El 22 de abril 2014, comenzó el primer juicio oral y público contra la trata de personas, una causa que se conoce como “Dulcinea”, nombre del prostíbulo donde operaba una red que reducía a servidumbre sexual a mujeres captadas en República Dominicana.
Esta causa comenzó en marzo 2010 cuando tres mujeres dominicanas lograron escaparse del prostíbulo y pudieron, así, denunciar su situación de trata y explotación sexual.
El 22 de abril 2014, comenzó el primer juicio oral y público contra la trata de personas, una causa que se conoce como “Dulcinea”, nombre del prostíbulo donde operaba una red que reducía a servidumbre sexual a mujeres captadas en República Dominicana.
Esta causa comenzó en marzo 2010 cuando tres mujeres dominicanas lograron escaparse del prostíbulo y pudieron, así, denunciar su situación de trata y explotación sexual.
Son nueve los responsables de manejar el negocio tanto en la captación de las víctimas, como en el traslado, la recepción y reducción a servidumbre, entre ellos: el dueño del prostíbulo, su esposa e hijo; un policía de la Dirección de Investigaciones de Tráfico de Drogas Ilícitas, un funcionario de Migraciones; un abogado que también representaba al prostíbulo “La Posada” que en el año 2012 escrachamos y tuvieron que cerrarlo.
Durante la investigación fue removido de su cargo el hoy fallecido, Fernando Scarpatti, titular de la Delegación Regional de Migraciones, e intervenida la dependencia.
Durante el juicio, las chicas testificaron por teleconferencia porque dijeron que tenían mucho miedo porque si en el prostíbulo concurría asiduamente el policía cobrándoles regularmente bajo intimidación permanente, “en el Tribunal estaba presente ese mismo representante del Estado”.
El lunes 12 terminan los alegatos y el día que se dicte la sentencia y veredicto, estaremos presentes todas las organizaciones de mujeres, como lo estuvimos hasta ahora, para festejar el primer triunfo si se los condenan o repudiar, como se merecen, si salen absueltos.
Pero iremos por ¡más! En Mar del Plata existen más de 450 prostíbulos, la mayoría de ellos con mujeres captadas fuera o dentro del país y obligadas a ejercer la prostitución.