Coto ya es famoso en Paraná por el grado de explotación y abuso a sus empleados: no pagan las horas extras y feriados nacionales de acuerdo al convenio, no les hacen el descuento del 20% en la compra de mercadería, y la persecución a los trabajadores que plantean sus reclamos es rutinaria.
Gabriel Muñoz, delegado del supermercado, encadenado a una de las puertas, le comentó a nuestro corresponsal: “Hace mucho tiempo que venimos planteándole a la empresa nuestros reclamos, y lo único que recibimos son represalias: amenazas de despidos y presión psicológica en el trabajo. Estamos reclamando que se cumpla el artículo 58 del convenio de trabajo que dice que los trabajadores recibirán descuentos en las compras que hagan en su lugar de trabajo, mejores condiciones laborales, recategorizaciones, y una recomposición salarial que nivele el incremento de la canasta. También planteamos que están faltando 30 o 40 trabajadores para hacer el trabajo que se hace”.
Pese a la inflación que ya ronda el 30%, con una canasta familiar arriba de los $ 3.500, los salarios en Coto están entre los $1.200 y $1.500. “Diariamente remarcamos precios y sabemos lo que han aumentado los productos, por eso queremos un aumento de $ 300 ya. El gerente salió patoteando y amenazando a los trabajadores que si paramos nos iban a echar, y ante esta actitud nos vimos obligados de tomar esta medida de bloquear los accesos y encadenarnos en las puertas. Y les pedimos la solidaridad a los vecinos, que no vengan a comprar hoy al supermercado. El acatamiento es del 90% y la decisión se tomo en una asamblea de 120 trabajadores.
“Denunciamos que la empresa trae productos, como de panificación, congelados desde Buenos Aires, y no comprando acá, en beneficio de los productores de la zona, ni un cajón de lechuga. Queremos algo que le haga zafar al trabajador y su familia esta situación de crisis que estamos pasando”, aseguró Muñoz.
