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08 de December de 2015

Se desbocó la inflación. El pueblo no da cheque en blanco al gobierno de Macri. Sigue la pelea por el bono de $5.000 para todos los trabajadores ocupados, desocupados y jubilados, y para que paguen los que se enriquecieron estos años.

No queremos pagar la herencia K

Hora Política Hoy Nº 1597

 

1. Un nuevo escenario social y político

 

1. Un nuevo escenario social y político

Mientras Cristina y Macri se peleaban por el bastón de mando, la bolsa de harina pasaba a costar el doble, el pan superaba los $40, y el pucherito o el asado no paraban de subir. La carestía se desmadró con el silencio y la inacción cómplices del gobierno K. Prat-Gay, el futuro ministro de Hacienda dijo que iba a hacer retroceder los precios ¡al 30/11!, como si la inflación hubiera empezado el 1/12. Macri postergó sus promesas electorales hasta marzo, o “cuando haya condiciones”.

La disparada de la carestía puso al desnudo la herencia que deja Cristina y tiñó el cambio de gobierno que se completa esta semana, con la asunción de Mauricio Macri y su gabinete, y María Eugenia Vidal en Buenos Aires. La semana pasada juraron los nuevos legisladores nacionales: 130 diputados y 28 senadores. También se completan los cambios en las provincias y los municipios.

Finalizó la transición. Hay un nuevo escenario político, que expresa el resultado electoral del 25/10 y el 22/11. Lo que ocurra desde el miércoles 10 en adelante será con Macri en el gobierno. Con otro Congreso, en el que Macri deberá negociar con los radicales y Massa para lograr mayoría en la Cámara de Diputados (como ya hizo Vidal en Buenos Aires); y con los gobernadores peronistas para lograr mayoría en el Senado. Y se abrirá el proceso para cubrir las dos vacantes de la Corte Suprema, que deben ser aprobadas por los dos tercios del Senado. Y están en disputa dos cargos claves, la presidencia del Banco Central y la jefatura de los fiscales.

 

2. La herencia de Cristina

Cristina se aferró al sillón presidencial hasta el último día. Intentó eclipsar a Macri en el día de su asunción, pero paga que la pesada carga de su herencia, pesada no para Macri, sino para los argentinos que la sufren.

La última semana, Cristina aumentó el presupuesto en $141.000 millones, no los usó para aumentar jubilaciones, planes sociales y salarios de docentes y estatales. Una parte la usó para obras en El Calafate, donde están sus hoteles. Por decisiones como esa los pobres son más de 12 millones (no unos pocos como ella dice), y hay 2.500.000 niños que pasan hambre.

Hace años que no se crean puestos de trabajo: la industria está en recesión, las economías regionales en crisis, se perdió el autoabastecimiento energético, las finanzas del país están vaciadas. Y en ese país real, el narcotráfico, la trata y la inseguridad se convirtieron en sufrimientos cotidianos del pueblo, aunque el gobierno K lo siga negando.

Cristina dice que en los gobiernos K los empresarios se llenaron los bolsillos. Es cierto, un puñado de monopolios en su mayoría imperialistas, y grandes terratenientes y grandes pules, se llenaron los bolsillos. Por eso su gobierno es el principal responsable de los sufrimientos populares, y fue castigado en las elecciones.

 

3. El gobierno de Macri

Macri viene con el ajuste y la devaluación abajo del brazo.

Llega al gobierno usando la herencia de Cristina para justificar el ajuste y la devaluación que prepara. Afirma que la herencia de Cristina fue por “mala gestión” (corrupción, prepotencia, etc.). No es así. La herencia que deja el gobierno K es el resultado de su política de agravamiento de la dependencia y de la concentración de la tierra en un puñado de grandes terratenientes y pules. La corrupción y la prepotencia fueron funcionales a ese objetivo.

Los “buenos gerentes” que pueblan el gabinete de Macri fueron altos funcionarios de monopolios y bancos imperialistas y de burguesía intermediaria: los vicejefes de Gabinete Lopetegui y Quintana, los ministros Prat-Gay (y su segundo Lacoste), Aranguren (energía), Cabrera (producción) Dietrich (transporte), Malcorra (cancillería), Avelluto (cultura), etc. También un terrateniente ganadero, Buryaile. Es claramente un gobierno de burguesía intermediaria y proterrateniente.

En el gabinete hay personajes prontuariados, como Aguad, represor en el gobierno de la Alianza en el puente de Corrientes con Resistencia, donde dos jóvenes fueron asesinados. Patricia Bullrich fue la ministra de la Alianza que ordenó la represión a las mujeres que salían a la ruta, en el 2001, reclamando comida para sus hijos, como en el corte largo de La Matanza. A la cabeza de la nueva SIDE, la AFI, Macri puso a un amigo, Arribas, con historias de lavado de dinero, y a Majdalani, que pagó la fianza de Menem cuando estaba encarcelado por sus cuentas en Suiza, y de estrecha relación con Paco Larcher, el segundo jefe de la SIDE, que trabajó al lado de Stiusso y Néstor Kirchner, hasta que Cristina lo echó por ocultarle información sobre Massa.

 

4. Disputas y debilidades

El nuevo escenario político sigue siendo complejo e inestable.

La mayor debilidad del gobierno de Macri es su llegada con muchos votos prestados de sectores populares hartos del gobierno K, que nunca pudieron ser sacados de las calles, a los que deberá hacer concesiones con una billetera flaca. Además, para lograr “gobernabilidad”, necesita apoyo del aparato nacional de sus socios de la UCR y la CC, está obligado a hacer alianzas con el peronismo político y sindical anti K (las CGT de Moyano y Barrionuevo, el Frente Renovador de Massa y De la Sota, y Peronismo Federal de Rodríguez Sáa), y deberá negociar acuerdos con los gobernadores y los sectores sindicales peronistas que acompañaron al gobierno K.

Cristina mostró sus cartas. Su plan de máxima es liderar “la resistencia” social, “gobernar desde el Congreso”, dirigir el peronismo y un frente anti-Macri, para volver en el 2019, o antes si el nuevo gobierno se desmadra. El plan de mínima es la impunidad por la gran corrupción de su grupo a cambio de “gobernabilidad”.

La principal debilidad de Cristina viene de que nunca pudo sacar de las calles alos trabajadores, los campesinos y el pueblo, pese a todo lo que hizo para corromper, dividir, cooptar y reprimir a sus organizaciones. No le será fácil “seducirlos”. La otra debilidad es que construyó una fuerza con el combustible de las cajas del Estado. No le será fácil mantenerla unida sin el gobierno y sin esas cajas. El peronismo nunca fue dócil con los mariscales de la derrota.

 

5. Desmadres y recortes

El desmadre de la carestía en el final del gobierno de Cristina, y el recorte de las promesas macristas antes de asumir, alientan el hartazgo con lo viejo y desconfianza en lo que arranca. De ahí la importancia de las movilizaciones que pongan en el centro de la agenda política las urgencias y necesidades populares, como la jornada nacional de los ocupados, desocupados y jubilados de la CCC, el 15/12, y las concentraciones en homenaje al 19 y 20 de diciembre del 2001 y sus mártires.

La política está siendo discutida por las amplias masas populares. Más que nunca es necesario llegar a esas masas denunciando la herencia de Cristina, y que el ajuste y la devaluación macristas llevan a que el pueblo cargue con esa herencia. Y demostrando que es posible una salida a favor de los trabajadores, los campesinos y el pueblo, como señala la propuesta de emergencia (ver pág. 3).

Para eso, es necesario redoblar la campaña por la personería del PTP, y un gran Picnic del hoy y La Chispa, con los militantes y amigos del PTP, y el PCR y la JCR, y los compañeros del Frente Popular. Despedir juntos un año con avances importantes, en la lucha por Tierra, Techo y Trabajo, y en las elecciones con las afiliaciones, nuevas personerías, y la asunción de los diputados del pueblo, del Frente Social y Popular, Carlos del Frade y Memé Meier. Y para arrancar el nuevo año con fuerzas renovadas, para afrontar los desafíos y las tormentas que vienen.

¡Vamos por más!