Continuando con un ciclo de actividades iniciado en el mes de mayo, la revista La Marea organizó una segunda mesa-debate para problematizar el fenómeno de las noticias falsas, en este caso referidas a cuestiones científicas en medio de la pandemia del Covid-19. Con el título “Pandemia de fake news en la ciencia”, se transmitió en directo a través de YouTube un panel con la coordinación de Silvia Nassif y la participación de María Victoria Ennis, magister en periodismo, Belén Almejún, bióloga molecular, y Pablo Méndez, politólogo y doctor en filosofía.
“Infodemia” y fake news
María Victoria Ennis, que entre otras cosas es periodista científica e investigadora del Observatorio de Medios de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (Unicen), comenzó explicando que la Organización Mundial de la Salud (OMS) califica de “infodemia” al “exceso de información que abruma, confunde y genera dificultades para distinguir la información valiosa de la innecesaria”. Y en ese sentido, según investigaciones, un alto porcentaje de las noticias falsas que circulan en los medios masivos de comunicación y redes sociales se refiere a cuestiones relacionadas con las ciencias.
En contra de lo que se podría suponer, la mayoría de las fake news se difunden en formato de texto, y no a través de imágenes. Según Ennis, las fake news –entendidas como la mala información intencionalmente difundida– corrompen una herramienta que el periodismo tomó de la ciencia: la evidencia. En este contexto, la ciencia, que como toda práctica social tiene avances y retrocesos, aciertos y errores, es a menudo desacreditada en favor de determinados intereses políticos y económicos.
Para la especialista, es fundamental, desde de la comunicación, “divulgar y popularizar la ciencia, para que todos comprendamos que no es buena ni mala en sí misma, sino que depende de lo que hagamos con ella”.
Científicos contra las fake news
En medio de la llamada “infodemia”, en 2020 un grupo de científicos y científicas decidió reunirse para combatir la influencia de las noticias falsas en la ciencia: así surgió “Ciencia anti-fake news”, según explicó Belén Almejún, inmunóloga investigadora del Conicet y docente de la UBA. La agrupación se propuso, desde el inicio, debatir sobre el abuso que significa que alguien desde un lugar de supuesta autoridad –como puede ser el hecho de haber estudiado y tener un título– haga pasar sus propias opiniones como evidencia científica.
Almejún afirmó que los científicos no son neutrales, y que hay algunos que responden a poderosos intereses políticos y económicos. Los grupos “antivacunas”, por ejemplo –que tienen existencia desde hace tiempo, pero que con la pandemia cobraron mucha notoriedad–, basan sus argumentos en la publicación de un científico llamado Andrew Wakefield, que en la revista The Lancet afirmó que algunas vacunas causaban autismo. Años después se comprobó que el artículo estaba basado en datos falsos, y que el propio Wakefield se encontraba desarrollando una vacuna, con lo cual tenía la intención de desacreditar a las otras vacunas que ya estaban en el mercado.
Según Almejún, el pensamiento crítico es una herramienta muy poderosa para contrarrestar esas mentiras, y para eso la clave es democratizar el saber científico, hacer el conocimiento accesible a los ciudadanos de a pie. La labor de “Ciencia anti-fake news”, basada en la difusión del consenso científico, ha logrado con mucho esfuerzo llegar a muchos medios masivos de comunicación (incluida una nota en el diario Clarín) y ser parte de la campaña de vacunación de la Defensoría del Público.
Según Almejún, quienes difunden noticias falsas en los medios de comunicación deben ser juzgados, ya que de esa forma atentan contra la salud pública y contra el derecho a la información de los ciudadanos.
Democracia y fake news
Pablo Méndez, investigador del Conicet y docente de la UNLA y la UMET, abordó la problemática de las falsas noticias desde el punto de vista social, y afirmó que existe un modus operandi común a todas ellas: apuntan a sensibilizar a la población, funcionan a través de la “viralización” y producen un fuerte efecto condicionante sobre el debate democrático.
Si bien la idea de las fake news está asociada a la falsedad, en realidad están armadas con “fragmentos” de verdad, lo que las hace muy peligrosas, ya que difunden una realidad tergiversada. Pero, según Méndez, las fake news también “crean” una realidad nueva, al exacerbar estados emocionales que producen determinadas conductas en sectores de la población. La información siempre viene acompañada de un componente emocional, y justamente las emociones, la exacerbación de sensibilidades y un contexto de alta incertidumbre –como el actual– son el suelo sobre el cual florecen las falsas noticias.
En opinión de varios especialistas en comunicación, no sería correcto hablar de “infodemia”, ya que esto presupondría que el consumidor de fake news recibe la información pasivamente. Según Méndez, vivimos en un momento histórico en el que todos, de alguna forma, somos al mismo tiempo productores y consumidores de información, y a pesar de que hay sectores determinados que producen intencionalmente esas falsas noticias, la lógica de las redes sociales hace que todos terminemos siendo partícipes de esa maquinaria.
Nuevas actividades de La Marea
Al finalizar las exposiciones, con la moderación de Silvia Nassif, se desarrolló un interesante debate en base a las preguntas y opiniones del público que seguía la transmisión a través de YouTube. La actividad completa se puede ver en la página de La Marea: www.revistalamarea.com.ar
Por último, se anunció, como parte de las actividades de la revista, el lanzamiento de un curso de historia que será dictado por prestigiosos docentes, que en breve se dará a conocer.
Hoy N° 1872 14/07/2021
