En estos días las compañeras y compañeros hemos hallado, al consultar el COULI (comprobante de Liquidación de Haberes), una leyenda en el mismo en la cual nos invitan a desafiliarnos de la entidad gremial a la que pertenecemos. A la vez presentan un formulario con ese objetivo en la página de la DGCyE. Cabe preguntarnos por qué María Eugenia Vidal lleva adelante esta ofensiva contra las organizaciones sindicales, tensando la situación previa al inicio de las negociaciones paritarias.
En estos días las compañeras y compañeros hemos hallado, al consultar el COULI (comprobante de Liquidación de Haberes), una leyenda en el mismo en la cual nos invitan a desafiliarnos de la entidad gremial a la que pertenecemos. A la vez presentan un formulario con ese objetivo en la página de la DGCyE. Cabe preguntarnos por qué María Eugenia Vidal lleva adelante esta ofensiva contra las organizaciones sindicales, tensando la situación previa al inicio de las negociaciones paritarias.
En estos dos años de gestión, CAMBIEMOS y Macri han logrado que uno de cada dos niños viva por debajo de la línea de pobreza, que la inflación, el alza del costo de la vida y los tarifazos profundicen la pobreza, el hambre, la no cobertura de las necesidades básicas de techo, tierra y trabajo digno en un tercio de la población bonaerense y nacional. La reforma previsional aprobada en el Congreso metió la mano en los bolsillos históricamente esquilmados de los trabajadores jubilados. Miles de trabajadores son despedidos y sus familias pasan a engrosar la pobreza estructural de la Argentina.
Basándose en la circunstancia electoral de octubre creen poder “ir por todo” y avanzan sobre los derechos populares usando una escalada represiva y llevando adelante una campaña de deslegitimación de las justas luchas populares a las que sin embargo no han podido sacar de las calles. Procuran quitarnos todas las conquistas para favorecer al nuevo capitalismo de amigos que reemplazó al anterior, a los terratenientes, a la burguesía intermediaria y a los distintos imperialismos que se disputan nuestro país.
La Escuela bonaerense está, junto a la salud pública, en el blanco de esta ofensiva. Se ha profundizado el deterioro con la falta de recursos de todo tipo, la no cobertura de cargos, la paralización de las obras de infraestructura escolar y la eliminación de la Unidad Ejecutora Provincial con los consiguientes despidos. El salario docente ha seguido perdiendo contra la inflación. Se cierne una amenaza cierta sobre la eliminación de los derechos consagrados en el Estatuto Docente y la “armonización” de las condiciones jubilatorias del IPS con la ANSES. Esto significaría la pérdida de un derecho fundamental para los docentes y estatales de la provincia. No lo vamos a permitir.
Tampoco vamos a aceptar el decretazo 152/18 a través del cual el gobierno de Macri y Finochiaro se propone eliminar la negociación paritaria nacional.
Para hacer pasar estas políticas necesitan deslegitimar a nuestras organizaciones sindicales, dividirnos y debilitar la herramienta de lucha que el movimiento obrero ha utilizado a lo largo de la historia humana para defender las reivindicaciones sociales y avanzar en la dignidad de los trabajadores y el pueblo. Sabiendo que en la lucha colectiva contra toda injusticia y sufrimiento reside nuestra fuerza, intentan en forma coercitiva impulsarnos a la decisión individual de la desafiliación, queriendo hacernos creer que la misma es un ejercicio de libertad. Por el contrario, cuando nos afiliamos a un sindicato lo hacemos con plena determinación y conciencia de que nos sumamos a una empresa común que nos preserva de las arbitrariedades y las injusticias de gobiernos y patrones. Para defender también en forma solidaria nuestros derechos a la salud, a los beneficios sociales, al esparcimiento y a la capacitación que no nos da el Estado, este estado que legisla, imparte justicia y ejecuta acciones para los poderosos.
Para manchar a los que siempre luchamos y nunca conciliamos con ningún gobierno, utilizan la detención de dirigentes sindicales corruptos que nunca defendieron a sus bases y siempre medraron gozando de la protección de los gobiernos anteriores y el actual (¿acaso no fue Balcedo del SOEME quien le firmó a Vidal un 11% de aumento en la paritaria de 2017, rompiendo el frente gremial de los estatales?).
Es bueno, frente a este intento de debilitar nuestra lucha cuando se avecinan las negociaciones paritarias, recordar conquistas que hoy nos pueden parecer naturales, como el salario, las vacaciones pagas, el aguinaldo, la jornada laboral, la jubilación, los regímenes de licencia y tantas otras, que fueron logradas con luchas y sangre a lo largo de la historia del movimiento obrero en todo el mundo. Pero también que muchas de esas conquistas no han llegado aún a vastos sectores de la humanidad. Y que los que supimos ganarlas no debemos olvidar, frente a intentos de eliminarlas como los que hoy enfrentamos, que es necesaria la más amplia y férrea unidad y defensa de nuestras herramientas sindicales, discutiendo dentro de ellas todo lo que se debe discutir, no yéndonos sino participando más y más en su funcionamiento y organización democrática.
Rechazamos y repudiamos firmemente el intento de vaciar nuestras organizaciones gremiales. Hoy más que nunca, no nos desafiliamos y convocamos a sumarse a todos nuestros compañeros. Es necesario fortalecer a nuestro sindicato para enfrentar esta política.