La guerra de Rusia en Ucrania afecta a todo el mundo. En Europa la inflación no para de subir, y alcanza niveles históricos en Francia, llegando al 6,2%. Otros países europeos tienen aún más inflación: 10,9% en Alemania, 9,5% en Italia, 9,3% en España. Estos niveles son altísimos comparados con el 1-2% anual que venían teniendo. Los sueldos no paran de perder poder adquisitivo. El pueblo no se queda de brazos cruzados, y sale a luchar.
Uno de los sectores más afectados en Francia es el de la energía, pero las empresas no paran de aumentar sus ganancias, explotando cada vez más a sus empleados. Frente a esto, los trabajadores franceses del sector energético realizaron una lucha que duró más de tres semanas. Reclamaban que se reparta parte de las ganancias por más de 10 mil millones de euros obtenidas durante el primer semestre del año. Estas brutales ganancias fueron repartidas sólo entre accionistas. Además, el presidente y director general de la principal empresa energética empresa del sector (Total Energies) se aumentó el salario en un 52%, y se rehusó a adelantar las negociaciones salariales de 2023, que tenía como objetivo paliar los efectos de la inflación. La lucha de los trabajadores tiene el apoyo de más de la mitad de los franceses.
La medida de fuerza fue tan importante que llegó a haber desabastecimiento de combustible en las estaciones de servicio. Para anular esa lucha, Macrón (presidente de Francia) decretó la conciliación obligatoria. Como respuesta, la CGT francesa y otros tres sindicatos respondieron con el llamado a un paro general, que se realizó el martes 18/10. El paro no fue sólo en defensa del sector energético, sino que reclamó un salario mínimo de 2000 euros (hoy en día es de 1.650 euros). Se sintió con fuerza en la industria y el comercio. También participaron empleados estatales, estudiantes, trabajadores sanitarios, del sector de la energía y de los transportes, entre otros.
Hubo más de 200 manifestaciones en todo el país. La movilización más importante fue en París. Y la CGT anunció que las protestas continuarán en breve. Una auxiliar de enfermería de 53 años, que participaba de las movilizaciones, declaró “Hay que resistir. Todos los derechos están siendo atacados. Si no hacemos nada, no logramos nada”. Y otra colega dijo que tuvo sólo cinco euros de aumento salarial en los últimos cinco años.
Al mismo tiempo que la CGT convocó al paro, más de 200 mil franceses salieron el martes 18/10 a las calles de París y las principales ciudades de Francia. Apoyaron al paro general y a los trabajadores del sector energético. En las movilizaciones reclamaban subir salarios, congelar tarifas de energía, los precios de los productos esenciales y los alquileres. Para poder lograrlo, exigieron más impuestos a los grandes monopolios. También condenaron la indiferencia del gobierno contra el cambio climático. Durante la marcha se rompieron vidrieras de bancos y cajeros automáticos, y la policía reprimió con gases lacrimógenos en París.
Hoy N° 1936 26/10/2022