boxes para atender a 450 personas), turnos para atención médica excesivamente diferidos y sobre todo para desnudar la terrible situación que viven los jubilados, no solo con el PAMI sino con la jubilación de miseria que cobran. Todo esto muestra que son el sector olvidado y golpeado por la política del gobierno kirchnerista, y pone a la luz cómo funciona la distribución de la riqueza que  Cristina propone, por ejemplo: el director del PAMI Mendoza (militante de La Cámpora que estaba de vacaciones) cobra $50.000 por mes, mientras las y los jubilados se mueren esperando cobrar su miserable jubilación o que se atiendan sus necesidades dignamente. Ante los dichos y denuncias de los afiliados, el personal jerárquico de la institución salió a desmentir en cara de los jubilados todo lo expuesto por ellos, por lo que presentó un PAMI de maravillas, con un servicio de primera, y con la cantidad de personal suficiente para agilizar cualquier trámite. Esto es parte de la estrategia del oficialismo quienes solo dijeron ante la muerte, que es un hecho aislado que podría haber sucedido en cualquier lado, desligándose de la muerte y de todo lo sucedido. Esto no hizo más que provocar más indignación y bronca, por una situación conocida por todos los jubilados del país. 
Este hecho hizo que los mendocinos opináramos y rápidamente tomó trascendencia nacional. Los jubilados son un sector que el gobierno K ha ido desmantelando y dejándolo desprotegido y despojado de lo más básico que necesita un sujeto para vivir. Por eso inmediatamente se hicieron presentes representantes de los jubilados: Jupere, Asociación de jubilados, pensionados y retirados, el PTP-PCR, y otros sectores para apoyar y realizar acciones para decir basta. Por ello se convocó para el lunes 12 (al cierre de esta edición), en el kilómetro Cero, a una concentración para reclamar por la normalización del PAMI, intervenido por el gobierno nacional desde hace 7 años. Es obligación moral de todos, activos y jubilados acompañar este grito de auxilio. 
La muerte de la señora jubilada no es un “hecho aislado”: agrupaciones de jubilados (Jupere y UTI) vienen denunciando el desmanejo de PAMI (y agregamos de OSEP). Una pregunta: ¿Cuál es el interés del gobierno nacional y provincial de manejar estas obras? Los estatutos indican que deben ser dirigidos por sus dueños, con un directorio integrado por 7 jubilados elegidos democráticamente por sus pares, dos representantes del gobierno y 2 de la CGT. 
“Las injusticias que sufrimos los jubilados hoy son el anuncio de las que caerán sobre nuestros hijos y nietos”. En el marco de esta situación, el presidente de la Jupere, expresó lo siguiente: “Culpo de esta muerte a la presidenta de la Nación, por desoír los reclamos y por mantener intervenido el PAMI.”