Continúan en Venado Tuerto las gestiones para la reapertura del frigorífico Swift (ex CEPA) que dejó sin trabajo a 540 obreros.
Sólo unos pocos, menos de 100, han podido “arreglar” su indemnización y están trabajando en nuevos empleos precarios. La mayoría sigue con creciente preocupación las gestiones que encabeza el intendente kirchnerista de Venado.
Continúan en Venado Tuerto las gestiones para la reapertura del frigorífico Swift (ex CEPA) que dejó sin trabajo a 540 obreros.
Sólo unos pocos, menos de 100, han podido “arreglar” su indemnización y están trabajando en nuevos empleos precarios. La mayoría sigue con creciente preocupación las gestiones que encabeza el intendente kirchnerista de Venado.
El intendente anunció con bombos y platillos su viaje a Buenos Aires, para hablar nada más ni nada menos que con Moreno, para conseguir una salida como la del San José, otro frigorífico de los brasileros de JBS cerrado y precariamente comprado y más precariamente puesto en funcionamiento por la provincia de Entre Ríos y privados.
Volvió totalmente desahuciado. Pero además, la empresa JBS anunció que no vende ni presta las instalaciones. Las cierra, y las conserva a la espera de que en cuatro años mejore la situación para la industrialización y venta de carne vacuna en Argentina.
Crece también la preocupación de los 2.500 obreros de la planta de JBS en Rosario, ya que se descarga sobre ellos el peso de la concentración de la producción en esa fábrica, aumentando los ritmos infernales de trabajo y el chantaje de amenazar con un posible cierre ante cualquier pedido de aumento salarial.
Cada vez queda más en claro que cualquier solución pasa hoy por la lucha de los obreros despedidos, sus familias y la solidaridad de todo el pueblo venadense, que pierde una de sus principales fuentes de trabajo en momentos que llegan las olas del ajuste y de la crisis internacional.
