Las mujeres que trabajamos en distintos organismos de ciencia y tecnología, venimos hace un tiempo discutiendo y organizándonos alrededor de las cosas que nos pasan por ser mujeres, trabajadoras y, específicamente, por trabajar en el ámbito de la ciencia y la tecnología.
Al calor de la lucha para enfrentar los 254 despidos en el INTI en el mes de febrero de este año, conformamos una asamblea de mujeres de diversos organismos de Ciencia y Tecnología: CNEA, INTI, INTA, Senasa, Citedef, Citefa, Instituto Antártico, Invap, Conicet, y de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA; algunas nucleadas en gremios como ATE o AGD, otras no.
Pudimos empezar a discutir nuestros problemas específicos, los cuales han sido profundizados por la crisis de nuestro sector, como así también conocer cómo fuimos encontrando respuestas en algunos sectores a esas situaciones: violencia de género, abusos y maltrato laboral, diferencias de oportunidades y salarios, la necesidad de licencias familiares más extendidas, la situación de las mujeres dentro de las estructuras de los distintos organismos, o cómo la ciencia y la tecnología, tal como están, contribuyen muchas veces a reforzar los estereotipos y el lugar de las mujeres en la sociedad. Estas discusiones se volcaron en un boletín de Trabajadoras de Ciencia y Tecnología en Lucha, y permitió que nos constituyéramos en una gran columna que irrumpió en la masiva movilización de mujeres del 8 de marzo.
La lucha por la legalización del aborto
A partir de la presentación del Proyecto de Ley por la Interrupción Voluntaria del Embarazo en marzo, realizamos diversas actividades para avanzar juntas en la discusión de la necesidad de la legalización del aborto para que dejen de morirse mujeres y personas gestantes por prácticas en malas condiciones, para terminar con las secuelas físicas y psicológicas de la clandestinidad, para terminar con la cárcel o la muerte como únicas alternativas frente a un embarazo no deseado. Entendimos que la lucha por la sanción de esta Ley es también una lucha por la salud pública y por mayores derechos para las mujeres. Así, antes de la media sanción en Diputados nos organizamos y distribuimos más de 500 pañuelos de la Campaña en los organismos de todo el sector, participamos del pañuelazo convocado por ATE frente al Congreso, y fuimos parte de esa marea verde que el 13 de junio llenó calles y plazas de todo el país.
En particular, las mujeres que trabajamos en la Comisión Nacional de Energía Atómica hicimos pañuelazos tanto en el Centro Atómico Constituyentes como en el de Ezeiza; realizamos también talleres para discutir los principales aspectos del proyecto de ley, y las razones por las que luchamos para hacerla posible. En el Centro Atómico Ezeiza, hacemos almuerzos verdes todos los martes, desde que se iniciaron los debates en el Senado, y hasta que se apruebe la ley.
En el centro Atómico Constituyentes realizamos una charla-taller con la presencia de Viviana Mazur, médica generalista (Asociación Metropolitana de Generalistas y Equipo de salud-AMES), Daniela Fagioli, abogada feminista (Campaña nacional por el Derecho al Aborto Legal, seguro y Gratuito) y Elsa Schvartzman, socióloga y docente UBA (Campaña nacional por el Derecho al Aborto Legal, seguro y Gratuito).
Y en el marco de la Asamblea de Trabajadoras de Ciencia y Tecnología en Lucha, convocamos a todas las compañeras a un pañuelazo al cierre de esta edición 31 de julio, día en el que se reunirán las comisiones del Senado para definir el dictamen previo al tratamiento de la ley.
Hoy N° 1728 01/08/2018