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09 de January de 2018

El Comité Central del PCR analizó el cambio profundo de la situación política, que se resume en esta nota. Macri va por todo con el ajuste, la entrega y la represión. El cachetazo de la lucha popular lo golpeó duro.

Profundizar la contraofensiva contra la política de Macri

Hora Política N°1700

Aire sí, cheque en blanco no

Macri tomo aire en las elecciones, polarizando con Cristina Kirchner. Pocos días después lanzo su plan de reformas: previsional, laboral (ahora retirada), fiscal, impositiva, estatal, en la salud, la educación, la defensa, etc. Una ofensiva antipopular, antinacional y represiva.

Aire sí, cheque en blanco no

Macri tomo aire en las elecciones, polarizando con Cristina Kirchner. Pocos días después lanzo su plan de reformas: previsional, laboral (ahora retirada), fiscal, impositiva, estatal, en la salud, la educación, la defensa, etc. Una ofensiva antipopular, antinacional y represiva.

La apoyan los colaboracionistas políticos y sindicales. Con chantajes económicos pactó con gobernadores y sindicalistas conciliadores.

Se abrió un gran debate. Los multimedios del sistema crearon el clima en el que Macri ya tenía abierto el camino para su reelección. Desde Cristina Kirchner y su entorno, hasta las fuerzas trotsquistas, consideraron que “las masas se habían derechizado” y había que “esperar”.

El PCR señaló, en el balance de las Paso de agosto del 2017, que el fortalecimiento de Macri era relativo. Y luego de las elecciones de octubre afirmó que se había fortalecido, pero no se había consolidado. En fábricas, quintas y barrios, muchos que votaron a Macri decían que no le dieron un cheque en blanco para el ajuste.

El PCR señaló que la principal debilidad de Macri es que no puede sacar al pueblo de las calles. Por eso alentó y fue parte de la movilización de la CCC, la CTEP y Barrios de Pie, cuando Macri lanzaba su plan reaccionario. Escuchamos a las masas, y acertamos.

 

La ofensiva macrista y la contraofensiva popular

Desde que asumió Macri, el PCR señaló que crecimiento del hambre era una cuestión central frente a la política de Macri. La CCC tomó en sus manos esa lucha y trabajó para la unidad con la CTEP y Barrios de Pie, los Cayetanos, una gran fuerza de desocupados, precarizados y jubilados. Esa fuerza, con innumerables movilizaciones, le torció el brazo al gobierno conquistando de la Ley de Emergencia Social. Los Cayetanos trabajaron por la unidad en la lucha de todo el movimiento obrero. Se fortalecieron, como lo mostró la masiva movilización de 150.000 trabajadores el 13 de diciembre.

Con la Marcha Multisectorialde las Economías Regionales, impulsada por la Federación Nacional Campesina, irrumpieron los pobres del campo, que protagonizaron verdurazos, frutazos y feriazos.

Macri llegó a las elecciones de octubre forzado a hacer aparecer el cadáver de Santiago Maldonado. Lo reclamaban gigantescas movilizaciones de masas en todo el país, con el protagonismo del Movimiento Memoria, Verdad y Justicia. Venían de aplastar el intento de amnistía para los genocidas de la dictadura con el 2×1. Luego de las PASO, Macri redobló la apuesta con el intento de asesinato a Julia Rosales, el asesinato de Rafael Nahuel, y brutales represiones. La lucha democrática se masificó contra un gobierno que no tiene límites para la represión a la lucha popular.

Explotó la lucha de las mujeres contra la violencia y demás formas de opresión que sufren, con impresionantes movilizaciones del 3 de junio, el masivo Encuentro Nacional en el Chaco y la jornada del 25 de noviembre.

Irrumpió la juventud con sus reclamos y el movimiento Ni un Pibe Menos por la Droga, una gran lucha contra las herramientas del sistema para su esclavización: la droga y la trata.

 

El ejemplo del ARS y el movimiento obrero

En abril del 2017, ante una declaración de la gobernadora Vidal que abría las puertas a la liquidación del Astillero Río Santiago, sus obreros comenzaron a preparar su plan de lucha con su Cuerpo de Delegados.

Fueron el motor de la realización de un Plenario de Delegados de La Plata, Berisso y Ensenada, que reunió a 500 delegados de 60 gremios de distintas centrales de trabajadores, con la participación de las organizaciones campesinas y estudiantiles, aprobando un programa de reclamos confirmes definiciones contra el plan de Macri. Decidieron y realizaron, una marcha multisectorial a la gobernación de Buenos Aires.

Frente al rechazó de sus reclamos, siguieron la lucha y marcharon el 14 y el 18 de diciembre a la Plaza del Congreso en la Capital Federal cuando se discutía la Ley de Reforma Previsional.

El camino seguido por los trabajadores del ARS es un ejemplo para todo el movimiento obrero, y una muestra del estado de ánimo de los trabajadores. Mostraron la fuerza y el protagonismo de los obreros de las grandes empresas y sus cuerpos de delegados, para impulsar la unidad para la lucha, y ser motores de la unidad multisectorial. La corriente clasista y el PCR, con una larga historia en el ARS, jugaron un gran papel en todo este proceso.

Todo el movimiento obrero fue sacudido por el robo de Macri a los jubilados. Se rebelaron cuerpos de delegados, sindicatos, CGT regionales, pusieron a la defensiva a los colaboracionistas y posibilitaron el pronunciamiento de la CGT de convocatoria al paro nacional.

 

El cachetazo a Macri

Macri necesitaba plata y le robó $65.000 millones a la caja de los jubilados, la Anses. Y le rebajó los “aportes patronales” a la Anses. Robó a los mayores, los niños y los Veteranos de Malvinas. “Con nuestros viejos no”, se decía. El pueblo se movilizó en repudio en todo el país.

Para imponer ese robo Macri militarizó el Congreso y reprimió brutalmente al pueblo. Mostró su verdadera cara de oligarca violento.

El 14 de diciembre, el pueblo en las calles resistió valientemente la violencia desatada por Macri, poniendo al desnudo, ante el país y el mundo, a un gobierno que lanzó contra el pueblo al aparato paramilitar del Estado: Gendarmería, Prefectura y Policía Aeronáutica, fuerzas armadas para enfrentar las mafias del delito organizado.

El 18 de diciembre, Macri redobló el chantaje para imponerse en el Congreso, con otro operativo represivo, violento, contra la protesta popular. Los multimedios del sistema colaboraron lavándo la cara de la represión. La movilización fue gigantesca en todo el país. El pueblo argentino volvió a demostrar que no es manso si lo atacan.

Macri logró hacer ley su robo pagando un enorme costo político. Los mismos multimedios del sistema que lo apoyan reconocen que perdió en esos días lo que había ganado en las elecciones.

El gobierno pagó por su política continuar liquidando la defensa nacional. Quedó en evidencia con el hundimiento del submarino ARA San Juan. Es responsable político de la muerte de 44 marinos.

 

El agravamiento de la crisis social

Macri necesita plata para su política de brutales ganancias de los monopolios, bancos y grandes terratenientes.

La inflación sigue siendo un terrible castigo para el pueblo. Cómo no va a haber inflación con los brutales tarifazos del gobierno: transporte, electricidad, gas, peajes, etc. Aumentan los combustibles porque Macri le dio a las petroleras el precio mundial. La “lluvia de capitales” nunca llegó, vienen para “la bicicleta financiera” y se llevan fortunas con los intereses que pagan el Banco Central y el Tesoro. Viene todo de afuera, con la nueva devaluación del dólar va a aumentar todo. Dan las grandes obras públicas a empresas imperialistas, asociadas con las del grupo Macri.

El resultado de esta política es que seguimos con una economía frágil, con cierre de pequeñas y medianas industria que son las mayores creadoras de puestos de trabajo, crisis de las economías regionales, liquidación de la pequeña y mediana producción campesina, mientras la tierra se concentra en manos de los grandes terratenientes.

Esta política agrava brutalmente la crisis social. Crecen los sufrimientos del pueblo: el hambre, la pobreza, la desocupación, la violencia contra las mujeres, los jóvenes que no estudian ni trabajan, víctimas de la droga y la trata.

El gobierno lanzó su “reforma estatal”: una oleada de despidos de trabajadores que ganan una miseria, y los funcionarios con sueldos enormes.

Contra esta oleada de despidos estallan puebladas: en Libertador y San Pedro (Jujuy), y en de Azul (Buenos Aires). Marcan un camino.

 

Paro nacional activo y multisectorial

En el primer choque de la pulseada entre la ofensiva macrista y la contraofensiva popular, el gobierno pudo avanzar con parte de sus leyes y el pueblo le hizo pagar un alto costo político. La pulseada va a ser larga, con más encontronazos. Encabezar las luchas y prepararse y preparar a las masas para esa lucha prolongada, es el camino para profundizar la contraofensiva.

Hay muchas cuestiones para seguir la pelea: Seguir enfrentando la reforma previsional. Los precarizados y desocupados por la aplicación de todos los recursos de la emergencia social, y por tierra, techo y trabajo. Comenzaron las protestas contra los tarifazos. Las puebladas contra la oleada de despidos. Luchas por tierra y precios compensatorios de campesinos pobres y originarios. El movimiento de mujeres por las promotoras en emergencia contra la violencia. Los jóvenes por medidas frente a la droga y la trata.

Como se vio en ese primer choque contra la ofensiva macrista, la unidad para la lucha exige polemizar con las ideas sectarias que ponen como blanco a la CGT, lo que impide la unidad de acción de la clase obrera. Otra cosa es denunciar a los colaboracionistas con Macri, tanto los que están adentro de esa central como los que están afuera, como los gremios que están en Cambiemos.

Comenzó la gran batalla de las paritarias, con un pico hacia marzo. Es clave para los salarios, la defensa de las condiciones de trabajo frente a los convenios tipo Vaca Muerta. Y clave para unir al movimiento obrero con todos los sectores populares en un paro nacional activo y multisectorial que inicie un plan de lucha.

 

Hacia un gran frente popular y nacional

El robo a los jubilados intensificó el debate político en las masas. Muchos que votaron a Macri por rechazo a Cristina, estuvieron en las luchas.

La situación es muy buena para conquistar las personerías del PTP en todas las provincias. Lo que es fundamental para el armado de los frentes.

Hemos avanzado en conversaciones con el Movimiento Evita, Libres del Sur, sectores que están alineados con Juan Grabois, del peronismo y otras fuerzas, llevando nuestra propuesta de un gran frente popular y nacional, que impulse la unidad para lucha, de la batalla política contra el macrismo y acumule fuerzas para acabar con la dependencia y el latifundio y el Estado podrido que los sostiene.

Todas las zonas deben abrir conversaciones para avanzar en ese frente popular y nacional por el que trabajamos.

 

50 años del PCR

Está en curso la campaña por los 50 años del PCR. Lo hacemos en un momento en que hemos acertado en la línea y el estado de ánimo de las masas, lo que nos ha llevado a jugar un gran papel en desplegar la lucha contra la ofensiva macrista. Hemos crecido y se han fortalecido las corrientes en las que participamos.

Sin embargo, tenemos que dar un gran salto para fortalecernos a la altura de los desafíos que tenemos por delante. En particular, cambiar la correlación de fuerzas en los cuerpos de delegados de las grandes empresas y centros de concentración, lo que exige la afiliación al Partido para desarrollar una corriente comunista revolucionaria en esos lugares. Donde se ofrece la afiliación, se afilia. Proponer la afiliación, llevando el hoy, es el camino para los objetivos de la campaña del 50 aniversario del PCR.

Al mismo tiempo, en enemigo nos pone en la mira, como lo mostró el intento de asesinato de la camarada Julia Rosales, las amenazas y otros hechos, y puede escalar en sus provocaciones.

Expresión de los aciertos y avances del Partido ha sido la alegría del gran picnic del 50 Aniversario, con 7.000 compañeros y amigos, en una jornada de juegos, deporte, canto y baile.

 

Un gobierno de monopolios y oligarcas

Pocas veces se ha visto un gobierno tan descaradamente de representantes directos de los poderosos grupos de burguesía intermediaria del imperialismo y grandes terratenientes que tienen el poder en la Argentina. Como Macri, su familia es dueña de un centenar de empresas y estancias. Peña, jefe de Gabinete, es de los Braun Menéndez, una de las familias dueñas de la Patagonia. El ministro de Energía, Aranguren, es representante de la Shell, el de Agroindustria, Etchevehere, preside de la Sociedad Rural, y tantos otros.

 

El miedo y la historia

El 14 de diciembre comenzó un operativo en los medios para lavar la cara violenta de Macri, y sembrar miedo en el pueblo.

En la Argentina, la masiva organización del movimiento obrero con sus cuerpos de delegados, las organizaciones campesinas, de mujeres y de jóvenes, y la unidad popular en multisectoriales, hacen que la política esté las calles y las huelgas. Así fue el 25 de Mayo de 1810, el 17 de Octubre de 1945, el Cordobazo y las puebladas de los 70, las huelgas contra la dictadura genocida, el Argentinazo del 2001 contra el Estado de Sitio de un gobierno que debió huir en helicóptero.

Con la unidad para la lucha masiva en las calles siempre se ha logrado castigar a los gobiernos del ajuste, la entrega y la represión.

 

Las peleas de los de arriba

La lucha del pueblo agudiza las peleas en el bloque dominante; ese puñado burgueses intermediarios, monopolios imperialistas y grandes terratenientes, que es dueño del poder.

Expresión de esa pelea son los procesamientos y encarcelamientos, por su brutal corrupción, de Cristina Kirchner y sus funcionarios. Protestan sectores perjudicados por las importaciones, como ramas metalúrgicas y de la alimentación.

En el sector hegemónico de ese bloque dominante crecen las peleas por el reparto del botín. Las cerealeras imperialistas quieren un dólar de hasta $28. Hay peleas, también, en el gobierno, como la derrota del Sturzeneger en el manejo de la política monetaria del Banco Central. O los forcejeos de Macri con Carrió, y de sectores radicales con Macri y con Carrió.

Las peleas entre los de arriba son beneficiosas y pueden ser usadas por el pueblo, lo que exige a las fuerzas populares actuar con independencia política y objetivos propios.