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18 de May de 2022

Con unidad y lucha, docentes y estatales dan vuelta el viento

Paritarias en Río Negro

Las asambleas masivas y el protagonismo de la mayoría permitieron avanzar en la lucha por salarios, desbordando a conducciones sindicales que planteaban aceptar aumentos a la baja. Con marchas, cortes de ruta y ocho paros de febrero a mayo, los trabajadores lograron torcer la voluntad del gobierno de Arabela Carreras y subir la oferta inicial del 16%, al 32% semestral.

Con salarios por debajo de la línea de la pobreza y con un porcentaje del 85% no remunerativo; los docentes junto a los estatales, con el apoyo de trabajadores desocupados y precarizados de la CCC vienen luchando por un salario acorde a la inflación en Río Negro.

El 6 de mayo, una gigantesca movilización de más de 2.500 docentes de la Unión de Trabajadores de la Educación (Unter) con cortes en la Ruta Nacional 22 en Roca marcó el camino. El 9 de mayo, una masiva marcha al puente Ñireco -impulsada por la seccional de ATE que lanzó paro- se hizo sentir en Bariloche; junto a docentes de Unter, hospitalarios de Asspur, familiares de policías y la CCC.

Desde marzo vienen saliendo a las calles como hace más de 15 años no sucedía, para torcer la voluntad del gobierno provincial de Arabela Carreras (JSRN). Los paros y luchas de esa semana coronaron un proceso que fue creciendo desde abajo hacia arriba en toda la provincia y que terminó forzando un cambio. La propuesta de la gobernadora pasó de un 16% de aumento semestral febrero a un 32% en la última mesa paritaria.

El 16% fue un techo derribado por la masiva lucha de los trabajadores, profundamente castigados por la inflación y la situación económica. De ese piso se pasó a un 21%. La no aceptación y rechazo, con distintas medidas de lucha logró arrancarle el 24%. No conformes, se profundizó la pelea durante abril y mayo; a pesar de que las conducciones provinciales de ATE y Unter proponían aceptar.

Fue el ánimo de lucha, el debate colectivo de las masas, el ejercicio de la democracia y la unidad multisectorial de estatales, docentes, policías y trabajadores desocupados, lo que llevó a la gobernadora a ceder y pasar al 32%, el doble de lo que había propuesto al iniciar el año.

“Con esta última propuesta, el gobierno ha tenido que retroceder”, balanceó Egar Actis, dirigente provincial de la agrupación René Salamanca de ATE Bariloche. Dijo que la unidad y la lucha marcaron el camino que permitió avanzar. “En un primer momento, tuvimos una gobernadora que se mostró desafiante, provocadora con respuestas que lejos de aplacar el estado de ánimo y calmar a los estatales y docentes; enardeció y fortaleció la lucha. A pesar de amenazar con los descuentos y agitar fantasmas como el pago de bonos, no logró mermar la lucha, todo lo contrario, se tonificó”, opinó Actis.

Los docentes llevan ya cinco mesas paritarias; ocho jornadas de paros con huelgas de 48 horas, grandes movilizaciones a Casa de Gobierno en Viedma, y regionales en articulación con otros sectores. Les descontaron los paros y una conciliación obligatoria del gobierno intentó aplacar la lucha, pero no lo consiguió.

“Se ha logrado poner por delante necesidades de la educación pública y de los y las trabajadoras por sobre los intereses de las agrupaciones. Eso permitió que superásemos a la conducción provincial (de Unter) que viene pretendiendo aceptar las propuestas del gobierno sin salir a luchar”, aseguró Mercedes Sarín, de la agrupación Violeta en Unter y secretaria adjunta de la seccional Cinco Saltos. “El enojo porque nos descontaron los días de paro más las declaraciones de la gobernadora hicieron que estallara la provincia y que los y las compañeras se volcaran a la calle en los últimos paros del 6 y 9 de mayo”, declaró la docente.

La adhesión a los paros fue casi total llegando al 98% a pesar de los descuentos, que luego la gobernadora se vio forzada a devolver. “Los y las docentes hemos recuperado la calle, muchos están participando otra vez de las medidas de acción y eso es algo que nos ha permitido lograr el 32% y lo que nos tiene que permitir conseguir lo que nos falte”, dijo Sarín.

Por otro lado, en las seccionales donde las conducciones trabajaron durante la pandemia en una línea de unidad con la comunidad educativa (por condiciones edilicias, alimentos y vacunas); es donde recibieron mucho apoyo, como el caso de Cinco Saltos. “Eso demuestra que cuando el sindicato se pone a la cabeza por la unidad con la comunidad, la comunidad responde”.

Además, Sarín analizó que esta lucha volcó la reactivación y participación en las asambleas; así como también el funcionamiento de los cuerpos de delegados en las seccionales, nuevamente. Sin dudas, una de las enseñanzas que deja esta lucha es que no va más el modelo de conducción sindical que “se sienta y negocia con el gobierno en nombre de las bases”; sino que es necesario un sindicato donde el conjunto sea protagonista de la toma de decisiones y de la lucha.

Los trabajadores demostraron que no están dispuestos a ser quienes paguen una crisis que no generaron y que van a seguir peleando por una real recomposición salarial. Sigue la pelea por mejores condiciones de trabajo y porque se salde la deuda con la educación pública, que está en emergencia y que hoy muestra su peor cara con los edificios destruidos, techos que se caen, comedores sin alimentos y presupuestos sub ejecutados.

 

Hoy N° 1913 18/05/2022