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27 de January de 2016

Despidos, deuda de salarios e incertidumbre por los puestos de trabajo por el vaciamiento de las empresas de Garfunkel y Szpolski.

No al vaciamiento del Grupo 23

Conflicto laboral en los medios

Los accionistas visibles del Grupo 23 son los empresarios K, Sergio Szpolski y Matías Garfunkel, en cuyo directorio también participa el empresario Darío Richarte. El conglomerado de medios que controlan está integrado por Tiempo Argentino, por las revistas Siete Días y Cielos Argentinos y por las distintas versiones del diario El Argentino. Incluye además a las radios América, Splendid, Vorterix -en sociedad con Mario Pergolini- y Rock and Pop, y el canal de noticias CN23.
Cabe recordar que este grupo mediático se conformó durante la gestión de Sabatella, al frente de la Afsca, que instrumentó la Ley de Medios para permitirle al kirchnerismo armar su propio grupo de medios y disputar con el Grupo Clarín. Hoy sus trabajadores temen por el vaciamiento. 
El jueves 21 nos acercamos a Amenábar 23, Ciudad de Buenos Aires, sede de radio América y Tiempo Argentino, para solidarizarnos con los trabajadores en momentos que realizaban una olla popular. A quienes les adeudan salarios y sufren la incertidumbre que les produce el vaciamiento de las empresas del Grupo.
Hablamos con Martín Cangini y con Matías Colombatti, delegados de radio América 1190. Nos agradecieron la solidaridad en nombre de todos los compañeros de Radio América. Nos contaron que son 114 trabajadores que están realizando tareas en la radio y que: “el paro se inicia porque los dueños de la empresa, Szpolski y Garfunkel, no cumplieron con el pago de salarios en el mes de diciembre ni con los aguinaldos”. Es ahí cuando los trabajadores inician el paro que ya lleva 15 días y que está cada vez más fuerte; con los compañeros cada vez más unidos.
 
—¿Cuál es el rol del Ministerio de Trabajo en este conflicto?
—El Ministerio de Trabajo hasta ahora no ha hecho demasiado; sí ha acelerado las reuniones pero no hemos tenido buenas respuestas. Ha intimado a la empresa a pagar, ha convocado rápidamente a las audiencias, pero el problema es que la empresa no envía interlocutores válidos, envía gerentes de recursos humanos sin capacidad de darnos una respuesta concreta. Hay muchos compañeros que están pasando hambre, que no tienen plata para poder pagar sus alquileres, ni para cargar la tarjeta SUBE, por ejemplo.
 
—¿Cuál fue la respuesta por parte de los sindicatos?
—Por parte de Utpba, ninguna. Éste no es el gremio que defiende a los trabajadores de prensa, más bien todo lo contrario. Por eso hace muy poco tiempo se creó un nuevo sindicato que es el Sipreba (Sindicato de Prensa de Buenos Aires) que viene a ocupar el lugar que debería haber ocupado la Utpba y que abandonó hace mucho tiempo.
 
—¿Cómo se conectan los despidos con el cambio de gobierno?
—Está claro que hay un cambio de gobierno y seguramente puede haber una interrupción de lo que es la pauta publicitaria. Pero nos resulta increíble que una empresa como el Grupo 23 que tiene un respaldo muy fuerte, que ha ganado mucha plata con el anterior gobierno en materia de pauta publicitaria oficial, no tenga plata a un mes del cambio de gobierno. Con el dinero que ha recibido en estos años debería tener un respaldo muy fuerte como para poder solventar una supuesta crisis que la verdad que no nos consta, porque hay información de que en los últimos días ha recibido 40 millones de pesos en pauta publicitaria.
Nuestro llamado es al empresario a que cumpla con su responsabilidad social, con su responsabilidad como patronal. No solo Sergio Szpolski, sino también Matías Garfunkel que es dueño de la mitad de esta empresa y no sabemos dónde está. Un dato curioso es que Garfunkel en Twitter se pelea constantemente con Szpolski, y twittea solidarizándose con los trabajadores de su propio medio, como si él fuera una parte externa a todo el conflicto. 
El cambio de gobierno claramente ha generado un nuevo escenario político, un nuevo modelo económico que está afectando a los medios de prensa y en el país en general. Lo estamos viendo, con muchísimos despidos no solo en el sector público sino también en el sector privado, y particularmente el tema de los medios, están atravesando una situación delicada. Sean medios que mantuvieran una línea oficialista con el kirchnerismo, o sean medios que se mantuvieron opositores.
Porque vimos un intento en el diario La Nación, de despedir a 31 trabajadores de gráfica. También lo vemos en Clarín en este momento, un reestructuramiento -lo llaman ellos-, una especie de confluencia de lo que es la gráfica, el diario en papel y la web. En las distintas radios están atravesando momentos complicados por la discrecionalidad de la pauta oficial, que lo aplicaba el kirchnerismo y ahora lo aplica el macrismo. Hay un intento de ahogo en los medios de comunicación que no pueden subsistir si no es con pauta oficial.
En este marco, es muy fina la línea entre lo privado y lo público, vemos lo que ocurre con Víctor Hugo, incluso con tipos como Feimann en Radio 10. Hay en general un panorama complicado en todos los medios de comunicación que incluye a medios opositores u oficialistas, como quieran llamarle, con dificultades. No es solo el cobro de sueldos adeudados sino el mantenimiento de los puestos de trabajo en todos lados.
 
—¿Cómo crees que seguirá la situación de los medios en el futuro?
—Esto es el comienzo de algo que se va a profundizar, no sólo en los medios de comunicación sino en la política económica que se va a aplicar en el país en general. Es apenas un mes de una demostración de poder y una demostración de un camino que van a marcar los próximos meses y los próximos años. 
En todos los lugares de trabajo se está generando una tensión social que si no se descomprime va a terminar con conflictos en la calle, como ya los estamos viendo. Es una situación muy compleja a nivel nacional e impacta de lleno en los trabajadores de los medios de comunicación, en los trabajadores de prensa. Y también estamos viendo un planteo de una suerte de adoctrinamiento por parte de las empresas, tratando de ajusticiar -si vale el término- a los trabajadores porque lo que está pasando en América también pasa en Radio Rivadavia hace mucho tiempo.
Nos enteramos en los últimos días que en Rivadavia, no solamente no les pagan el sueldo hace tres meses sino que además les quieren cambiar las funciones a los trabajadores de prensa. 
El Sindicato de Prensa de Buenos Aires hace muy poquito que tiene la simple inscripción, lo que nos otorga capacidad de manejo y de operatividad de todas las funciones al igual que cualquier gremio. Sin embargo algunos gremios burocráticos nos están atacando en conjunto con las propias empresas; me refiero a casos muy concretos, muy graves, como por ejemplo, ir a pedir la cabeza de algún delegado de nuestro sindicato en alguna radio, o ir a negociar con determinado patrón para que se despida a algún compañero, se le aplique una censura o se le cambien las funciones.
Reaccionan ante el avance de nuestro sindicato, una organización que nace desde las bases, nace desde los trabajadores, desde las comisiones internas. En mi caso (Martin Cangini) integro la comisión directiva del sindicato. Soy delegado de Radio América, delegado de base, estaré cuatro años en la Comisión Directiva y me iré y le daré mi lugar a otro compañero. El sindicato está formado de esa manera para que haya una renovación permanente de las comisiones directivas y que no se consolide una burocracia que luego no tenga nada que ver con los trabajadores y sea la que maneje el sindicato.
 
—¿Cómo continúa el conflicto?
—En principio estamos realizando una olla popular desde las 6 de la tarde con apertura total a organizaciones políticas, sociales, de derechos humanos, sindicatos que creemos son quienes tienen que llevar esta batalla adelante; también a las comisiones internas de prensa de Buenos Aires nucleados en el sindicato Sipreba y las que no están en el mismo.
Por supuesto continuaremos la vía administrativa por medio del Ministerio de Trabajo y tomaremos las medidas que haya que tomar como el paro hasta que no haya una respuesta concreta por parte de Sergio Szpolski y Matías Garfunkel que son los dueños.
 
—¿Cuál es la ayuda que necesitan de las organizaciones populares?
—Lo que se recibe fundamentalmente es el apoyo de colegas y amigos que traen lo que pueden y pasan a la tarde a tomar unos mates. Concretamente faltan pañales para varios bebes que tenemos en el equipo de Radio América, necesitamos comida, efectivo y todo suma.