La población originaria, los canacos, de los que hay vestigios en las islas desde hace al menos 3000 años, luchan por la independencia de su país, frente a la política usada desde hace décadas por Francia, de la radicación de miles de franceses en la isla, para hacer disminuir la proporción de la población originaria.
En los últimos años, se han realizado distintos referéndums votando por sí o por no a la independencia, donde triunfaba el sí por pocos votos, hasta que hubo uno último en 2021, convocado en medio del Covid, que fue desconocido por los canacos, que se abstuvieron de participar. Estos plebiscitos forman parte de los “Acuerdos de Numea (capital del archipiélago), firmados en 1998, y que establecían el creciente traspaso de la autoridad a los canacos.
Desde el 13 de mayo, miles de personas han salido a las calles. Las centrales obreras llamaron a una huelga general. Se levantaron barricadas en la carretera que conecta la capital, Numéa, con el aeropuerto de la isla principal, y atacaron empresas francesas en el territorio.
La policía y el ejército franceses reprimieron con fuerza al pueblo canaco, provocando al menos 6 muertos durante las manifestaciones, 3 de ellos canacos.
El detonante de las protestas fue el intento del gobierno francés de modificar la Constitución para dar derecho a votar en las elecciones locales a la población francesa que emigró al país en los últimos 30 años.
Los objetivos, acordados por las distintas corrientes independentistas son: que se retire el proyecto de reforma de la constitución, desconocer el referéndum del 2021, y avanzar con el proceso de descolonización
En medio de la continuidad de las protestas y las barricadas en la capital y las principales rutas del archipiélago, el presidente francés Macron, que estuvo en Nueva Caledonia el 23 de mayo, anunció el retiro del proyecto de reforma constitucional.
Christian Tein, que dirige la Unidad de Coordinación de la Acción sobre el Terreno, llamó el sábado 25 a “mantener la resistencia”, y que “Nuestro principal objetivo es que nuestro país obtenga la plena soberanía”.
Disputa por el níquel y el control del Pacífico
Nueva Caledonia fue ocupada por los franceses a mediados del siglo 19, y desde ese momento, los distintos gobiernos de Francia han buscado mantener a estas islas bajo su dominio.
Nueva Caledonia, o Kanaki como la llaman los originarios, son un conjunto de islas situadas en una zona estratégica del Océano Pacífico, y han sido utilizadas por el imperialismo francés como su avanzada en la región, a la que no están dispuestos a renunciar.
Francia, en esta región, actúa como aliada de los Estados Unidos en la creciente disputa con China por la hegemonía en los recursos naturales, y en el control de los mares.
Nueva Caledonia es el cuarto productor de níquel del mundo, sólo por detrás de Filipinas, Indonesia (donde el multimillonario amigo de Milei, Elon Musk, estuvo la semana pasada) y Rusia. El níquel es un mineral fundamental en la creación de aleaciones metálicas utilizadas en la producción de baterías, claves para los autos eléctricos.
Kanaky/Nueva Caledonia tiene el estatus de un territorio no autónomo y está incluido en la lista de países “a descolonizar” según la resolución 15-14 de las Naciones Unidas.
hoy N° 2012 29/05/2024