1. La clase obrera en el centro
Las luchas del movimiento obrero, y los procesos de recuperación de sus organizaciones, han colocado a la clase obrera en el centro de la escena política, nacionalmente.
Aunque lo oculten tanto el gobierno como la oposición del sistema, los hechos son hechos. Los trabajadores del frigorífico Yaguané recuperaron su cooperativa (es históricamente el tercero en el país). Se puso en producción, con su propia marca, Renacer, en Tierra del Fuego. La histórica lucha de los docentes fueguinos avanza en un proceso de reagrupamiento de fuerzas que puede marchar a un paro provincial. Los bancarios recuperaron la comisión interna del Banco Nación (abarca Capital Federal y el Gran Buenos Aires. El Astillero Río Santiago conquistó un salario inicial de $ 4.300. Los portuarios del Gran Rosario rompieron el tope salarial con una combativa huelga que conmovió al país. Sigue la lucha del subte por el reconocimiento de su organización.
Un amplio y combativo movimiento de lucha por la salud se fue desplegando en Tucumán, Santiago del Estero, Jujuy, La Pampa, Capital Federal, Gran Buenos Aires, y otros lugares. La Feprosa realizó una combativa jornada nacional. Los ferroviarios del Sarmiento protagonizaron una gran jornada de lucha. La movilización de los obreros de la carne lo apretó a Moreno. Hubo paros por las paritarias en la alimentación en Capital Federal y Gran Buenos Aires y otros lugares. El reclamo salarial desde abajo colocó a la UOM al borde del paro. Están en lucha los limoneros de Tucumán, y los azucareros reclaman 35%. Los rurales de Villarino tuvieron una semana de movilizaciones. Se realizó el paro nacional de ATE. Los bancarios conquistaron el 25,5% de aumento retroactivo a enero.
Un amplio agrupamiento piquetero sigue adelante con su plan de lucha contra la brutal baja de los planes sociales que está realizando el gobierno, y por el aumento de los montos, la universalización de la asignación por hijos, y la nacionalización del Argentina Trabaja acabando con su manejo clientelar. La propuesta de la CCC es estar el 19 con los originarios, y nuevas jornadas nacionales el 27/4 y el 12/5. Sigue la lucha de los jubilados y mayores por el 82% móvil, y contra el saqueo del PAMI y el Anses.
2. El ajuste inflacionario
La inflación desbocada golpea duramente a las masas empobrecidas, a los asalariados y jubilados, a obreros rurales, campesinos y originarios, y a las capas medias. Ronda el 30% anual, y mucho más en la canasta de alimentos.
En todo el mundo, los monopolios y las clases dominantes descargan la crisis sobre las espaldas de los trabajadores y los pueblos, provocando brutales consecuencias sociales. Las grandes luchas en Grecia, la insurrección en Kirghizistán que derrocó al presidente Bakiyev que había impuesto una suba de tarifas del 200%, tres semanas de levantamientos populares en Tailandia contra la aristocracia gobernante, entreguista y hambreadora, son la punta que asoma del iceberg, en un mar de tormentas que se ocultan. Como las miles de protestas en Rusia, o las incontables huelgas obreras y rebeliones campesinas en China.
En la Argentina, el brutal ajuste se da a través de la inflación, particularmente en los alimentos y otros productos de consumo popular.
Los grupos de poder opositores al gobierno presionaron para realizar un “ajuste” ortodoxo. Esta fue una de las razones que ayudaron a que sectores crecientes de las masas fueran calando a los supuestos “ganadores” de las elecciones del año pasado; fueron cayendo en las encuestas sus expresiones políticas, incluyendo al figurón mediático Cleto Cobos.
El kirchnerismo, con el país acercándose a un estallido por el hambre y con “la caja K” cada vez más flaca, debió “abrir la mano” con la asignación por hijos y el plan Argentina Trabaja, manipulándolos para sus operativos políticos. Y apeló al ajuste no ortodoxo: el ajuste inflacionario.
Esto es lo que van calando las masas obreras que se vuelcan a la lucha, y buscan, a través de las asambleas y la recuperación de sus cuerpos de delegados y comisiones internas, desbordar a las direcciones traidoras y conciliadoras. Es también, lo que impulsa la combatividad en el campo, como se vio en el Congreso de la FNC, los actos de FAA y el MML.
3. Los K, obsesionados por pagar la deuda
Ante 200 representantes de bancos y monopolios yanquis, Cristina Kirchner confesó que decidió pagar la deuda usando las reservas “‘receptando una idea’ lanzada en la última reunión del G20, por el FMI propuso ‘un uso inteligente’ de los recursos para paliar la crisis”, (Clarín, 10/4). CK y Néstor decían que las recetas del FMI eran “de derecha”. La confesión de la presidenta, en esta ocasión, hizo coincidir sus palabras sus hechos: es un gobierno de derecha que pagó al contado la deuda con el FMI, y ahora aprueba su receta de seguir pagando la deuda con reservas, que deberían ser para resolver el hambre y sacar al país de la crisis.
El gobierno K comenzó a pagar los bonos que los bancos amigos de los K recibieron como regalo en la pesificación del 2002. Es inminente la salida del canje en la que se reconocen los “bonos basura” que los bancos compraron por nada y el gobierno los reconocerá a un altísimo valor, aumentando enormemente el endeudamiento externo. La operación de canje fue armada por el banco inglés Barclays, el mismo que es el principal accionista de la empresa que está realizando la exploración petrolera en nuestras aguas colonizadas. Además, el gobierno anunció que negociará con el Club de París la deuda de la dictadura, que el fallo del juez Ballestero demostró que es ilegítima y fraudulenta.
Todas estas operaciones siguen la política de la dictadura y de Menem de someter a tribunales extranjeros la deuda argentina, lo que facilita operaciones como el embargo de 105 millones de dólares del Banco Central en Estados Unidos, realizado por el juez yanqui Griesa, a favor de “fondos buitres”, amenazando las reservas argentinas depositadas fuera del país.
4. Disturbios y negociaciones en las alturas
“Si no se suspenden las restricciones que dispuso la ministra Débora Giorgi para nuestras exportaciones, la Argentina dejará de ser amiga de China y dejaremos de comprar también porotos de soja”, habrían dicho dos altos funcionarios chinos al canciller Taiana, (La Nación, 12/4).
Además del chantaje sobre el precio de la soja, hay también quienes consideran que los impuestos a algunas importaciones chinas no fueron más que el pretexto para que los jerarcas chinos, que no perdonan, se descargaran por el desplante de la suspensión, a último momento, del viaje de Cristina K a Pekín. Y quienes apuntan al pedido a Interpol de la captura de autoridades chinas por un juicio en la Argentina; pedido que luego fue retirado.
El kirchnerismo empujó a fondo la sojización, a tal punto que ya ni se han podido rotar los cultivos, con el consiguiente empobrecimiento de la tierra laborable. Uno de los resultados de esa sojización K ha sido el encarecimiento de los alimentos que consume el pueblo. Esa política está unida a la alianza estratégica con China, firmada por Néstor K, a la que ahora los chinos han puesto un palo en la rueda.
Mientras se tensan las relaciones con China la presidenta visita museos en Estados Unidos, adonde viajó para una modesta reunión de seguridad nuclear, organizada por los yanquis contra Irán y Corea. Pese al gesto de Cristina K de asistir a esa reunión, al cierre de hoy Obama no le había concedido una entrevista.
A su regreso, Cristina K recibirá al presidente ruso, Dimitri Medvedev. Argentina y Rusia firmaron en el 2008 un Acuerdo de Asociación Estratégica. Medvedev llega acompañado por una numerosa delegación de empresarios.
5. El 19, una cita histórica
La represión y enjuiciamiento de dirigentes de la CCC en Misiones, fue un ensayo represivo de alcance nacional. Es una tarea imprescindible la solidaridad de todo el movimiento obrero y popular con los compañeros misioneros, incluyendo la colecta para los fondos de su libertad bajo fianza. Lo mismo está planteado para los juicios de los dirigentes de la comisión interna que dirigió la histórica huelga de Kraft, que comienzan el 21/4: Ramón Bogado, María Rosario, Alfonso Arcadio, y Jorge Penayo.
La bronca por la inflación sigue minando la credibilidad que le resta al kirchnerismo. Y el espectáculo lamentable del Congreso, tanto del kirchnerismo como de sus opositores dentro del sistema, asquea a las masas que ven a personajes como Menem y Latorre, a veces aliados del gobierno y otras con sus rivales, haciendo girar el parlamento a su antojo. Es la demostración del fracaso de las políticas que se ilusionan con ese “charlamento de borocotós” que es el Congreso.
Con el bloque dominante fracturado, con un gobierno debilitado (aunque sigue siendo peligroso), con una oposición que pide “ajuste” y que convoca, como Duhalde, a la reconciliación con el videlismo genocida y entreguista, y sobre todo, con una inflación galopante castigando al pueblo, se vienen grandes tormentas.
Los actos del 24/3, el 30/3 y el 2/4, la unidad en la lucha de los desocupados, en la lucha democrática, y en muchísimas luchas obreras y populares, las multisectoriales por el no pago de la deuda ilegítima de Mar del Plata, Quilmes, Moreno y otros lugares (que muestran que es posible generalizarlas a todo el país) son pasos en la política de terciar, es decir, de impulsar reagrupamientos amplios, en donde la clase obrera esté en el centro, con un peso importante de las fuerzas populares y antiimperialistas, patrióticas y democráticas.
El 19 de abril, día del originario americano, se realiza la convocatoria a movilizarse en todo el país, con delegaciones a la Capital Federal para la marcha del Congreso a Plaza de Mayo. Es una convocatoria multisectorial, en la que participarán obreros en lucha, trabajadores rurales, la FNC y la FAA, la CCC y el FTV disidente, Feprosa y numerosas organizaciones más. Es una iniciativa clave para reagrupar a las fuerzas obreras y populares, patrióticas y democráticas.
