El femicida la esperó en la calle, como lo había hecho muchas veces, pero esta vez el desenlace fue el más temido, la apuñaló provocándole la muerte. Este trágico final puede considerarse la crónica de una muerte anunciada, que nos llena de bronca porque las denuncias realizadas por la víctima fueron sistemáticamente ignoradas.
Mauricio se obsesionó con Paola siendo su alumno en un terciario, a partir de allí comenzó un calvario para ella que incluyó amenazas de distinto tipo incluso de muerte, perfiles truchos en redes sociales, comunicaciones con familiares y amigos, permanentes perturbaciones de su vida cotidiana y otras formas de acoso. Todo esto dio lugar al establecimiento de una perimetral que el femicida violaba sistemáticamente. Miles de mujeres transitan por estos mismos recorridos, siendo acosadas, hostigadas, perseguidas, convirtiéndose en víctimas de una violencia machista que las instituciones de este estado, que tienen la responsabilidad de velar por nuestra integridad, deciden ignorar y contribuyen así a sostener y naturalizar.
Con este nuevo femicidio en Tucumán, ya van cuatro en el mes de octubre, lo que deja a nuestra provincia en el segundo lugar en el país en relación a la tasa de femicidios. Exigimos justicia por Paola Tacacho, Alejandra Martínez, Abigail Luna y Abigail Riquel.
Una vez más queda claro que ser mujer es un factor de riesgo en nuestra provincia, que nos expone a innumerables formas de opresión y violencia, que ponen en peligro nuestras vidas. Pero al dolor y a la tristeza, siempre presentes ante una muerta más, se suma una bronca inmensa al saber que Paola, como tantas otras víctimas, actuó a lo largo de estos cinco años de infierno. No se quedó paralizada ante el acoso y el hostigamiento de quien es hoy su femicida. Se “animó a denunciar” como le pedimos a todas las víctimas y no una sola vez, hay trece causas en la Justicia destinadas a detener a Mauricio Parada Parejas. Paola realizó todos los esfuerzos que se exigen desde la Justicia, concretando las denuncias pertinentes, ratificándolas, presentando testigos y ofreciendo todos los medios de prueba que estaban en sus manos. Sin embargo no fue suficiente, el Poder Judicial de Tucumán le dio la espalda, no la escuchó, no intervino para protegerla cuando su vida estaba totalmente afectada y en peligro. Convirtiéndose en cómplice del acosador y femicida, sosteniendo así sus privilegios y garantizando su impunidad. Es más, el femicida fue sobreseído por el juez Francisco Pisa, haciendo lugar a estereotipos sexistas y discriminatorios, desconociendo leyes y tratados internacionales. No queremos jueces como Pisa, para que Ni Una Menos sea por fin una realidad para las mujeres nos sumamos tanto al pedido de juicio político contra este juez por la Legislatura Provincial, como al pedido de su suspensión por la Corte Suprema de Justicia.
Lo ocurrido con Paola desnuda el papel nefasto que está cumpliendo el Poder Judicial que ignora la violencia machista que las mujeres sufrimos. Muestra cómo muchas veces las medidas que se toman no se concretan como protección o defensa de las víctimas, se convierten sólo en papeles sin sentido, porque la policía no las hace cumplir y no se traducen en una real sanción para quienes violan estas medidas. Quedando las mujeres totalmente desprotegidas y vulnerables. Los violentos rara vez llegan a juicio, terminan arreglando con probation o las causas se archivan por cansancio de las víctimas o porque no cuentan con dinero suficiente para solventar los gastos judiciales.
Hoy en Argentina debemos lamentar un femicidio cada 26 horas. El recorrido de Paola como víctima de acoso y de violencia machista, revictimizada y sistemáticamente vulnerada por las instituciones de este estado y su femicidio expresan con profunda crudeza lo que miles de mujeres sufrimos. Las mujeres estamos hartas de tanta injusticia, hartas de las instituciones patriarcales, que desde sus prácticas reproducen y refuerzan un lugar profundamente degradado para nosotras. Estamos hartas de que nuestras vidas no valgan, de que nos maten porque dejan que nos maten, de un Poder Judicial misógino que lejos de impartir justicia para las mujeres permanentemente nos vuelve a violentar, y nos expone a la violencia machista e incluso a la muerte.
Marchas por justicia
Familiares y amigos de la joven, organizaciones de mujeres y feministas, sociales y políticas se reunieron en la Plaza Independencia de San Miguel de Tucumán el lunes 2 de noviembre para exigir justicia y respuestas por parte del Estado frente al femicidio de Paola. Simultáneamente se realizaba una movilización en la ciudad de Salta, de donde era oriunda la joven.
Corresponsal