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11 de September de 2019

Crónicas proletarias 358

Por la libertad de Mañasco (2)

Eusebio Mañasco, dirigente sindical de los mensúes en Misiones, fue detenido en 1921, acusado injustamente de un asesinato, en medio de una lucha por salarios y condiciones de trabajo. Fue rápidamente condenado a cadena perpetua; su esposa y otros trabajadores torturados para que Mañasco se declarara culpable. Alrededor de él se desarrolló una intensa campaña por su libertad.

Refiere Otto Vargas en El marxismo y la revolución argentina, tomo 2, que Mañasco “dirigente anarco-sindicalista —que luego se acercó al PC—, escribía al periódico partidario La Internacional que los mensúes sufrían ‘regímenes de vida que no pueden ser imaginados por quien no haya tenido oportunidad de verlos de cerca’ y que tenían ‘mucho espíritu de lucha’… Y explicaba que para organizar a los mensúes ‘el sistema de la simple conferencia’, tan usado en las ciudades, ‘no era el más eficaz (…) hay que saber hablar en guaraní y en portugués; son muy pocos los que entienden el castellano (…) eso sí, cuando han comprendido, se puede contar con ellos en forma definitiva. Están acostumbrados a todos los sufrimientos y no calculan en ningún momento que les pueda sobrevenir algo más doloroso que la vida que padecen”.

En la campaña por la liberación de Eusebio Mañasco, Marcos Kaner (militante anarquista que luego ingresó al PC y se transformó en un importantísimo dirigente de los mensúes en la década del 30) jugó un papel muy importante. De Mañasco escribía Kaner en Bandera Proletaria, órgano de la USA, en junio de 1927: “Ni la amenaza, ni el soborno, ni las torturas, ni el aislamiento, ni tu compañera torturada y violada, ni tu hijo muerto, ni la perspectiva sombría, nada te vence, todo se estrella contra tu fortaleza de roca”. La campaña se generalizó entre las organizaciones sindicales y también fue impulsada por los socialistas, el PC y los “chispistas” del Partido Comunista Obrero. Fue paralela a la campaña por la libertad de Sacco y Vanzetti, los anarquistas que fueron ejecutados en 1927 en Estados Unidos. Grandes actos se realizaron en Buenos Aires, incluido los del 1° de Mayo, reclamando la libertad de Mañasco. El 30 de mayo, el caso fue tratado por la Corte Suprema de Justicia, que dejó sin efecto la condena a reclusión perpetua que pesaba sobre Mañasco, pero lo penó a 25 años de prisión. El proletariado manifestó su total indignación, y la presión obrera no hizo más que aumentar. Así se conquistó el indulto por parte del presidente Marcelo T. de Alvear, que se hizo efectivo en julio de 1927. Luego de su liberación, Mañasco volvió a Misiones y siguió su labor como organizador sindical.

Hoy N° 1782 11/09/2019