“La experiencia de todo lo hecho nos guía al convencimiento que la guerra con ellos debe ser de exterminio”, dijo Martín Rodríguez, quien expedicionó dos veces contra ellos. Es la misma idea de Emilio Mitre cuando le escribe a su hermano Bartolomé, sobre la necesidad de pactar con Catriel el Viejo e invitarlo a establecerse en Azul: “Para tenerlos a mano, sin perjuicio de degollarlos a todos en una noche”; o Zeballos, cuando escribió: “No hay perro más dañino para el cristiano que el pampa”.