El paro comenzó el 8/9, tuvo un acatamiento del 90% en todos los hospitales de la provincia y en la mayoría de los CAPS.
El gobierno desató una campaña de aprietes en el hospital Maternidad donde mandó inspectores a controlar y hacer listas de los trabajadores que hacían paro. Ante la presencia de esos personajes, los trabajadores realizaron escudos humanos en la puerta de entrada del hospital para que los inspectores no entren, algunos pudieron entrar por la puerta de atrás, y una vez dentro tuvieron que esconderse en la dirección del hospital para evitar ser increpados por los trabajadores enfurecidos. Luego se tuvieron que retirar con custodia policial y no pudieron realizar los controles. Lo mismo ocurrió en el Hospital Avellaneda donde los inspectores tuvieron que esconderse en la dirección hasta las 2 de la tarde, hasta que el último trabajador se retirara del hospital, porque lo esperaban pacientemente en la puerta de la dirección para hacerle conocer su descontento ante su presencia.
Trabajadores del Hospital del Niños juntaron firmas y panfletearon en el centro, al igual que algunos CAPS, que lo hicieron con los vecinos de los barrios.
El miércoles 9 se realizó una multitudinaria marcha con más de seis mil personas a la Plaza Independencia. La movilización contó con un gran apoyo de la población y de diversas organizaciones sociales y políticas, entre ellas la CCC, jubilados, colegios profesionales, Sindicato Municipal de Aguilares, ATE, CTA, JUP, CEPA, ALDE, MST, PCR. Estuvieron presentes representantes de la Junta Interna del Hospital Garraghan que dejaron su apoyo a nuestra lucha.
En el acto hablaron distintos delegados repudiando al gobierno por su autoritarismo y su silencio ante nuestro pedido por sueldo digno, también se denunciaron las cifras de desnutrición actuales de más de 20 mil niños desnutridos de primer, segundo, y tercer grado, que el gobierno ocultaba en las estadísticas del Siprosa.
El jueves 10 se continuó con actividades de propaganda en la comunidad, quite de colaboración en los hospitales y estado de asamblea permanente en espera de una respuesta del gobierno, ya que las únicas declaraciones que realizó el gobernador fue que no hay plata, porque si da aumento a los trabajadores de la salud el resto de los estatales también le van a pedir aumentos.
La lucha continúa
Durante esta semana el gobierno realizó un descuento promedio en los sueldos de los trabajadores de 800 a 1.200 pesos. A pesar del brutal descuento, la gente se mantuvo firme en la lucha, pero a la vez se abrió un gran debate de cómo continuarla. Hay un sector que plantea ir al todo o nada con un paro total, y otros que planteamos prepararse para una lucha prolongada y por etapas sin descartar ninguna medida de lucha. De acuerdo a la situación y con la idea mantener la unidad de los trabajadores, que hoy se mantiene, seguir profundizando la unidad de distintos sectores sociales que nos apoyan, en una gran multisectorial en defensa de la salud. Evitar todas las medidas divisionistas del gobierno y de algunas fuerzas como el PO que pone el blanco en algunos delegados de hospital y en sectores como los productores del campo que apoyan nuestra lucha, olvidando que el responsable de nuestra situación es el gobierno de Alperovich.
Asamblea y plan de lucha
El viernes 11 se realizaron asambleas en todos los hospitales de la provincia eligiendo sus delegados, con sus respectivos mandatos, para la asamblea general de delegados de todos los hospitales y CAPS de la provincia.
La asamblea resolvió paro por tiempo indeterminado con asistencia y firma, lo que ayuda a no vaciar el hospital, a mantenerse unidos, organizados y en contacto con la comunidad. También se resolvió instalar ollas populares en los hospitales instalando el tema del hambre y la desnutrición. Esta medida se realizará el martes en el Hospital Maternidad cortando la calle al frente del Hospital e invitando a todo el pueblo a participar.
El sábado 12, por intermedio del arzobispo de Tucumán, monseñor Villalba se convocó a una mesa de diálogo entre el gobierno y los delegados de los trabajadores autoconvocados. En dicha reunión no salió ninguna propuesta del gobierno pero el dialogo se mantiene y se llamó para un nuevo encuentro para el 15.
Al cierre de esta edición se realizaba una movilización a Plaza Independencia, y también se hará el 21 de septiembre por el día del sanitarista. Además, se llama sumarse al paro nacional convocado por el Fresposa para el 23 de septiembre en defensa de la salud pública y por mejores condiciones salariales y laborales. La asamblea autoconvocada votó por unanimidad hacer llegar su apoyo y solidaridad a lucha de los trabajadores despedidos de Terrabusi.
