Tenemos que seguir el ejemplo de nuestra heroica lucha en la fábrica, cuando nos plantamos ese 18 de agosto del año pasado contra los 156 despidos (con causas inventadas por los yanquis) y contra el terrible ajuste que querían hacer pasar: cerrar un turno, dejar 750 compañeros en las calles y bajar las conquistas que tantas luchas nos llevó para hacerles abrir la mano.
Se lo paramos, y ahora vuelven a la carga, con la mentalidad negrera que tienen de creer que han “pacificado” a los trabajadores de Terrabusi, como ha dicho el director de Recursos Humanos Prendoné Pita en el diario La Nación el 24/1.
La Kraft ha puesto en marcha una campaña de propaganda dentro de la planta, queriendo cambiar su fachada: ponen carteles diciendo que está todo bien, que “somos una familia”. Sacan volantes dando posición ante hechos que ocurren, y con su revista mensual “Panorama” quieren mostrar que son buenos empleadores, que ayudan a los empleados y a la comunidad.
Crece la superexplotación
Pero la realidad es que los ritmos de trabajo son altísimos. Hay menos compañeras en sus puestos de trabajo, y recortes en los horarios de descanso, comedor, baños, duchas, etc. Están nuevamente con récords de producción en algunos productos como Cerealitas, Express, Variedad, Rhodesia, Pepitos, Oreo, Merengada, Melba. Han hecho 10.000 toneladas mensuales, cifra histórica para la época de vacaciones. Cerraron el año 2009 con una ganancia de más de 1.000 millones de pesos ¡una barbaridad! De eso, sólo el 8% va a los salarios, cargas sociales, seguros, etc.
La Kraft Foods acaba de comprar -en 19.700 millones de dólares- el monopolio inglés Cadbury, una de las líderes mundiales en fabricación de chocolates, que en Argentina tiene la fábrica Stani. Juntos van a tener una facturación anual de 49.000 millones de dólares, la misma cifra que embolsa su socia tabacalera Philips Morris.
Prendoné Pita dice que van a dar un aumento del 14% en las paritarias 2010, ¿en cuotas? Nuestros salarios son de promedio $ 10 la hora. Con los premios, antigüedad, etc. estamos ente $ 2.500 y $ 3.000 mensuales, cuando la canasta familiar mensual es de $ 4.800. En EEUU, un obrero de Kraft gana 4.000 dólares mensuales. Ese es el negocio redondo de esta patronal imperialista en la Argentina, que actúa con el visto bueno de los K -que además lo subsidian- las cámaras empresariales y los jerarcas sindicales.
Reflexiones clasistas
Fue para nosotros los clasistas, los que encabezamos realmente los 38 días de huelga, un golpe muy duro haber perdido la conducción de la Comisión Interna. Pese a lo que muchos dijeron, no renunciamos al trabajo y menos a la lucha, estamos junto a nuestros compañeros en las líneas de producción. Ellos también están muy contentos de tenernos “¡Vuelvan Ramón, Jorge, Alfonso, María!”, nos dicen.
La Kraft nos vigila permanentemente, como hace con el compañero Bogado, rodeado todo el tiempo por jefes y personal de vigilancia para que no salga del “corralito”. La patronal trata de evitar que nos vinculemos con los trabajadores. Y estamos reflexionando con los compañeros acerca de los aciertos, que los tuvimos, y también de los errores que tuvimos. Una gran cantidad dicen sinceramente que se equivocaron al votar a la otra lista, que predominó en ellos la confusión.
Sobre las elecciones de delegados
La dirección del STIA, Daer, que como todos sabemos venía borrado, sorpresivamente, tomando pedidos nuestros y sobre la base de la lucha, convocó a elecciones de 18 delegados por departamento, aduciendo que el ministro de Trabajo Tomada le acepta 1 delegado cada 100 trabajadores. En la convocatoria dice que tiene que restar los 11 de la Comisión Interna, y que en los sectores donde hay representantes de la misma, no se elige.
Publica la convocatoria en las carteleras de planta, da 10 días de plazo para que se presenten los candidatos, que tienen que ser afiliados. La duración del mandato es por dos años. Por las vacaciones realizarían la elección en 3 etapas: 26/1: Producción y Mantenimiento; 25/2: Depósito, Almacenes, Chocolate, Pastas; y el 11/3 en el piso de Envasamiento.
Por otro lado, la Comisión Interna del PTS venía eligiendo a dedo, clandestinamente, “delegados” para su agrupación, que no son representativos y de los cuales los compañeros de la fábrica ni estaban enterados. Esta Interna avaló, porque se borraron, que nos quitaran el plus anual y las licencias por las fiestas, lo que significó un “ahorro” para la Kraft de 4 millones de pesos. No hicieron asambleas ante los avances de la patronal, que nos viene quitando las ropas de trabajo, herramientas, toallas, baja la calidad en el menú del comedor y refrigerios, y suspende y despide compañeros por “mala conducta” en Producción, Depósito, y Envasamiento.
El colmo fue con el despido de 2 compañeras de Envasamiento turno noche, por discutir por trabajo. Ante el pedido de una de ellas de que actúe la Comisión Interna, mientras se encontraba en el portón de ingreso con el telegrama de despido, le contestaron que “primero tenía que reunirse toda la Interna para evaluar”. Al otro día, cuando la compañera se volvió a presentar, la Interna le respondió que “en puteríos no se metía”.
En esta situación era complicado resolver si nos presentábamos a la elección de delegados llamada por el STIA, porque es una convocatoria sin asamblea en los sectores ni general, restrictiva, y no cubre todas las secciones. A la vez, es histórico que después de 16 años Daer convoque a elecciones de delegados, y es producto de la gran lucha del 2009.
Los compañeros, muy indignados con la posición de la Interna frente a los nuevos despidos, ante la consulta de qué les parecía presentarnos como delegados, dieron rápidamente mandato: “ni lo duden, es un gran paso que vuelvan”, “con todas las causas penales que ustedes tienen y Hermosilla ninguna, conviene que se presenten”.
Esta Interna que dice oponerse a todo, es pura cháchara. Disparan de los despedidos que están en las carpas peleando por su reincorporación, cuando se llenaron la boca en la campaña diciendo “todos adentro” y “basta de explotación en los tres turnos”.
Un programa para luchar
El 26 de enero a las 11 de la mañana, la mitad del Consejo Directivo del STIA, funcionarios del Ministerio de Trabajo, escribanos, abogados, con las urnas debajo del brazo se presentaron para hacer las elecciones en planta.
Apareció la patronal con el gerente de RRHH Horacio Martínez y abogados del estudio De Diego, formaron un cordón de 40 personas de vigilancia y policías, y no les permitieron el ingreso planteando que desconocían las elecciones y que eran ilegales. “¿Con qué derecho -comentaban los trabajadores- se mete la empresa a decidir sobre si corresponde elegir o no?”.
Este nuevo atropello aumenta el odio de los compañeros hacia los yanquis, volvimos a escuchar: “No quieren que vuelvan ustedes”; “El Sindicato y la Interna tienen que parar”. Estos son comentarios de los pibes y pibas, los mismos que se juntan todos los sábados en las carpas en las distintas iniciativas que hacen los despedidos.
El Sindicato plantea hacer una denuncia administrativa ministerial y el “sumarísimo laboral”, sabiendo que la Kraft nunca acató resoluciones legales. ¿Qué va a decir ahora la Interna, que se quiso poner en víctima diciendo que esta convocatoria era una maniobra de Daer y la Kraft contra ellos?
Nosotros planteamos acompañar con asambleas por sector (fue donde dieron el aval para que se presenten los candidatos) y asamblea general para que decidan los 2.700 trabajadores de Kraft.
Planteamos: Paritarias y $ 800 ya. Salario igual a la canasta familiar, hoy de $ 4.800. Categorías. Pliego reivindicativo por sector. Blanqueo de los tercerizados. Elecciones ya de los delegados dentro de planta. Ante la fusión con Cadbury Stani: no a los despidos.
Reincorporación de los compañeros despedidos injustamente por los yanquis. Urgente aporte al fondo de lucha. No al desafuero de los compañeros que dirigieron el conflicto.
Por estos puntos, proponemos un plan de lucha y paro de toda la alimentación.
