Con el operario cobrando un salario de bolsillo de $ 904, categoría que según Antonio Caló, tienen "un 40% de los trabajadores de nuestro gremio, a pesar de hacer tareas de oficial", hostigado por las luchas que por abajo se vienen produciendo por mejorar estos salarios de hambre, menores aún a la línea de la pobreza mentirosa del "IndeK" y necesitado de mostrar algún resultado en las paritarias que posicione a la UOM para alcanzar la Secretaría Adjunta de la CGT, el Secretariado Nacional dispuso convocar a un plan de lucha.
El lunes 21 de abril asamblea en las fábricas, el 22 paro de una hora por turno y el lunes 28, 15 minutos de paro por hora de trabajo.
Más que un plan de lucha, parece un plan de súplica al ministro de Trabajo para que avale ante las patronales un aumento de "algunos puntos superior al que consiguieron los camioneros" y a las patronales para que entiendan "que este es un año electoral entre los metalúrgicos" y que con estos salarios no se puede frenar el odio que crece por abajo.
Atrapados por su política de obediencia debida
Si hay un gremio que ha seguido con una obediencia ciega los deseos de los gobiernos "K", ese es la UOM, por eso Cristina "K" quiere a Caló, secretario general del gremio, en la CGT.
Año tras año firmaron acuerdos dentro los límites que fue marcando el gobierno nacional, y cada año los empresarios los "llevaron como chicos para el colegio" cuando se sentaron a negociar.
Así nos quitaron, en el 2005, parte de la diferencia que tuvimos siempre los trabajadores del Laudo 29, en el 2006 se comieron un mes del aumento y en el 2007 se dieron el gusto de pagar los $ 200 no remunerativos en dos cuotas, la última en febrero de este año. Una verdadera vergüenza que ofende las mejores tradiciones de nuestro gremio.
Este año como los demás, los metalúrgicos nos enteramos del pedido que realizó la UOM por los diarios. Un pedido confuso, mentiroso. Dijeron que habían pedido $ 1.600 para la categoría menor, la de operario, igual a $ 8 por hora, pero eso equivale a un salario mensual de $ 1.488 porque los metalúrgicos trabajamos en promedio 186 horas mensuales y no 200 horas.
Aceptaron empezar a negociar un primer ofrecimiento del 12%, vergonzoso, que les permitió a las patronales "hacer un gran esfuerzo" para llegar al 19,5%, la cifra que fijó el gobierno, y ahora tienen que pedirle al ministro de Trabajo que los ayude a superar ese porcentaje porque así van seguir manteniendo el salario de bolsillo del peón por debajo de la línea de la pobreza que SEL (consultora para empresas) fijó en enero de este año en $ 1.185.
Por eso ahora están atrapados por su política de obediencia hacia el gobierno y complacencia con las patronales, por un lado y por el otro, por la bronca que crece en cada fábrica, en cada taller.
Desbordar como el campo y los bancarios
Solo desbordando desde abajo a esta dirección sindical se podrá imponer un verdadero plan de lucha y un salario igual a la canasta familiar.
Los bancarios consiguieron con sus movilizaciones imponerle a Zanola que el aumento fuera en una sola cuota y no menor para nadie a $ 500. Pero además los Bancos Nación, Provincia y Ciudad que estuvieron a la cabeza de la lucha consiguieron una recategorización de todos los trabajadores que mejora aún más sus salarios hasta alcanzar la canasta familiar.
El campo desbordó a sus direcciones gremiales y están imponiendo desde abajo el ritmo de las negociaciones, "consulten antes de meter la pata" previnieron los chacareros de la Federación Agraria a sus dirigentes.
Desbordaron los metalúrgicos de Aluar el año pasado cuando pidieron 45% más de aumento. Allí donde se mejoraron adicionales, categorías y condiciones de trabajo no se hizo al margen, en la mayoría de los casos, de las direcciones sindicales locales.
Desbordaron los trabajadores de Brieke, GAFA, Motomel, Siderar San Luis, que lucharon por mejores salarios y representaciones sindicales honestas y combativas.
Solo tomando en nuestras manos el plan de lucha por condiciones salariales que nos garanticen alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte, vacaciones y esparcimiento, como dice el art. 116 de la Ley de Contrato de Trabajo, vamos a poder avanzar hacia los $ 3.200 que necesita todo trabajador.
Es un buen momento para pechar, porque se han agudizado las contradicciones entre los de arriba, porque se descose el modelo económico del matrimonio "K", amenazado por la crisis en EEUU, la creciente inflación y los fondos que necesitan para seguir subsidiando a sus socios.
Por eso empujamos la lucha en las asambleas del lunes, garantizando que el paro sea activo y no un saludo a la bandera como quiere la UOM. Coordinar desde abajo con movilización y corte de rutas y levantar una consigna que una a los metalúrgicos, en el camino de alcanzar un salario igual a la canasta familiar, en una sola cuota y reajustable por la inflación, categorías para todos los metalúrgicos, efectivización de los contratados y trabajadores de agencia.