La semana anterior, obreros portuarios italianos detuvieron un cargamento mortal de armas para Arabia Saudita que estaban siendo cargadas en Génova. Le reclamaron a Mateo Salvini: “abra los puertos para la gente y ciérrelos para las armas”. Esta semana fueron los portuarios franceses de Marsella los que realizaron una medida similar. Como manifestaron integrantes de la CGT de esta ciudad, se mantienen “fieles a su historia y valores de paz”.
Italia “No vamos a ser cómplices”
En Italia, tanto sindicalistas como activistas aclamaron el “internacionalismo de la clase obrera”, mientras frenaban la carga del barco saudí Bahri Yanbu, con drones y otros equipos que iban a ser usados en la devastadora guerra en el Yemen. Llamaron a esta acción “un acto de solidaridad histórico”.
Miembros de la Confederación Italiana del Trabajo, junto con activistas de PaP (Poder al Pueblo), y grupos antifascistas y pacifistas dijeron que no iban a “ser cómplices con la muerte de civiles en el Yemen”, mientras bloqueaban el puerto.
Ante esta acción, llamada por la rama local de la CGIL, y las protestas de masas, las autoridades portuarias confirmaron que sólo se iba a autorizar el embarque de materiales civiles, dejando una reserva de materiales mortales sin moverlos del dock. Como los trabajadores no confiaron en estas declaraciones, siguieron adelante con el bloqueo preventivo de esta carga. En una declaración conjunta, dijeron que “estaban haciendo una pequeña contribución a un gran problema, por la población que está siendo asesinada diariamente”.
El barco, que provenía del muelle Tilbury, en Essek, no pudo obtener su carga. Anteriormente, activistas franceses trataron de que se bloqueara legalmente un barco cargado con ocho cañones Caesar en el puerto de Le Havre.
El barco dejó Francia sin las armas, pero se rumoreó que los cañones serían trasladados por tren a una base militar cerca de Génova y cargados allí. Los trabajadores genoveses declararon que estaban listos para detenerlos.
Francia intenta minimizar su papel en la devastadora guerra del Yemen, y su presidente Macrón insiste en que las armas francesas sólo son usadas defensivamente. En una chocante forma de silenciar las críticas, y atacar la libertad de prensa, tres periodistas franceses enfrentan un juicio por cinco años de cárcel, por mostrar la realidad de tráfico de armas letales de Francia. Geoffrey Livolsi, Mathias Destal y el periodista de Radio France Benoit Collombat enfrentan prisión por negarse a revelar sus fuentes, después de publicar informes “secretos” que mostraron que 35 civiles murieron durante 52 bombardeos entre marzo de 2016 y diciembre 2018, por las operaciones de los cañones Caesar franceses.
La devastadora guerra del Yemen, llevada adelante por los saudíes, comenzó en marzo de 2016, y causó al menos 50.000 muertes. Empujó al país al borde de la peor hambruna en un siglo. A pesar de las denuncias de crímenes de guerra, con un deliberado blanco en la infraestructura, incluyendo escuelas y hospitales, Arabia Saudita continúa siendo apoyada militarmente y armada hasta los dientes por países occidentales, como Gran Bretaña, Francia y EEUU. Los tres insisten en el riesgo para los empleos si terminan con el comercio de armas.
Giacomo Marchetti, activista de PaP, que trabaja en los muelles y es miembro del sindicato, declaró que Génova tiene una larga historia de solidaridad, Fue la primera en bloquear barcos norteamericanos dirigidos a Vietnam, y también se negaron a permitir equipos militares para el golpe en Chile. Es la primera vez que se realiza un bloqueo desde la guerra de Irak en 2003. E insiste en la consigna dirigida a Matteo Salvini: abran el puerto a los inmigrantes y ciérrenlo para las armas”.
Hoy N° 1769 05/06/2019
