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20 de January de 2016

Reproducimos completo este importante documento de los compañeros vinculados al trabajo petrolero en distintas provincias argentinas. El mismo está siendo utilizado como base de propuestas de lucha en la oleada de conflictos que recorre nuestro país.

Petroleros: ni un solo despido

Que paguen las empresas imperialistas

 
Cambios en el mercado mundial de crudo y en la disputa interimperialista
A partir del desarrollo intensivo del shale oil y shale gas en EEUU, y el desarrollo económico de China, los EEUU dejaron de ser los principales compradores de petróleo en el mundo, y el mercado asiático ocupa ese lugar.

 
Cambios en el mercado mundial de crudo y en la disputa interimperialista
A partir del desarrollo intensivo del shale oil y shale gas en EEUU, y el desarrollo económico de China, los EEUU dejaron de ser los principales compradores de petróleo en el mundo, y el mercado asiático ocupa ese lugar.
Frente a este cambio se ha agudizado la disputa por el mercado asiático. Esta disputa la protagoniza Rusia, que ha superado por primera vez a Arabia Saudita en la venta de petróleo a China, han firmado múltiples acuerdos entre China y Rusia, entre los que se destacan el de Gazprom con CNPC, para el suministro de gas por 35 años. Pero lo más significativo es la construcción de un gasoducto que comunique ambos países. 
 Arabia Saudita representa el 16% de las importaciones chinas y un 23% de las importaciones asiáticas, utiliza la herramienta del precio del petróleo para mantener a raya a sus competidores, y así disputar su cuota de mercado en esta zona. Con la baja del precio de crudo, la construcción del oleoducto de Rusia a China quedó en el aire, y obligó a Rusia a ajustar su presupuesto. La baja del precio golpea también el desarrollo del shale oil y el de aguas profundas, (como los de Presal en Brasil).
En todo este escenario de disputa entre las grandes potencias, la posición que sostiene Arabia Saudita en la OPEP de negarse a bajar la producción para no perder cuotas de mercado, ha confluido con la política del imperialismo yanqui que impulsa Obama, ya que la baja del precio del barril golpea principalmente a Rusia, como también a Venezuela, Irán (que vuelve al mercado petrolero) y otros países enfrentados con EEUU.
Otro aspecto a tener en cuenta es que la política impulsada por Arabia Saudita también golpea a los grandes monopolios yanquis de la industria petrolera.
La magnitud de la crisis en la industria petrolera mundial la dan los anuncios de las principales compañías petroleras yanquis y de otros países, y la cantidad de equipos de perforación que salieron de la actividad entre 2014 y 2015 en el mundo. Esto provocó el despido de más de 220.000 trabajadores en EEUU en los últimos 14 meses (Revista Petroquímica, diciembre 2015).
La empresa de servicios más grande del mundo, Schlumberger, a través de su CEO Paal Kibsgaad, anunció que sus ganancias cayeron casi un 50% en el tercer cuatrimestre de 2015 debido a la caída del precio del petróleo. La empresa ya lleva recortados unos 20.000 empleos que representan el 15% de su fuerza laboral. Además, se espera la caída de otros puestos de empleo (Diario Río Negro, 17/10/2015.)
Exxon Mobil redujo prácticamente a la mitad su beneficio en el tercer trimestre del año, de los 8100 millones de dólares que ganó en septiembre de 2014 a los 4200 millones que se anotó entre julio y septiembre de 2015, es decir un 47% menos. (Revista Energia16. 30/10/2015).
Chevron despidió 7.000 empleados y reducirá un 25% su presupuesto para el 2016. Y estima que los ajustes seguirán en marcha para el 2017 y 2018. (Diario Río Negro, 30/10/2015).
Así también el otro gigante yanqui Halliburton, la inglesa BP, la anglo-holandesa Shell han reducido sus proyectos de inversión en todo el mundo, y se calcula una reducción de unos 100.000 millones de dólares en proyectos de inversión según la consultora noruega Rystad Energy. Y según Ernest y Young 200.000 millones de dólares.
La tendencia es que el precio del crudo se mantendrá por un tiempo relativamente prolongado en estos niveles o baje aún más, ya que sigue cayendo la economía china, e Irán incorporará un importante caudal de petróleo al mercado al levantarse las sanciones económicas después del acuerdo nuclear con EEUU.
Esta crisis que está en curso también se ve reflejada en que no está claro cómo se pagarán las enormes deudas contraídas con los bancos que financiaron el desarrollo del shale.
 
Lo que deja el kirchnerismo en materia hidrocarburífera
1. Pérdida del autoabastecimiento con un fuerte déficit de la balanza energética, que a su vez afectó la balanza comercial, debido al saqueo de los monopolios imperialistas. Si bien YPF SA y Pan American aumentaron la producción siguió la caída de la producción global de petróleo y gas.
2. Ley de Hidrocarburos a medida de las grandes petroleras, que permitió por ejemplo a la provincia de Chubut nuevas concesiones con regalías a la baja de 5% cuando en la anterior el mínimo era de 12%. 
3. Escandalosas concesiones de nuestras áreas petroleras como el contrato de Cerro Dragón (Chubut 95% y Santa Cruz 5%) firmado en el gobierno de Néstor Kirchner en el 2007, por Mario Das Neves y Carlos Bulgheroni por 40 años, casi a perpetuidad, eximiéndolos de los compromisos de inversión cuando el precio del barril caiga por debajo de 60 dólares.
4. Una YPF SA manejada y hegemonizada por personeros de Schlumberger, con un endeudamiento de 5.000 millones de deuda en dólares, 14.000 millones de deuda en pesos y un combustible caro en los surtidores.
5. Un proyecto de “no convencionales” como Vaca Muerta, con contratos secretos con Chevron, impuesto desde afuera e inviable para nuestro país con este valor del barril, donde el costoso proceso o curva de aprendizaje lo está haciendo YPF SA y lo paga todo el pueblo argentino en el surtidor, mientras las grandes petroleras del mundo se aseguran áreas sobre nuestros recursos no convencionales con escasísimas inversiones. 
En estos 12 años se mantuvo la matriz energética de nuestro país, en donde el 84% proviene del petróleo y el gas (como muestra el gráfico), y la estructura dependiente donde el 70% de la actividad hidrocarburífera está en manos de monopolios privados y principalmente extranjeros.
 
El gobierno de Macri y la política petrolera 
El gobierno de Macri, como hizo en otras áreas de gobierno, nombró: 
  • Ministro de Energía a Juan José Aranguren, ex CEO de la anglo holandesa Shell en nuestro país, uno de los grandes monopolios mundiales. 
  • Secretario de Recursos Hidrocarburíferos, manejando el petróleo y gas, a José Luis Sureda, un hombre de Bulgheroni y gerente de ventas de Pan American Energy (PAE). 
  • Subsecretario de Refinerías y Comercialización a Pablo Popik de Axion Energy (refinadora de Bridas: de los Bulgheroni y la china Cnooc).
  • Subsecretario Exploración y Producción a Marcos Pourteau, ex  de la Total (francesa). 
  • Secretario de Planificación Energética a Daniel Redondo, ex gerente de Exxon (Esso) en Argentina. 
  • En Enarsa (offshore y compras de gas) nombró a Hugo Balboa, ex gerente de Axion Energy (Bridas).
Mantendrán, al menos por ahora, al frente de YPF SA a Miguel Galuccio, el personero de la norteamericana Schlumberger. 
El gobierno apunta a profundizar la aplicación de la Ley “Corta” que promulgó Néstor Kirchner en 2006, feudalizando aún más la política petrolera entre las compañías y las provincias. Con ese objetivo disolvió la Comisión de planificación y coordinación estratégica del plan nacional de inversiones hidrocarburíferas que creó el kirchnerismo, derogando 17 artículos de su reglamento entre ellos, la exigencia de auditar y fiscalizar el cumplimiento de las inversiones de las empresas, como la garantía de abastecimiento de combustible por parte de las refinadoras.
Después de forcejeos y negociaciones con las provincias productoras, Aranguren acordó que se seguirá pagando el barril más caro del mundo. Se mantendrá el “precio sostén” a las operadoras de área (YPF SA, PAE, Sinopec, Total) con el llamado “barril criollo” que tendrá variaciones de acuerdo al valor del dólar.
Con el nuevo precio del barril interno de 67,5 (petróleo liviano) y 54,9 dólares (petróleo pesado) respectivamente, ahora las operadoras recibirán más pesos que antes de la devaluación. Y llevarían el precio del gas en boca de pozo de un promedio de 3 a 5,80 dólares el millón de BTU.
 Si con un precio de 77 dólares el barril y un dólar a 9,40 recibían 723,80 pesos, ahora con un barril a 67,5 dólares y un dólar a 14 pesos recibirán 945 pesos por barril. Mientras, los salarios y otros costos internos son en pesos devaluados. 
Este precio sostén lo paga el conjunto del pueblo y la producción nacional pagando más caros los combustibles. El precio internacional del barril es de 33 dólares y aquí se paga 67,5 dólares (el liviano) la diferencia es de 33,5 dólares por barril. Argentina produce cerca de 200 millones de barriles por año, lo que significa un subsidio anual a las operadoras petroleras, principalmente extranjeras, cercano a los 6.000 millones de dólares. 
Esto es por encima de las ganancias de las operadoras ya que el costo de producción del barril es de 15 dólares (golfo San Jorge) del cual el costo laboral representa el 1,5% de ese costo. Y teniendo en cuenta, como venimos denunciando, que las operadoras pagan las regalías petroleras “a simple declaración jurada”, o sea de acuerdo “a lo que ellas mismas declaran que produjeron” sin ningún control: Un verdadero saqueo de nuestras riquezas estratégicas. 
 
Quieren seguir descargando el ajuste sobre los trabajadores y el pueblo
Mientras se garantizan gigantescas ganancias a las operadoras de área, pese a la baja del barril, desde hace meses se impone un brutal ajuste sobre los trabajadores petroleros, despidos encubiertos bajo la modalidad de “retiros voluntarios”, más de 700 en los yacimientos de la cuenca neuquina y 2.000 en Chubut y Santa Cruz: en las contratistas, y subcontratistas de los distintos gremios (petroleros, construcción, camioneros, metalúrgicos). Además las operadoras presionan a las contratistas y subcontratistas (pymes regionales) a achicar los valores de los contratos. 
Recortes de salarios en empresas de servicios especiales. Compañeros que quedan en la base por retiro de equipos de perforación y terminación de los yacimientos. Vacaciones anticipadas y pretensión de bajar costo laboral modificando conquistas del convenio colectivo de trabajo o la eliminación del cuarto boca de pozo como pretende Pan American. 
Hay una gran inquietud y preocupación entre los compañeros petroleros, y también hay una gran disposición a la lucha para no pagar los platos rotos de esta política antinacional y antipopular. 
Fueron los petroleros de Las Heras (Santa Cruz Norte) de Huinoil, AESA, Oil, SAI y otras empresas los que llevaron adelante más 50 días de paro contra los despidos y por haberes mal liquidados, pasándole por encima a la conducción traidora de Claudio Vidal.
En Comodoro salieron a la lucha Burgwardt, General Electric, Pecom Energia (ex-Skanska) y San Antonio por encima de la traición del “Loma” Ávila, que aceptó mansamente la baja de 15 equipos de perforación y 26 de workovwer de PAE. “con vacaciones anticipadas”. Y ya con el triunfo de Das Neves a gobernador, se acomodó como funcionario dasnevista en Petrominera Chubut, siendo a la vez secretario del sindicato Chubut.
 
Hay otro camino
Ni un solo despido. ¡Que paguen Pan American, Chevron, Sinopec y demás operadoras imperialistas!
Necesitamos una salida popular a la crisis, recuperando la renta petrolera con otra política: Para que la crisis petrolera no la paguemos los trabajadores, ni las arcas de las provincias, ni nuestro país. Es necesario terminar con el saqueo y la superexplotación. Para que la gigantesca renta petrolera, que hoy se llevan los monopolios extranjeros, sirva para garantizar el autoabastecimiento, la soberanía nacional y un desarrollo industrial independiente, volviendo al camino de la YPF de Mosconi y demás patriotas. 
Esto es posible, como demuestra la experiencia de Bolivia con el gobierno de Evo Morales que les cobra a las operadoras extranjeras el 50% del total de la producción de petróleo y gas de regalías, y ninguna se fue del país.
Se ha demostrado que seguir dando concesiones a los monopolios extranjeros, no para los despidos y el ajuste. Es decir que por este camino el pueblo paga un combustible caro, y las operadoras ajustan, despiden y descargan la crisis internacional sobre el pueblo argentino, mientras se hacen de la renta petrolera.
 
Luchemos unidos por:
  • Ni un solo despido: reincorporación de todos los despedidos: Que se promulgue una ley de emergencia laboral que pare las suspensiones y despidos por el tiempo que dure la crisis.
  • Estatizar los yacimientos y recuperar nuestro petróleo. Esto significa recuperar la totalidad de los yacimientos otorgados a las operadoras imperialistas, anulando los contratos a los monopolios Chevron, Pan American Energy, Total, Sinopec, etc., por atentar contra nuestra soberanía y siendo que hay sobrados motivos de incumplimiento de los mismos.
  • Por una YPF 100% estatal y federal, única operadora de los yacimientos y controlada por los trabajadores, técnicos, profesionales. De esta manera podremos recuperar la totalidad de la renta para afrontar esta crisis del petróleo y garantizar nuestro desarrollo soberano e independiente. Garantizar las 8 horas de trabajo, sin reducción salarial, en los equipos de torre, lo que permitiría incorporar otro turno de trabajo. Terminar con los infernales turnos de 12, 14 , 16 horas de trabajo y la gran cantidad de accidentes en los yacimientos.