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21 de May de 2014

Otto Vargas: “Norma siempre trabajó por la unidad”

Homenaje a Norma Nassif

Familiares de Normita aquí presentes, a las amigas, a los amigos, a los camaradas ¿Por qué realizamos este merecido homenaje a Norma Nassif? Porque Norma fue parte de los cientos de camaradas que con su conducta heroica salvaron al Partido y permitieron que el PCR, en aquellos años de terrible dictadura, la más sangrienta que conocimos, pudiese seguir luchando dentro del país. Porque nosotros, cuando triunfó la dictadura decidimos cavar trincheras y quedarnos en el país. Por eso ellos siguen siendo, y serán, nuestra bandera y nuestro orgullo.

Hoy, cuando dentro de una dialéctica inevitable de luchar, fracasar, volver a luchar, hasta vencer, donde ya no hay países que dirija la clase obrera, que llegó a dirigir la tercera parte del mundo. Porque nosotros conocimos la tercera parte del mundo donde la clase obrera tenía la sartén por el mango. Hoy eso ya no existe más. Y aquí, en este lejano rincón del mundo. Algunos han dicho que este es el fin del mundo, incluso cuando lo han electo al Papa Francisco. Aquí en el fin del mundo, gracias a militantes como Normita Nassif y centenares y centenares de ellos, aquí, miles de comunistas revolucionarios, seguimos defendiendo las banderas del marxismo-leninismo-maoísmo, y luchando por una sociedad sin explotados ni explotadores.

Norma militó en la Juventud Comunista Revolucionaria, como aquí se ha señalado. Cuando era una adolescente. Yo la conocí cuando era una adolescente, en el colegio secundario. Me acuerdo un día de calor horrible, junto con el compañero Andrés, llegamos a una reunión en pleno verano de Tucumán, y allí conocí a Normita. Normita fue posteriormente una dirigente importante, tanto del Centro de Estudiantes de medicina de Tucumán, como de la Federación Universitaria de Tucumán, que participaron en luchas inolvidables de fines de la década del 60 y comienzos de la década del 70, como se ha dicho, muy bien reflejado en el libro sobre los tucumanazos, porque fueron luchas que conmovieron a la República Argentina. Allí se forjaron cuadros como Norma Nassif, en el medio de esas gigantescas luchas de masas,

Tuve la suerte de trabajar con ella, cuando durante años desarrolló tareas en la Secretaría Política de nuestro partido. De entonces recuerdo que fue una de las oradoras en una de las asambleas piqueteras de La Matanza, y que durante el Argentinazo –como se dijo anteriormente y acá muchos compañeros lo pueden ratificar- personalmente dirigió los piquetes y las barricadas que se organizaron en el centro de la ciudad de Buenos Aires, el día del famoso piquetazo nacional llamado Argentinazo.

¿Cómo era Norma? Aquí se la ha descripto. ¿Por qué todos la llamábamos Normita, cariñosamente? Porque tenía un trato cálido, sabía escuchar a los compañeros pacientemente, como aquí se ha dicho, y ayudarlos a resolver sus problemas.

Traje para leer un fragmento de un reportaje a ella, que editó la revista de la Juventud Comunista revolucionaria en 1998, donde dando un gran ejemplo de humildad, dice lo siguiente: Los que estábamos en la cárcel en aquellos años de brutal represión teníamos que tener siempre como punto de referencia a los que estaban afuera, luchando, sufriendo represión y resistiendo, los que estaban peor que nosotros, y no creerte el centro del universo… Porque a camaradas como Gody Álvarez, René Salamanca, Angelito Manfredi, Quebracho y cientos más, los estaban torturando hasta morir, por no entregar un solo secreto del Partido”. Y dijo también Normita en ese reportaje que “la dignidad en la cárcel era defender sus ideas, sus principios”, no aceptar el chantaje, ese chantaje del que se ha hablado aquí, de aquellos compañeros que el 24 de marzo a la noche se asomaron a las ventanas a vivar el golpe de estado, criticando a aquellos que como Normita Nassif habíamos enfrentado el golpe de estado diciendo qué era lo que iba a venir. Y dijo que la dignidad en la cárcel era defender sus ideas, y por eso se mantuvo firme, y rechazó obtener la libertad que le ofrecieron con el derecho de opción, como se llamaba, al igual que otros compañeros nuestros, como Horacio Ciafardini y otros más. Norma  trabajó por la unidad de los que estaban adentro. Ese era el centro de su trabajo en la cárcel. Trabajó poniendo por delante la solidaridad a pesar de las diferencias, porque el enemigo, dice en este reportaje, estaba de la reja para afuera, y no para adentro. Y así fue como le salvó la vida a Carmen Argibay. Sí, compañeros, a la jueza de la Corte Suprema de justicia que acaba de fallecer, mientras estaba presa en la cárcel junto con Normita y sufrió una descompensación –dicen ahora que por esa descompensación la liberaron-, y Norma buscó la medicina que ella tomaba, se la puso en la boca y le salvó la vida. Ese fue el ejemplo de Norma Nassif en la cárcel.

Acá se ha dicho mucho, no quiero abrumarlos. Lo único que quiero decir es lo siguiente. Se ha dicho con corrección –por lo menos yo lo siento así- yo siento como si ella estuviera acá. Y siento que en cada lucha, en cada combate, cada día, Normita está junto a nosotros. Y estoy absolutamente seguro que estará también con nosotros cuando triunfemos, para compartir con nosotros la felicidad de derrotar para siempre al enemigo que oprime al pueblo.