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02 de October de 2010

Nacionalizar la pelea docente

Hoy 1239 / Contra la represión de Kirchner y Macri, y por aumento salarial

l martes 21 se realizó un paro docente en todo el país, en repudio a la salvaje represión desatada por la Policía Federal –dependiente del gobierno nacional– contra los maestros porteños que el lunes pretendían instalar una carpa frente a la Casa de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
La repudiable represión de Kirchner y Macri provocó heridos y contusos entre los docentes y dirigentes sociales y gremiales que acompañaban la medida. El martes al mediodía todavía quedaba un docente internado en estado de observación.
Valoramos positivamente que la dirección nacional de la Ctera haya reaccionado rápidamente para convocar a este paro solidario, en una actitud distinta a cuando se produjeron otros hechos represivos a docentes en lucha, como fue en Salta, Santa Cruz o Tierra del Fuego.
Los sindicatos docentes porteños se encuentran en plan de lucha por aumento salarial con alto acatamiento y protagonizando masivas movilizaciones. El gobierno de Macri se niega a dar aumento con el consabido argumento de “no hay plata”, mientras avanza en fabulosos negociados en distintas áreas de la ciudad.
La Federal se ha excusado en el Código Contravencional, que “impide la ocupación de espacios públicos”. Claro, según de qué carpa hablemos, porque no pasó lo mismo con las carpas vip que el oficialismo montó durante la rebelión agraria. Allí no hubo palos, ni gas pimienta.

Por un Congreso de Ctera que unifique la lucha
Urge nacionalizar la lucha docente, por un inmediato aumento salarial de $ 500 para todos los maestros del país. Por la defensa de las fuentes de trabajo, por el 82% móvil para las jubilaciones, y en defensa de la escuela pública. Para esto la dirección de Ctera debe llamar a un congreso, y rodear de solidaridad la lucha que se está desarrollando, además de en Capital Federal, en provincias como Río Negro, Catamarca, Santiago del Estero, y Salta, donde al cierre de esta edición se marcha a un paro de 96 horas pasando por encima de la conducción gremial.
Redoblar la movilización contra los intentos represivos, y para que el gobierno nacional aumente los salarios, haciéndose cargo de lo que dice su ministro de Educación Tedesco,  que dijo, como si no tuviera nada que ver en el asunto, que “hay diferencias salariales entre las provincias pobres y ricas”.