1. La lucha contra la pandemia
La pandemia sigue castigando duro y creciendo en casi todo el mundo. En nuestro país al 24/8 hay 350.867 casos, 7.366 fallecidos y 256.776 recuperados.
En provincias como Jujuy, Río Negro, Mendoza, entre otras, al no tomar medidas para contener el brote crece rápidamente la pandemia.
En esta Argentina dividida social, política y culturalmente, Mauricio Macri, Patricia Bullrich y otros reaccionarios, los mismos que utilizaron el Estado para endeudar la Argentina, empobrecer al pueblo y enriquecer a monopolios, latifundistas e imperialistas que sostuvieron su política, son los que impulsaron volver a salir a las calles este 17/8 en todo el país.
Hubo marchas y banderazos que fueron convocados principalmente por el grupo Clarín y La Nación. Levantando la bandera argentina y en nombre del General San Martín instalan consignas como “defender la república”, “las instituciones”, “las libertades” y “la democracia”. Un día después (18/8) la tapa del diario La Nación tituló “Banderazo multitudinario”, señalando que fue la mayor protesta contra el gobierno con críticas al cambio en la justicia y al aislamiento.
Con este programa político instalan en la sociedad que, si estas cuestiones están en juego, es lícito derrocar un gobierno que no las garantiza. Lo mismo hicieron los imperialismos y sus socios nativos con Perón en 1955, con Illia en 1966 y con Isabel Perón en 1976. Si bien los tiempos y las condiciones son distintas, el objetivo es el mismo.
Solo así se puede entender que en los grandes medios que defienden al macrismo sigan haciendo opinar como “especialistas” a personajes nefastos como Adolfo Rubinstein, ex secretario de Salud de Macri que llevó al desastre el sistema de salud. Ahora aparecen cuatro millones de vacunas vencidas que fueron compradas por el Estado durante su gobierno y nunca fueron suministradas al pueblo argentino.
¿Los impulsores de los banderazos contra este gobierno son los rebeldes? ¿“libertad” de quién? De los que en 4 años se llenaron los bolsillos con la política macrista.
Es necesario tener en cuenta que la lucha contra la pandemia y sus resultados en todo el mundo agudizan la disputa imperialista por su control.
2. La disputa yanqui-china por la Argentina
La crisis sanitaria, social y económica recorre América Latina y es sacudida por grandes luchas populares enfrentando a gobiernos reaccionarios. Crece la disputa yanqui-china y de los demás imperialismos por nuestro continente.
El imperialismo yanqui quiere poner “en orden” América Latina, a la que considera su patio trasero. Y el de Alberto Fernández es un gobierno que no le es dócil. Los yanquis siguen apoyando al macrismo en su cruzada por volver.
Necesitan tranquilidad en la región y ponen como blanco a Venezuela y Cuba para poder concentrar sus fuerzas en armar una amplia coalición mundial antichina, como lo anunció el secretario de Estado yanqui Mike Pompeo.
Por otro lado, el imperialismo chino aprovecha la falta de financiamiento y el agravamiento de la crisis económica en América Latina, para avanzar en su penetración.
China ya es el primer país en el comercio con la Argentina: Está en curso la negociación para sumarnos al Banco Industrial y Comercial, el más grande de China. Se negocian las granjas chinas de cerdos, instalar tres usinas nucleares, etc.
En una reunión del Partido Justicialista argentino y el PC de China, el ex ministro Taiana abrió el camino para incluir a la Argentina en el plan chino denominado “La ruta de la seda”.
Por eso esta disputa está en el corazón de lo que pasa en la política nacional.
En la negociación de la deuda, los yanquis, a través de su peso en el FMI y entre los tenedores de bonos tienen la sartén por el mango, tratan de condicionar al gobierno argentino. Ahora el ministro Guzmán mandó su oferta sobre la deuda con los bonistas a la Bolsa de Valores de Estados Unidos. El resultado se anunciará el 31/8. El acuerdo pateó para adelante el pago de la mayor parte de la deuda con los bonistas hasta el 2023.
Desde el PCR seguimos planteando que el camino es suspender el pago, para investigarla, no pagar lo fraudulento y recuperar esos fondos para afrontar la crisis sanitaria, social y económica que padecemos.
A ese sector de monopolios, terratenientes y oligarcas de las clases dominantes que se referencian en el macrismo y juegan en la estrategia de los yanquis en la región, dirigimos el golpe principal de la lucha popular. Somos parte del Frente de Todos, donde estamos unidos con nuestros aliados y donde también golpeamos juntos con otro sector de las clases dominantes que, en su pelea por lograr la hegemonía en ese bloque, impulsa la alianza con el imperialismo chino para enfrentar a los yanquis, y trata de ganar para esa línea a sectores populares.
Los yanquis y sus socios usan la horca financiera que sufre la Argentina para intentar disciplinarnos. China aprovecha la situación para acoplarnos a sus intereses imperialistas.
Es un escenario difícil para una Argentina debilitada por la crisis social y económica heredada de Macri, por la pandemia del coronavirus y por la deuda impagable y fraudulenta.
Impulsando las luchas y la organización de las masas y apoyándonos en el sentimiento patriótico de millones de todos los que habitan el suelo argentino revindicamos la consigna de Ni amo viejo ni amo nuevo, ningún amo, como nos enseñaron los patriotas de la Revolución de 1810.
3. Crece la lucha popular
Crecen las luchas obreras. Triunfaron los trabajadores de Mondelez Pacheco y acaban de conquistar un triunfo los trabajadores del Astillero Río Santiago: van a construir lanchas para la defensa nacional. Sigue la lucha contra los despidos de la petrolera Sinopec (china). Crece la bronca de los petroleros por los planes de despidos y la maniobra de los monopolios de recortar los presupuestos a las Pymes petroleras. Sigue la lucha de la algodonera Avellaneda y el movimiento por la expropiación del grupo vaciador Vicentin.
Crece el reclamo de tierras para producir de los campesinos como se vio en la reunión nacional de la FNC. También de los originarios por el relevamiento y reconocimiento de sus tierras. Y se extiende la alarma de los chacareros frente a las negociaciones con China para crear un monopolio de la cría de cerdos que arrasaría la producción nacional.
Crece la lucha de las mujeres peleando por la emergencia nacional por la violencia que sufren, como el femicidio de Lorena Riquel, compañera de la CCC de Rosario. Los jóvenes se organizan, pelean y avanzan con el Movimiento Ni Un Pibe Menos por la Droga. Los trabajadores de la cultura pelean por sus reclamos y realizaron una jornada de apoyo a la CCC.
Crece la bronca contra la represión a las luchas populares y se multiplican las luchas contra las desapariciones como la de Facundo Astudillo y el encubrimiento de policías de gatillo fácil.
4. Luchas y reagrupamientos
Al calor del crecimiento de las luchas y repudiando las provocaciones de Macri y sus secuaces, se reagrupan las fuerzas populares.
Los Cayetanos, con la participación del PCR y su JCR realizaron la extraordinaria jornada nacional del 7/8, levantando su reclamo histórico de tierra, techo y trabajo, proyectándola como ley.
En una reunión de fuerzas sindicales y movimientos sociales, Juan Grabois presentó el Plan de Desarrollo Humano Integral.
También se reunió el Manifiesto Nacional por la Soberanía, el Trabajo y la Producción, con la participación de distintos sindicatos, centrales y movimientos sociales.
Desde cada fábrica, barrio, hospital o zona agraria seguimos la pelea por la conformación desde abajo de los comités de emergencias para exigir a los gobiernos los alimentos, agua potable y materiales de higiene necesarios.
Los comunistas revolucionarios, los clasistas, los antiimperialistas seguimos la lucha para que la crisis la paguen los que se llevaron la plata en pala, impulsamos el impuesto a las grandes fortunas, la necesaria expropiación de Vicentin y que se suspenda el pago de la deuda para investigarla.
En la situación en la que vivimos en el mundo y en la Argentina, se pueden producir cambios bruscos en la situación política. Debemos estar atentos y preparar al Partido y a las masas para seguir actuando en cualquier situación.
Seguimos la pelea para que el creciente protagonismo de las masas enfrentando la pandemia se eleve a formas superiores de lucha. Acumulamos fuerzas para avanzar en el camino revolucionario conscientes que los problemas de fondo de la clase obrera y el pueblo no se resolverán sin una verdadera revolución de liberación nacional y social que termine con el latifundio y la dependencia.
Escriben Jacinto Roldán y Ricardo Fierro