“Papá Noel es un personaje trasplantado…” afirmó Cristina Fernández, contraponiéndolo (en su forma binaria de ver las cosas) con la figura de los Reyes Magos, como si en este caso se tratara de personajes autóctonos.
En realidad ambas tradiciones nos vienen del mundo cristiano, de Europa, y están vinculadas al nacimiento de Jesús Cristo, a la llamada Navidad o Natividad, es decir el 25 de diciembre en el calendario actual, el occidental, y el 6 de enero en el que era el calendario oriental hasta hace menos de un siglo. Así quedó el 25 de diciembre como el “Día de la Navidad” (o “Día del Niño”) y el 6 de enero como el “Día de los Reyes”, pues estos habían venido a Belén desde Oriente para adorar al “Niño”.
El relato cristiano nunca aclaró como llegaron los Reyes con sus regalos en la Nochebuena del 24 al 25 de diciembre, y la conmemoración de su llegada quedó el 6 de enero, cuando ya José y María habían partido con el niño a Egipto, apenas horas antes de la masacre de todos los bebés de familias judías en la noche del 28 de diciembre (recordado como el “Día de los Inocentes”).
En cuanto a la tradición, también cristiana, de Papá Noel o Santa Claus trayendo los regalos de Navidad, se origina en el religioso canonizado por la Iglesia como San Nicolás de Bari (Italia), quien según dicha tradición repartía regalos y oro a los pobres el “Día del Niño”.
En realidad, San Nicolás nació en el siglo III en la ciudad griega de Myra, hoy en territorio de Turquía con el nombre de Demre, en la que fue investido obispo. En el siglo XI, sus restos fueron “robados” por marineros italianos y trasladados a la ciudad de Bari, donde reposan en la basílica de San Nicolás. Actualmente, el gobierno de Turquía ha iniciado una campaña por la restitución de sus restos.
