El miércoles 15 de julio, mientras miles de desocupados marchaban por el centro porteño reclamando soluciones, en los medios de comunicación se hablaba de la importancia del “diálogo” convocado por la presidenta. Horas antes se conocía, por un informe de la Universidad Católica, que el 55% de las familias argentinas compra menos comida que el año pasado debido al alza de los precios.
Ese día, la CCC y el MIJP del Conurbano y la Capital Federal, junto a organizaciones como el FTV Disidente, el MTD Matanza, la OTR, Amas de Casa del País, integrantes de la Comisión Interna de Terrabusi, concejales del GEN, docentes de la Azul y Blanca, dirigentes autoconvocados agropecuarios, entre otros, encabezaron una marcha multisectorial “por la emergencia sanitaria nacional y la emergencia social de cuatro millones de indigentes”.
La gran columna, con muchas compañeras y compañeros con sus rostros cubiertos con barbijos, se dirigió primero a los Ministerios de Salud y de Desarrollo Social, cortando uno de los carriles centrales de la Av. 9 de Julio. Allí conversamos con algunos de los dirigentes presentes. El diputado nacional de la Coalición Cívica Héctor “Toti” Flores nos decía que “Esta marcha es para recordarle al gobierno que ha sufrido una paliza. Además, que la gente se sigue movilizando. Si ellos habían logrado tapar la realidad con la campaña electoral, a una semana de las elecciones la gente está en la calle exigiendo respuestas a los reclamos que habían planteado”. El concejal electo del GEN en La Matanza, Gustavo Ferragut, denunciaba: “Nos piden que la gente se lave las manos cada 20 minutos, y en nuestros barrios no hay ni siquiera agua potable. Estamos muy preocupados porque una pandemia en estos sectores es muy difícil de parar. No llega la información, y no están accesibles los centros de salud”. Y el dirigente de la FTV Disidente Jorge “Mono” Nuñez, le decía a nuestro semanario: “Venimos a denunciar la pandemia, tenemos más de ciento cincuenta mil y arriba de doscientos muertos. Además, tenemos un 40% de la población por debajo de la línea de indigencia. Y ahora la presidenta pretende ponernos a discutir si internas abiertas sí o internas abiertas no. Las urnas le dijeron a este gobierno que el modelo, el sistema no camina, y que queremos un cambio”.
Rejas sí, audiencia no
Esta marcha, a 15 días de las elecciones, es una demostración en la práctica de la posibilidad y de la justeza de lo planteado por el PCR y la CCC, acerca de la necesidad de unir en la lucha a sectores que votaron distinto. Así lo reafirmaron los dirigentes de los distintos sectores que participaron de la misma, en un acto que se desarrolló en Plaza de Mayo, último objetivo de los manifestantes.
Una delegación logró acceder tras las rejas y los cordones policiales tras los que se encierra este gobierno, hasta la vereda de la Casa Rosada –hasta ahí les llegó la capacidad de “diálogo”–, donde hizo entrega de un pedido de audiencia con la presidenta para discutir “propuestas y proyectos en relación a la grave situación de indigencia que viven millones de argentinos”.
En el acto con el que culminó la jornada se denunció la política de este gobierno que empuja un “diálogo de sordos que es un dígalo con mímica”, como afirmó Ramón Bogado de Terrabusi. “Nuestro camino es torcerle el brazo a este gobierno no sólo en las urnas sino en las calles. Y tenemos que unir a los más amplios sectores para esto y cambiar de fondo nuestra patria”, dijo por su parte Mariano Sánchez, coordinador nacional del MIJP. Un productor agropecuario autoconvocados de La Pampa, Carlos expresó que “Estamos acá porque somos sensibles a lo que le pasa a cada uno de los argentinos, y por eso estamos hoy acá apoyándolos, y apoyándonos, porque nosotros somos parte. Vamos a seguir en pie y en la lucha hasta tanto este sea un país para todos”.
