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15 de November de 2023

Eduardo Lualdi

Poemas palestinos

Reproducimos dos recientes poemas escritos por el compañero Eduardo Lualdi, publicados en clubdeescritura.com

Nakba

Tomo esta flor que sangra. Es de un jardín

que luce miles de pétalos de piel cetrina.

La luna en su membrana reencarna noche a noche

en la luz de una tumba inapelable,

de lunes a lunes, día a día, noche a noche,

semana tras semana, aherrojadas de furias

hasta que no queda más que huesos y llantos

esparcidos como rotos diamantes por la patria.

 

Un criadero de muerte sigue a las sombras

de los que huyen abriéndose camino entre lamentos.

Si no cayeran bombas, tantas semillas germinarían

llenas de risas y de lágrimas. Echarían raíces

entre las hondas intimidades de la tierra.

Pero la vida fuga como un pequeño insecto entre las ruinas.

Los horizontes se colman de muertos sustantivos,

del tamaño de un grito, de una pupila negra,

de un suspiro a palos, de apenas el clamor de la chispa

que alumbra la inocente sustancial infantil

que muere en la quemadura del hierro incandescente.

¡Son miles de niños condenados!

 

Antes de la alucinación mortal de los verdugos

en la condensación sudorosa de los Merkava,

Dier Yassin retorna con su ferviente Rothschild

y su cosecha de niñas y niños muertos. Entonces Netanyahu

repite forajido el salmo de los exterminadores

de una Biblia que reparte la muerte hasta los tuétanos.

 

Si no es la lucha, sobrevendrá la caverna,

el corazón baldío muriéndose de pena entre cadenas

ilimitadas, a puñetazos e impávido quién sabe

dejando de latir sin más remedio antes de ser esclavo.

 

Palestina será libre, brotarán de su llanto

ya no flores de sangre, y sus niños

verán rodar los amaneceres por sus calles.

Palestina será libre. Será el fin de la nakba.

07/11/2023

 

Palestina vencerá

Combatiente: el mundo admira tu batalla.

Sales de las profundidades de la tierra

y echas a calcinar los tanques a infiernazos

que arden atados a la tierra invadida

y cuecen en sus metálicos sucuchos a los verdugos

de pálidos rostros de palomas. Palestino,

sabes de tu tierra los secretos cavados

cada noche hasta romper tus dedos fidedignos,

y construir un reino subterráneo de esperanzas

en este mundo de dolores. Flamea tu bandera

atada a la abundancia de un tórrido humo enrojecido

al pie de la minúscula trinchera hundida

entre la extrema dureza de la piedra.

Surge de tu brazo armado la universal granada

contra el acero blindado hasta los dientes.

La atmósfera se envuelve infausta

en la dinamitera lluvia que vomitan

súbitos misiles contra tus hospitales

y refugios. Asaltan tus escuelas, tus mezquitas,

rompen tus casas por la espalda y tú,

honesto hombre combatiente,

a quemarropa asaltas la sangría

y, aun tullido, en la batalla atroz

cambias el curso de la guerra sin parpadear

apenas, mirando de frente el giro de la muerte.

En los papeles del mundo se ha escrito

sobre ese hombre valiente. Padre, hijo,

hermano, guerrero en la Franja de Gaza,

a pedazos todos llenan de palabras tus hazañas,

y entonan tus canciones. ¡Palestina vencerá!

Está escrito en inmensos paredones.

¡Palestina vencerá! ¡Gritos! ¡Gritos!

En los hemisferios del peligro

las voces repiten ¡Palestina vencerá!

Y van andando por todas las capitales

que aprenden con ansias los himnos de tu lucha.

Franja de Gaza, toda la poesía en ti,

el retoño del libro, la espuma de polvo

donde la sangre se solivianta contra los invasores,

el agua escasa y el metal y la sandalia

y la emblemática kufiya envolviendo la cabeza

para siempre, hasta la victoria. ¡Franja de Gaza!

¡Vencerás!

07/11/2023

 

Hoy N° 1987 15/11/2023