Ante la terrible situación que generó la llamada “cocaína adulterada” de Puerta 8, que se cobró la vida de al menos 24 personas y produjo decenas de internaciones en el conurbano bonaerense, desde el movimiento Ni Un Pibe Menos por la Droga y la Juventud de la CCC, con el apoyo de la mesa nacional de la Corriente, convocamos a una jornada nacional de lucha durante la semana del 7 al 12 con las consignas “No somos descartables, la droga mata”.
Reclamamos por el acceso de todos los pibes y las pibas a la tierra, al techo, al trabajo, a la salud, a la educación, al deporte y la cultura. Y pedimos que se declare la Emergencia en Adicciones. Planteamos que no solo la “droga adulterada” mata. Con las mismas consignas venimos de realizar la gran jornada nacional del 28 de enero.
El lunes 7 a la tarde realizamos una concentración en el Obelisco porteño junto a Vientos de Libertad y otras organizaciones, a la que llevamos carteles con las consignas impulsadas. Ese mismo día, se realizaron concentraciones y movilizaciones por localidades como en Tortuguitas, Zona Norte del Gran Buenos Aires, Calilegua y Tilcara, provincia de Jujuy.
Durante la semana, cientos de pibes y pibas protagonizaron la jornada de lucha con múltiples concentraciones, actos y actividades deportivas y culturales a lo largo y ancho del país: Salta, Jujuy, Tucumán, Corrientes, Chaco, Misiones, todas las zonas de GBA y provincia de Buenos Aires, CABA, La Pampa, San Luis, Mendoza, San Juan, Río Negro, entre otros. El jueves 10, junto a la JP Evita, Jóvenes de Pie y otras organizaciones, realizamos carteleadas en los barrios y en las CAACs.
Los cuatro años de macrismo y la pandemia golpearon muy duro. Hoy 6 de cada 10 pibes menores de 18 años viven en la pobreza. Creció el hambre y se empeoraron las condiciones de vida de millones de jóvenes, que sufrimos la falta de trabajo y la imposibilidad de acceder a la educación. Genera bronca que ahora aparezcan Mauricio Macri, Patricia Bullrich y la Vidal intentando utilizar esta tragedia, cuando ellos nos condenaron a esta situación e impulsaron el gatillo fácil con la “doctrina Chocobar”.
Para avanzar en la lucha contra la droga es necesario mejorar las condiciones de vida y que los pibes y las pibas tengan perspectiva de futuro con acceso al trabajo, la educación, la salud, el deporte y la cultura. El Estado debe perseguir y castigar a quienes hacen fabulosos negocios con nuestras vidas y no criminalizar y estigmatizar a quienes son víctimas de este flagelo social.
Si bien valoramos las iniciativas impulsadas por Sedronar, resultan insuficientes ante la gravedad de la situación que vivimos. Pedimos que se declare la Emergencia en Adicciones para que se destinen todos los recursos necesarios para enfrentar el flagelo de la droga, que destruye la vida de muchísimos pibes y pibas todos los días. Por eso reclamamos que la deuda es con los pibes y las pibas, y no con el FMI.
Como quedó planteado en la reunión nacional de Ni Un Pibe Menos por la Droga realizada a fines de diciembre del año pasado “en nuestro país hay una cantidad cada vez más grande de pibes y pibas que son descartables desde el punto de vista de las clases dominantes, que son condenados a vivir en condiciones muy malas, con un presente de mierda y ninguna perspectiva de que el futuro mejore. Es ese el contexto que hace que el consumo de drogas crezca de manera alarmante en los barrios, lo cual fue potenciado por la pandemia”.
Miles de pibes y pibas vienen construyendo el movimiento Ni Un Pibe Menos por la Droga como una herramienta de organización y lucha contra el hambre y la droga, durante el macrismo y la pandemia, movilizándose y sosteniendo comedores, copas de leche, cooperativas de trabajo, escuelitas deportivas, murgas, etc. Demostrando que hay una juventud que se rebela ante las injusticias y que quiere transformar la realidad en la que vivimos.
Hoy N° 1901 16/02/2022
