1. Continúa la lucha para enfrentar la emergencia sanitaria
La pandemia sigue castigando al mundo y al pueblo argentino. En nuestro país se aceleró con la expansión de la cepa Ómicron, cuando todavía sigue actuando la variante Delta.
Dentro de este crecimiento de casos, al avanzar el número de vacunados, son pocos los que tienen síntomas graves y necesitan internación. Hay 1.967 personas internadas con Covid y 51 muertes el 10/1. La mayoría son personas no vacunadas, sin esquema completo y también tuvieron complicaciones niños de 3 a 11 años.
En nuestro país el nivel de vacunación es alto: están vacunados con una dosis 38,5 millones de personas (85 de cada 100 personas), con 2 dosis 33,4 millones (73 de cada 100) y con el refuerzo de la tercera dosis 7,2 millones (16 de cada 100).
Seguimos la pelea para acelerar la vacunación (hay 18 millones de dosis disponibles), es la principal medida sanitaria, manteniendo los protocolos de distanciamiento, uso de barbijo, etc. Y jerarquizar los comités de crisis en cada lugar de trabajo, estudio, barrio y zona rural.
El gobierno instaló el pasaporte sanitario para poder participar en distintas actividades. Esto ayudó a fortalecer la lucha popular por la vacunación masiva de quienes no lo habían hecho. Esta medida fue cuestionada por sectores de Juntos por el Cambio en nombre de la “libertad”. Primero cuestionaron las medidas de aislamiento y movilizaron en contra, después cuestionaron las vacunas y ahora cuestionan las medidas que alientan la vacunación.
Seguimos impulsando la lucha por recomponer el salario y mejorar las condiciones de trabajo del personal sanitario. Porque a la hora de la discusión paritaria fue poco reconocido por el Estado y el sistema privado de salud.
Avanzar en el protagonismo popular es clave para enfrentar la nueva ola del Covid-19 y para conquistar la vacuna nacional, para no depender de los condicionamientos de los imperialismos y sus laboratorios.
2. Nueva ola, y siguen las luchas
La nueva ola de la pandemia es un dato también de la política nacional. Sobre cómo enfrentarla hay distintas líneas. Las patronales empresarias nucleadas en la UIA plantean acortar los tiempos de aislamiento para frenar el ausentismo y reclaman realizar “testeos rápidos” privados para apretar a los trabajadores, (¿quién garantiza el control de esos testeos?, que a diferencia de los test PCR, son de dudoso resultado).
Sectores importantes de pymes reclaman que las ART (Aseguradora de Riesgo de Trabajo) vuelvan a cubrir los días de aislamiento por el virus. Los dejaron de reconocer desde el 31 de diciembre, fecha que caducó el decreto que declaraba la emergencia laboral.
En reclamo a estas medidas los trabajadores de Mondelez Pacheco, con su Comisión Interna al frente, desde el 6/1/22 pelean por medidas sanitarias. Y denuncian que ya hay 26 casos positivos y 29 a la espera del hisopado y 27 aislados por contacto estrecho. Esta situación ya aparece en muchas fábricas y lugares de trabajo.
El camino de ser protagonistas de la política uniéndose en la lucha, va creciendo en sectores importantes del pueblo argentino.
Reafirmando este camino es importante jerarquizar a los miles que se movilizaron en todo el país este 20 de diciembre conmemorando los 20 años del Argentinazo.
Es el camino que recorrió el pueblo de Chubut para hacer retroceder el acuerdo del gobernador Arcioni con la minera Panamerican Silver. Es el camino que recorrió el pueblo de Mar del Plata para decirle no a la instalación de un monopolio noruego para explorar petróleo frente a las costas de su ciudad.
Es el camino que siguieron los trabajadores de Concetric en Chivilcoy, que tomaron la fábrica de origen sueco para enfrentar el cierre y defender la fuente laboral.
Es el camino que siguen los trabajadores del Astillero Río Santiago, denunciando que fueron víctimas del plan de Vidal y Macri, cuando hacían declaraciones llamando a “dinamitar el Astillero”.
Y el de las organizaciones que el sábado 8 cortaron el puente Rosario-Victoria en defensa de los humedales.
También reivindicamos a las multisectoriales que siguen denunciando y enfrentando la entrega de la hidrovía a monopolios extranjeros, que el 21 de enero realizan una caravana por la recuperación del Río Paraná y nuestra flota.
Pasaron a ser protagonistas de la política argentina ciento de miles de compañeras y compañeros en todo el país. Las y los que estuvieron en primera fila enfrentando el Covid-19, como trabajadores de la salud, en los merenderos, en las ollas y en todas las tareas necesarias para enfrentar la pandemia. Las luchas de obreros desocupados, ocupados y jubilados por sus salarios y derechos, las de los campesinos pobres que quieren seguir produciendo, la lucha de las naciones y pueblos originarios por sus tierras y territorios, las de las mujeres que conquistaron el aborto legal y hoy reclaman la emergencia en violencia, la lucha de los jóvenes que enfrentan el gatillo fácil y buscan un futuro con trabajo y estudio, la de los pequeños comerciantes, los trabajadores de la cultura y los intelectuales al servicio del pueblo. Todas esas luchas pasaron a ser parte de la política argentina y buscan respuestas.
Los que no vean y jerarquicen esto en el análisis de la política nacional se van a equivocar.
3. La negociación con el FMI
Con el resultado de las elecciones legislativas del 14 de noviembre pasado cambió la correlación de fuerzas en el Congreso Nacional. Si bien a Juntos por el Cambio no le alcanzó para “copar el Congreso”, sí le dio para bloquear los proyectos del Frente de Todos. El gobierno deberá gobernar con decretos de necesidad y urgencia, que pueden terminar en manos de la Corte Suprema de Justicia.
Juntos por el Cambio dejó al gobierno sin la ley de presupuesto como parte de su política de jugar a favor del chantaje yanqui con la deuda, quiere que el gobierno se queme profundizando el ajuste y le pavimente el camino para las elecciones de 2023.
La no aprobación del presupuesto no le impidió al gobierno pagar el 22 de diciembre 1.900 millones de dólares y el 10 de enero otros 700 millones al FMI.
Mientras tanto sigue negociando un acuerdo de pago con el Fondo. Se realizó una reunión de gobernadores a la que no concurrieron las provincias que dirige la oposición. En esa reunión fue muy importante la palabra del gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá: “Negociar con el Fondo, con la catástrofe que significa para los próximos años y la condena a las futuras generaciones, y no denunciar esa deuda como odiosa, como una estafa, es un camino equivocado que no comparto”.
Compartimos esa opinión y seguimos diciendo que la deuda es con el pueblo. Impulsamos una gran campaña de masas y trabajamos para que el pueblo conquiste la suspensión del pago de la deuda externa, se investigue su carácter ilegítimo y fraudulento, y se castigue a los responsables. Llevamos esa discusión a los cuerpos de delegados, sindicatos y los organismos de masa obreros, campesinos, estudiantiles y populares en todo el país para que estos se pronuncien.
4. Los reagrupamientos en el mundo y las rebeliones de los pueblos
El presidente Alberto Fernández pasó a presidir la Celac (Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe) que agrupa a 33 países de la región. Esto causó el descontento de los EEUU y las críticas de la oposición. Este organismo internacional contiene a países considerados terroristas por los yanquis como Cuba, Venezuela y Nicaragua y viene de firmar acuerdos importantes con el imperialismo chino. Esto se da en medio de las negociaciones por la deuda con el FMI, y a un mes del viaje de Alberto Fernández a Pekín.
En Europa del este, en la República de Kazajistán, en medio de las protestas por los precios del gas y demás combustibles, en una semana de movilizaciones, con decenas de muertos y miles de detenidos, una insurrección popular volteó el gobierno destituyendo al presidente. Frente a la revuelta de masas el gobierno dio la orden de tirar a matar a todos los que se movilicen. El gobierno rápidamente contó con el apoyo de China y principalmente de Rusia, que envió tropas especiales y paracaidistas para intentar sofocar y controlar la rebelión.
5. Las disputas por arriba y el ajuste
La aparición del video de la “Gestapo sindical” golpeó al macrismo, al mostrar públicamente como fue ese entramado orquestado y dirigido desde la AFI (Agencia Federal de Inteligencia) dirigida por Arribas (el amigo “con calle” de Macri). No se sabe cuántos videos más habrá, lo que pone nervioso al macrismo.
También hubo diferencias en la coalición macrista en relación a la reunión con el gobierno por la deuda.
“Nosotros contrajimos la deuda y lo menos que tenemos que hacer es ir”, dijo Gerardo Morales, gobernador de Jujuy y nuevo presidente de la UCR, con buenas relaciones con el imperialismo chino.
Los diputados Fernando Iglesias y Wolff, también de Juntos por el Cambio, salieron a cruzarlo violentamente: “estudia, ignorante” dijeron. Mientras tanto Patricia Bullrich se muestra del brazo del fascista Milei. A pesar de estas disputas, siguen siendo un sector muy poderoso que se encuentra muy activo con su política de desgaste al gobierno.
El gobierno llegaría a un acuerdo con empresarios para mantener 1.300 productos de alimentos con aumentos de 6%. Es una medida importante pero insuficiente ante la inflación galopante que provoca hambre, hacha los salarios, sobre todo de los que están en negro, los planes y asignaciones sociales y las jubilaciones. No se investiga la cadena de precios. Por ejemplo, mientras a un productor le pagan $2 el kilo de zanahoria, llega al consumidor a $69.
Anuncian las distribuidoras de gas, como Metrogas, TGS, Naturgy, Camuzzi, aumentos entre 76% y 300%. De esos porcentajes, aproximadamente un tercio se traslada al precio final de las facturas. Pero no se investiga la cadena de precios desde el pozo hasta la cocina. Naturgy en medio año obtuvo un beneficio neto de 484 millones de euros en el primer semestre del año ¡Y quiere más! También se discuten aumentos a las naftas.
6. Profundizar la dependencia o defender la soberanía
El gobierno autorizó la exploración y explotación de petróleo en aguas adentro de Mar del Plata por parte de la empresa noruega Equinor, asociada a YPF y Shell.
Equinor era noruega y, para expandirse, se asoció con capitales ingleses. Una de sus directoras, Anne Drinkwater, fue durante años asesora petrolera de las autoridades ilegítimas de Malvinas.
Frente a la gran movilización del pueblo marplatense el gobierno nacional salió a defender la concesión argumentando que el petróleo era necesario para la generación de energía, y que no iban a haber problemas ambientales.
En primer lugar afecta a nuestra soberanía poniendo en manos vinculadas al imperialismo inglés la exploración de petróleo en las costas de nuestro mar, a la puerta del territorio argentino. Es cierto que el petróleo es imprescindible para la generación de energía, pero justamente por eso es necesario nacionalizarlo ya que mientras se entregan estas exploraciones offshore, los monopolios que controlan el petróleo en el territorio argentino deciden ellos cuánto producen, cuándo producen, cuánto exportan en crudo, y cuándo tapan pozos (incluso de petróleo convencional). Y lo hacen en relación a sus negocios y no a las necesidades de nuestro país.
Cuando en Argentina el barril de petróleo tiene un costo de 7 a 15 dólares, ellos cobran lo que destilan aquí a precio internacional, que es cercano a los 80 dólares, sacando superganancias de los precios de los lubricantes y combustibles, que son uno de los costos que operan sobre la inflación.
Algunos expertos en el tema dicen que: los argumentos de que no hay peligro ecológico son falsos desde el mismo momento que el control y decisión de cómo se opera en el mar está en manos de monopolios asociados al imperialismo inglés, enemigo de nuestra patria.
La reprivatización del dragado y balizamiento de la Hidrovía, donde las empresas monopólicas que nos saquearon impunemente durante 25 años hoy vuelven a entrar por la ventana, es otro paso atrás en la lucha por defender nuestra soberanía
El gobierno concretó con la empresa rusa TMH International la compra de trenes eléctricos por 864 millones de dólares, para el ramal San Martín que no tiene electricidad, y ni siquiera ha licitado la electrificación de su recorrido.
La Argentina fabricó vagones muchos años atrás, ahora se importan hasta los durmientes chinos.
La dependencia es dependencia, sea con el imperialismo que sea, yanquis, chinos, rusos u otros.
En nuestra opinión ceder, ante el chantaje de la deuda, con yanquis y otros imperialismos, a costa de profundizar el ajuste al pueblo y el endeudamiento por generaciones, es equivocado, como pensar que atándonos a otro imperialismo vamos a liberarnos de los yanquis. Ambas son una línea de derrota.
7. Acumular fuerzas para una salida a favor del pueblo
La movilización de masas viene creciendo a lo largo y ancho del país, porque la situación de la clase obrera y el pueblo argentino se agrava día a día. Las luchas siguen porque el pueblo no está dispuesto a seguir pagando la crisis.
Nosotros peleamos que los movimientos de desocupados y jubilados se masifiquen, se unan, se afirmen, y se avance en la práctica de democracia directa, que se eleve el debate político para todas y todos los que habitan nuestro suelo.
Nosotros ¿para qué trabajamos? ¿Cuál es nuestra táctica en este momento?
Llamamos a una gran unidad popular para conquistar las emergencias, por la suspensión e investigación de la deuda y la defensa de la soberanía nacional.
Que se exprese en movilizaciones y pronunciamientos multisectoriales de sindicatos, organizaciones de trabajadores y productores de la ciudad y del campo, de las pymes, los estudiantes, intelectuales, profesionales y demás trabajadores de la cultura.
Y de los compañeros de la CCC, la FNC, el Movimiento de Naciones y Pueblos Originarios en Lucha, a los movimientos de mujeres, los jóvenes de la CEPA, el MUS y el movimiento Ni Un Pibe y Piba Menos por la Droga, los Cayetanos, los compañeros peronistas, radicales, socialistas y todas las fuerzas populares y patrióticas.
Peleamos una gran campaña por la suspensión e investigación de la deuda con el FMI para que las masas la tomen en sus manos, llevando la discusión a los cuerpos de delegados, sindicatos y los organismos de masa obreros, campesinos, estudiantiles y populares en todo el país para que estos se pronuncien.
Somos parte del Frente de Todos, peleamos nuestra independencia dentro del frente único y nos unimos con los sectores peronistas, católicos, populares y democráticos con los que hemos confluido para enfrentar al macrismo, que representa el sector más peligroso para el pueblo y la nación argentina, que cuenta con el apoyo principalmente de los imperialismos yanqui e inglés.
También compartimos este espacio, y golpeamos juntos, con sectores que trabajan para que otro sector de las clases dominantes recupere la hegemonía en la Argentina, recostándose en otros imperialismos, principalmente el chino.
Con esa línea crecimos, avanzamos, somos más conocidos entre las masas y somos respetados por nuestros aliados.
Como se planteó en nuestro último Comité Central de noviembre: “En una situación donde se han agravado los sufrimientos de las masas el punto de partida de nuestra política sigue siendo encabezar las luchas obreras, campesinas, y populares por las necesidades de las masas y la defensa de la soberanía nacional”.
Nacimos con un objetivo grande, que la clase obrera y el pueblo argentino puedan alzarse contra este Estado podrido de las clases dominantes y terminar con el latifundio y la dependencia. Y construir un nuevo Estado que resuelva el pan, la educación, la salud, la vivienda, la tierra para trabajar y todas las necesidades de los que habitan nuestro suelo, abriendo el camino a una sociedad socialista.
En 54 años no nos vendimos, no traicionamos, y seguimos peleando por la Revolución.
Escriben Jacinto Roldán y Ricardo Fierro