Pedro era un orgulloso oriundo del humilde barrio El Mondongo en La Plata, ciudad donde inició una larga militancia, a partir de 1972. En La Plata fue parte del destacamento del Partido y la Juventud que, como dijo el compañero Jacinto Roldán en su despedida, “en el período de la lucha antigolpista, frente a los asesinatos y las detenciones, transformó su dolor en fuerza y llevó a fondo la línea antigolpista de nuestro partido entre las masas.
Pedro era un orgulloso oriundo del humilde barrio El Mondongo en La Plata, ciudad donde inició una larga militancia, a partir de 1972. En La Plata fue parte del destacamento del Partido y la Juventud que, como dijo el compañero Jacinto Roldán en su despedida, “en el período de la lucha antigolpista, frente a los asesinatos y las detenciones, transformó su dolor en fuerza y llevó a fondo la línea antigolpista de nuestro partido entre las masas.
“En la época de la dictadura fascista de Videla-Viola fue perseguido, y en condiciones muy difíciles, encabezó la reconstrucción de la Juventud Comunista Revolucionaria de La Plata”.
Pedro fue designado secretario nacional de la JCR en 1985, en donde estuvo por diez años. Luego fue destinado por el Partido a la zona noroeste del Gran Buenos Aires, zona que dirigió hasta su fallecimiento.
Queremos recordarlo, y acompañar en estas horas a su familia y a sus compañeros, con las palabras de Jacinto Roldán: “El gordo Pedro era un hombre con virtudes y defectos como todos nosotros. Cuando alguien muere se hace el balance de su vida. En la vida de cada uno de nosotros, en la vida de todo el mundo, hay dos columnas, una es el debe y la otra es el haber; y se ponen en la balanza. En la vida de Pedro, lo principal es que nunca abandonó la lucha. Convencido del camino que eligió, convencido de que vale la pena la lucha por la revolución y de que el Partido Comunista Revolucionario era su partido”.
