Como prueba de vocación “mundialista”, que es lo mismo que decir: dependiente, Macri y su ministra de Relaciones Exteriores, Malcorra, le dijeron a Cameron, primer ministro inglés, que la cuestión Malvinas seguirá bajo el paraguas de soberanía, el que creó Menem. Paraguas que mantuvieron los Kirchner: lo adornaron con un discurso, duro de boca, sin tomar medidas frente al avance inglés sobre 5 millones de kilómetros cuadrados del Atlántico Sur, y consolidando su presencia militar y sus reclamos antárticos.
Ahora el empresario Macri le dijo a los ingleses: corramos a Malvinas, hablemos de negocios. Cambian los gobiernos argentinos y los colonialistas siempre quedan bien parados.