El gobierno nacional dejó en la calle a más de 350 trabajadores de la agencia periodística Telam, quienes desde el martes 26 mantienen una ocupación pacífica de sus oficinas hasta recuperar los puestos de trabajo.
El martes 26, los trabajadores de la Agencia Télam recibían por distintos medios la noticia de más de 350 despidos. Ese día, el artífice de la medida, Hernán Lombardi (titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos), planteaba la necesidad de una especie de limpieza, ya que la Agencia estaba afectada ideológicamente por trabajadores que ingresaron en el gobierno de los Kirchner. Pero los hechos y sus declaraciones posteriores dejaron en evidencia que lo que persigue este gobierno es el desguace de Telam, en beneficio de los sectores monopólicos de los medios de comunicación privados.
Esto se evidenció con el correr de las horas -y los días- porque entre los 354 despedidos, no sólo dejó en la calle a trabajadores que ingresaron a partir del 2003, sino a trabajadores que están hace 25 y 30 años en la agencia, que ingresaron en los 80. “Los despidos corresponden a trabajadores de todos los sectores, de toda antigüedad, de todas las pertenencias políticas”, expresaba a este semanario un trabajador despedido.
El cinismo y la perversión con que se manejó la gestión llegó a un punto que muchos trabajadores recibieron en sus cuentas sueldo las indemnizaciones y con posterioridad recibían la noticia que estaban despedidos. Otros, el día anterior habían recibido las “felicitaciones” por ser parte de la nueva Telam, pero a la mañana siguiente recibieron el telegrama de despido.
Bronca y movilización
Pero la bronca no se hizo esperar. El mismo martes 26, mientras se jugaba el partido entre Argentina y Nigeria, los trabajadores marcharon a Plaza de Mayo para denunciar al gobierno nacional la medida. Una vez más, el mismo Lombardi provocaba desde su cuenta de Twitter: “Ganó el periodismo y ganaron los ciudadanos”. Esto provocó una enorme bronca, y una inmensa solidaridad de distintos sectores, quienes acompañaron el jueves 28 a la masiva movilización al Centro Cultural Kirchner, para repudiar los despidos.
El viernes 29, Sipreba (Sindicato de Prensa de Buenos Aires) realizó una presentación formal en el Ministerio de Trabajo de la Nación ampliando los fundamentos para que se disponga la conciliación obligatoria en el conflicto.
Por la tarde del viernes, la asamblea había votado la continuidad del paro y permanencia en los distintos edificios de Telam, y una conferencia de prensa el lunes 1 de julio, al cierre de esta edición. El sábado 30 una delegación de camaradas del PTP y el PCR llevó su solidaridad con los compañeros despedidos.
“El discurso del gobierno está plagado de mentiras y de injurias”
Mariano Suárez es delegado de Telam y el viernes explicaba a este semanario: “Los trabajadores y trabajadoras de Telam estamos asistiendo a un proyecto de desmantelamiento de la agencia pública de noticias y publicidad. Uno de cada dos trabajadores está siendo despedido. En este momento nos encontramos de paro, haciendo una ocupación pacífica de la empresa.
“Los despidos los entendemos como un programa de ajuste, que tiene como objetivo el debilitamiento de los medios públicos, reducirlos a su mínima expresión. Estamos seguros de que si ellos pudieran, cerrarían la agencia pero como está constituida jurídicamente la empresa, hace falta una ley del parlamento. Como no la pueden cerrar, la quieren reducir a una expresión simbólica. Por eso, no sólo entendemos que estamos defendiendo nuestra fuente de trabajo, sino defendiendo que haya medios públicos dentro del ecosistema de medios de la Argentina”.
A continuación Suárez explicaba: “Este programa reafirma la alianza que tiene el gobierno con el sector más concentrado del sector privado de la comunicación. Así que estamos peleando por revertir esta situación.
“Es el tercer programa de cierre que enfrentamos en Telam: Tuvimos uno en el año 96 y lo revertimos. Otro en el 2000 y lo revertimos, y otra vez ahora, entonces nos disponemos a dar esa batalla”.
Respecto de la importancia de una agencia pública de noticias, explicaba que “tiene el rol de sostener una agenda periodística informativa diferente a la de los medios comerciales, una agenda complementaria, con una mirada federal, con una estructura de corresponsalía en 27 ciudades de nuestro país y en seis del exterior. Esa mirada distintiva que caracteriza a Telam de cualquier otro medio es lo que está siendo centro de ataque. La gran mayoría de las corresponsalías están siendo desarticuladas, con despidos de la totalidad de sus integrantes. Eso expresa la magnitud de este proceso de ajuste y por esta misma razón estamos peleando la reincorporación de todos los compañeros”.
Respecto del manejo de la información y cómo notificaron los despidos, el compañero decía: “Si bien no debe haber una forma decorosa de decir que se suprime la mitad de una planta de personal, esta gente lo hizo con dosis de cinismo: Algunos compañeros se enteraron por los medios, a otros les fue llegando el telegrama, sin comunicaciones de sus jefes. A otros les llegó un mail de felicitaciones porque seguían perteneciendo a la empresa; y a esos mismos, a pesar de recibir el mail, al otro día recibieron telegrama. Versiones de toda naturaleza que promueven la angustia, promueven el desgaste, creyendo que de esa manera debilitan la resistencia colectiva”.
Al finalizar este reportaje se planteaba la continuidad del paro, la permanencia en los edificios, tomar medidas para la visibilización del conflicto: “Entendemos que es importante explicarle a la sociedad el valor social de Telam –decía Suárez-. No le tenemos miedo al debate de por qué hacen falta medios públicos ni de qué tan grandes son, ni cuánta plata utiliza el Estado nacional en los medios públicos. Podemos debatirlo perfectamente. El debate social es importante, especialmente porque además de despedirnos, el discurso del gobierno está plagado de mentiras, de injurias, de ataques y tenemos que desarticularlos”.
Rodear de solidaridad
Fue enorme la cantidad de apoyo, de múltiples organizaciones sociales, políticas, del mundo del trabajo: dirigentes de las CGT, de las CTA, la Corriente Federal, desde muchos sindicatos que no están en ninguna central sindical, de los propios colegas de los medios privados, Suárez finalizaba: “eso nos potencia, nos fortalece, nos da fuerza en la pelea. Internamente la agencia está muy movilizada, muy fuertes. Estamos resistiendo las operaciones, las radio pasillo, las presiones de la empresa, las operaciones a través de medios de comunicación. Estamos unidos y fortalecidos”.
Hoy N° 1724 04/07/2018