El 35% de las explotaciones frutícolas del valle no fueron podadas durante la presente temporada en tiempo y forma debido a problemas económicos e ingresan al enorme lote de chacras abandonadas; en Villa Regina solo el 50% de las chacras en producción fueron podadas.
El 35% de las explotaciones frutícolas del valle no fueron podadas durante la presente temporada en tiempo y forma debido a problemas económicos e ingresan al enorme lote de chacras abandonadas; en Villa Regina solo el 50% de las chacras en producción fueron podadas.
Hay que destacar que para los 2.000 productores del Alto valle las pérdidas para este año ascienden a los 1600 millones de pesos debido a que el costo de producción es de $3.5 por kilo y el precio va a promediar $1.3 el kilo.
Es por esto que es urgente la asistencia de fondos para poder cubrir las aplicaciones fitosanitarias que garantizan la calidad de la fruta a cosechar en enero de 2016.
Según el último anuario estadístico elaborado por el Senasa (2014) existen algo más de 45.000 Ha de peras y manzanas en el valle de Río Negro y Neuquén, por lo que hay que estimar que unas 15.700 ha quedaron fuera del sistema ya que su fruta no será comercializada en fresco.
Para tener una idea de lo que está en juego, estamos hablando de algo más de 400 millones de kg de pomáceas que nuevamente quedarán en la planta o se tirarán una vez cosechados a la industria que no paga siquiera los costos de recolección de esa fruta.
Los productores son los que más se vieron afectados por la crisis estructural que vive la actividad, más del 50% de los chacareros dejaron sin podar sus explotaciones, no tienen acceso alguno al financiamiento y con paupérrimos ingresos por sus ventas, poco pudieron hacer con la ayuda oficial que le arrancaron al estado gracias a sus grandes luchas para las tareas culturales.
Es decir que en esta temporada esperan perder cerca de 4.000 dólares por hectárea. Sin ningún tipo de espalda financiera y sin acceso al crédito, se entiende cómo es que los chacareros van dejando mes a mes, sus chacras liberadas al abandono total. Se estima que en la Norpatagonia hay más de 12.000 hectáreas frutícolas en estado de abandono.
No hay otra alternativa que la lucha
Esta crisis económica y productiva nunca antes vista es provocada por las políticas del gobierno kirchnerista que prioriza su recaudación y la ganancia de sus monopolios “amigos” como Moño Azul, Expofrut, Kleppe, etc., quienes no solo son dueños de gran parte de la tierra productiva sino también de los puertos por donde sale la fruta.
No hay precio sostén para la fruta de los productores pero sí la hay para las petroleras (el gobierno nacional subsidia 35 dólares por barril de petróleo para que llegue a los 77 dólares, pese a que su costo de producción es de 20 dólares).
No queda otra alternativa que la lucha, constante y multisectorial y es por eso que desde hace más de un año los pequeños y medianos productores vienen desatando gigantescas luchas en todo el Alto Valle y de diferentes formas; 15 días de corte de rutas nacionales y puentes carreteros en más de 5 puntos; arrojo de frutas frente de dependencias gubernamentales; tractorazos multitudinarios; toma de las oficinas de Nación (Senasa, Afip, Banco, etc.) y llegamos a este último mes previo a las elecciones donde los productores han priorizado el golpe económico y político al gobierno nacional y por eso el 30/09 se tomaron tres pozos petroleros que están en zonas productivas en la localidad de Allen durante 5 días, con el apoyo de la población y multisectoriales. El gerente de YSUR le llevó en mano a Axel Kicillof el petitorio de los productores.
Esta semana (19/10) hemos vuelto no sólo a los pozos sino que se tomó la planta de separación de hidrocarburos YSUR-YPF, generándole al gobierno pérdidas de más de 1.300.000 pesos por día y la inactividad de 500 trabajadores del petróleo quienes mostraron su apoyo a los chacareros ya que una parte importante de ellos son hijos de estos quienes migraron de la chacra cuando la plata no alcanzaba.
Puntos del programa
- La implementación de un plan sanitario acorde a las necesidades del sector (Que cubra a todos los pequeños y medianos productores).
- El diferimiento impositivo.
- Que los gobiernos garanticen previsibilidad para comercializar la fruta de la próxima cosecha a un precio que garantice la rentabilidad.