En medio del debate del Presupuesto 2019 y de esta rendición de tributos para el lado de Wall Street el presidente ya está con la mira en cómo va a actuar en el G20. Y tiene la gran pretensión de actuar de puente entre Wall Street y China. Lógico, su corazón palpita en Europa y busca esta intermediación pero no le da el piné a este presidente para lograr eso. Lo que sí tiene en la mira son varias negociaciones en curso para un lado y para el otro. Para el lado de los yanquis está todo el tema del biodiesel que piensa negociarlo en esta Cumbre o por lo menos avanzar o lograr algo. Y el otro tema es la negociación que tiene en curso con los chinos. Acá recordemos que después de que asumió Macri y estaba a la expectativa de que venía la negociación con Hillary Clinton, frente a la sorpresa de la asunción de Trump y su política, con todas las consecuencias para la Argentina, el presidente viajó presuroso a China, y allí le impusieron una cantidad de condiciones para continuar con las inversiones pactadas con Cristina, entre ellas las represas.
Acá voy a poner el foco, que es cómo sigue esta negociación. Hemos desnudado en programas anteriores el carácter de esta inversión que es lesiva para la Argentina. Pero lo que está en discusión ahora es que el gobierno presiona para sacar del medio a Electroingeniería. ¿Cuál es el punto de esta presión? La empresa estatal, continuadora de Enarsa, es la que actualmente sigue el foco de esta construcción. El mecanismo es el siguiente, los bancos chinos financian pero mandan un fideicomiso que administra el Estado argentino, pero es el Estado mediante la fiscalización de obra y etapa terminada que paga a la UTE contratista. En esta UTE que es 54% Gezhouba (empresa china), 36% Electroingeniería y 10% Electrocuyo, el gobierno va pagando sobre final de etapa de obra. El tema es que Electroingeniería se ha quedado sin financiación propia para desarrollar la obra, ya que es esta empresa la que está a cargo de la ejecución de la obra. Ahí es donde el gobierno dijo “si no tiene capacidad de ejecución, córranla”.
Electroingeniería está complicada por lo de los “cuadernos”, no tiene financiación propia, aunque es una empresa que tiene en curso varias obras de envergadura todavía en el país, está terminando los gasoductos de Córdoba, ya finalizó uno por 560 millones de pesos, otro por 654 millones de pesos, tiene en curso la interconexión Resistencia-Villa María, cruzando todo el Paraná, tiene en ejecución poner en valor y en funcionamiento el Embalse Río Tercero, tiene en ejecución obras con Agua y Saneamientos Argentinos el río subfluvial y su elevación. Esta última obra en sociedad con Gezhouba, los gasoductos de Córdoba los tiene en sociedad con otra empresa china que es la Petroleum Pipeline. O sea, Electroingeniería tiene todo este paquete en curso, y tiene cortada la financiación por la situación de los “cuadernos” y lo tiene a Gerardo Ferreyra (director de la empresa) preso.
¿Cómo se va a destrabar esto? Gezhouba está en la Argentina desde agosto y Javier Iguacel (secretario de Energía) le pidió que corra a Electroingeniería. El paso real que dio Gezhouba es correrla de la administración de obra que era el puesto que tenía Electroingeniería. Gezhouba dice que lo hace para ir corriendo su porcentaje que es del 34% hasta sacarla, lo cual implicaría una cantidad de pagos no sólo por el porcentaje del contrato sino por las cláusulas y el resarcimiento que tendrían que hacer por hacer caer el contrato. Todos recursos legales que Electroingeniería activó rápidamente. Al mismo tiempo, Osvaldo Acosta (actual presidente de Electroingeniería que no está preso) en declaraciones en diarios de Córdoba dijo que ellos no piensan salir de la obra, que este paso de Gezhouba adquiera la gestión de obra es solo para conseguir financiación porque ellos la tienen cortada, pero que van a seguir. Este tema está en curso desde hace dos o tres meses. Ahora, lo llamativo es que en el mes de octubre el senador Costa de Cambiemos, oposición al kirchnerismo de esa época, se reunió con el grupo de negocios de la Embajada china y plantea que Santa Cruz es una provincia que tiene grandes posibilidades de continuar recibiendo inversiones chinas, que puede recibir inversiones en el terreno de la minería, del petróleo, que van a continuar las obras de las represas y pueden hacer grandes inversiones y desarrollos turísticos.
Y acá viene el tema de fondo, se ataca la coima y al intermediario que operó la coima, pero nadie ataca el carácter leonino que tiene este contrato de las represas.
Hoy N° 1744 21/11/2018