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08 de September de 2021

A 92 años de su nacimiento

Porqué somos el Partido de Otto Vargas

El 3 de septiembre de 1929 nacía nuestro querido camarada Otto Vargas, secretario general del PCR fallecido el 14 de febrero de 2019. En este nuevo aniversario, cuando hubiera cumplido 92 años, queremos recordar algo de la trayectoria del más grande marxista leninista maoísta de la Argentina.

Como recordó el camarada Jacinto Roldán, del Comité Central del PCR, en un homenaje realizado a tres meses de su fallecimiento, en la Feria del Libro: “Otto Vargas era un hombre de carne y hueso, nacido en Choele Choel, provincia de Río Negro, que a los 19 años buscando un puesto de lucha para cambiar el mundo, se hizo comunista”.

Decía Roldán: “Otto encabezó junto a otros compañeros del Partido y una mayoría de la Juventud, la ruptura del año 1967, cuando comprendimos que esa dirección del falso Partido Comunista había pasado a ser un obstáculo para la lucha revolucionaria, como años después quedó demostrado con su apoyo a la dictadura fascista de Videla – Viola, que derrocó al gobierno constitucional de Isabel Perón.

“Desde la fundación del PCR en enero de 1968, Otto fue el secretario general de nuestro Partido y estuvo a la cabeza de las grandes batallas políticas y teóricas que protagonizamos en estos 51 años de existencia. Y en estos 51 años, estando a la cabeza de las luchas se fue transformando el PCR. Desde la lucha surgió la necesidad de precisar quiénes son los amigos y quiénes son los enemigos de la revolución en la Argentina, en un país dependiente y en disputa, y en un mundo donde la gloriosa Unión Soviética había cambiado de color y se había convertido en una potencia imperialista.

“Fue en esa búsqueda de nuevas respuestas que llegamos al maoísmo y fuimos ajustando la línea y el programa”.

Recordando sus años de juventud, cuando se afilia a la Federación Juvenil Comunista, decía en ese mismo homenaje el camarada Marcelo Maldonado, miembro del Comité Central partidario que trabajó con Otto durante casi 20 años: “Vivió la crisis del 30 y lo marcó profundamente, miles y miles de desocupados. Vivió el peronismo y la incorporación a la producción de grandes masas. A los 19 años se afilia a la FJC en La Plata y eso cambia radicalmente su vida. Las salidas a pintar, caer en cana, la militancia en la universidad y después pasar a tomar tareas nacionales en la juventud del PC. Trabajó en Europa en la Federación Mundial de Juventudes Democráticas. Conoció en vivo como un tercio de la humanidad tenía la sartén por el mango en los países socialistas. Hizo trabajo clandestino en la España franquista. Vivió y sufrió la degeneración del socialismo y no entender qué pasaba. Compartió con el pueblo cubano el triunfo de la revolución y recorrió junto al Che los cuarteles”.

Agregó Maldonado que Vargas “Se preguntaba qué pasó una y mil veces en la URSS y el bloque socialista y encontró respuestas en el maoísmo, entendiendo que la lucha de clases sigue en las condiciones de la dictadura del proletariado. Sintió, vivió y entendió la Argentina y su política. Planteó que el comunismo fue derrotado pero que no fracasó.

Conoció y aprendió de la gran revolución cultural proletaria que logró postergar durante más de diez años el triunfo del capitalismo sobre el socialismo en China.

“Estudió la experiencia del SMATA Córdoba y los cuerpos de delegados como organismos de doble poder. El Cordobazo, la lucha antigolpista, el golpe y la clandestinidad. La resistencia a la dictadura. Los asesinatos y los desaparecidos.

“Sacó enseñanzas de la Alemania fascista donde los desocupados fueron ganados por el nazismo. Comprendió el rol de los desocupados y los jubilados como parte de la clase obrera en la Argentina.

“Le daba bronca ver gente con hambre, durmiendo en la calle, viviendo en condiciones de miseria, con enfermedades de la pobreza, ver que millones se mueren para que una clase social muy chiquita se enriquezca y disfrute del esfuerzo del pueblo. Siempre decía que la crisis del ’30, donde miles y miles no tenían trabajo ni para comer, lo llevó a ser comunista”.

Jacinto Roldán, por su parte, afirmó “Como dijo Otto de sí mismo “Yo nunca he sido un teórico, he sido un revolucionario práctico. Toda mi vida. Y solamente me acerqué a la teoría por las necesidades de la lucha revolucionaria”.

“Hizo suya la teoría marxista, leninista, maoísta y dio batallas para integrarla a la realidad de nuestro país. Estuvo a la cabeza de esas batallas y sus trabajos de investigación marxista le dieron sustento teórico a la práctica de nuestro partido.

“Otto defendió la doctrina marxista frente a los que la traicionaron y nunca dejó de tener como punto de referencia a los más explotados y oprimidos. Esta es otra de las grandes enseñanzas que nos deja.

“Por eso decimos que somos el partido de Otto Vargas. Porque él encabezó todo este proceso. Porque fue el más marxista-leninista-maoísta de todos nosotros. Y sus enseñanzas siguen vigentes”.

 

Un hombre de carne y hueso

A este “hombre de carne y hueso “Siempre le preocupó el otro, saber qué le pasaba, sufrir con quien sufría. Confiaba profundamente en el pueblo, en los compañeros”, decía Jacinto.

En el mismo sentido, Maldonado recordó: “A Otto le encantaba hablar con la gente, iba siempre a hacer las compras y se paraba a conversar en la verdulería o el almacén. Escuchar cuáles eran sus historias de vida, sus alegrías y sus problemas, desde el aumento de la leche o el pan… hasta qué enfermedad tenía. Ir a hacer las compras con él podían ser horas. Le gustaba saber el origen de cada persona, de donde venía y compartir recetas de cocina y charlar con cada una de ellas.

“Siempre pensó que el futuro son los jóvenes y que un partido comunista tiene el deber de buscar las formas, los caminos para que esas masas juveniles accedan a la revolución.

“Tenía la capacidad de poder ver lo coyuntural en lo estratégico y lo estratégico en lo coyuntural. Cómo es esa unidad profunda y dialéctica… entre el instante y el futuro. Ver la política amplia partiendo de los sufrimientos de la gente.

“Como él siempre decía, pegar la oreja al piso y un método marxista leninista maoísta, le daban esa sagacidad en política que todos le conocimos, por eso a los 87 años dijo con acierto que con “los cayetanos” surgió una nueva izquierda en la Argentina.

“Conoció otras realidades, otras costumbres, aprender de un proceso político y también una receta de cocina de algún lugar. Le gustaba mucho cocinar y sobre todo comer.

“Le gustaba el tango, el folclore, le encantaba cantar. Se divertía muchísimo si alguien llevaba una guitarra y se ponían a cantar. Le gustaba bailar.

“Era rionegrino de alma, quería con pasión a su provincia. Creía con fuerza en la hermandad latinoamericana y que Latinoamérica era un solo puño.

“Siempre pensó y practicó, hasta el último día de su vida, que la única forma de resolver los problemas de millones en la argentina, es haciendo una revolución, capaz de destruir este Estado podrido”.

 

“La historia de Otto Vargas no se ha terminado de escribir”

En el final de este homenaje, decía Jacinto Roldán: “Es muy grande la responsabilidad que tenemos hoy todos los comunistas revolucionarios, los viejos, los no tan viejos y sobre todo los jóvenes ante el legado que nos deja Otto. Garantizar la continuidad histórica de una línea de hegemonía proletaria para la revolución en la Argentina.

“El mejor homenaje que podemos hacerle a Otto Vargas es que el PCR, y su juventud comunista revolucionaria sigan a la cabeza de la lucha y con una justa política de frente único avancen hasta convertirse en vanguardia reconocida – con el objetivo de que la clase obrera y el pueblo tomen es sus manos la lucha por la revolución que acabe con este estado oligárquico imperialista, y así poder resolver el pan, el techo, la tierra, la salud, la educación y la libertad para todos los que habitan nuestro suelo.

“La historia de Otto Vargas no se ha terminado de escribir. Porque a un comunista, a un revolucionario, no se lo juzga solo por lo que ha hecho a lo largo de toda su vida militante, sino por lo que deja. Y poco antes de morir Otto decía con mucha convicción “hoy si nos preguntan si vale la pena luchar por el comunismo, les decimos: con la misma fuerza y convicción con la que comenzamos esta lucha hace muchos años – que sí. Que no hay otro camino para lograr la liberación de los explotados y los oprimidos por el capitalismo que la lucha por el comunismo. Lucha que será muy larga y dura, pero que triunfará”.

“Y nosotros, compañeras y compañeros seguimos siendo el Partido y la Juventud del comunismo. Estamos de pie y vamos por más”. Por todo esto y mucho más, somos el Partido de Otto Vargas, sumate.

 

Hoy N° 1880 08/09/2021