Bahrein es un pequeño país del Golfo Pérsico, con un régimen monárquico, y su economía basada en el petróleo. En sus costas se asienta la VI Flota estadounidense, lo que da cuenta de las profundas relaciones del régimen con el imperialismo yanqui.
El 14 de febrero se cumplieron dos años de un levantamiento popular que, como parte de la oleada de rebeliones árabes, exigía cambios en la política del gobierno encabezado por Hamad ibn Isa Al Khalifah, fundamentalmente mayores libertades democráticas. Ese alzamiento popular en 2011 fue ferozmente reprimido, y los manifestantes que acampaban en la Plaza de la Perla, de la capital Mamana, desalojados a tiros por el ejército, con un costo de siete muertos. Hay además un trasfondo de opresión nacional, ya que reina la dinastía suní de los Al-Jalifa, sobre la mayoritaria población chiita.
El régimen gobernante reconoció que contó con la colaboración de tropas de Arabia Saudita y de Emiratos Árabes Unidos –que ingresaron ilegalmente al país en 2011– para colaborar con la represión al pueblo, deteniendo a decenas de opositores, y causando la muerte al menos de 115 personas en estos dos años.
Este 14 de febrero, miles de manifestantes convocados por distintos sectores opositores, tanto el clandestino Colectivo 14 de Febrero, organizador de la revuelta, como sectores de la oposición tradicional, la formación chií Al-Wefaq, convocaron a manifestaciones, que fueron violentamente reprimidas por la policía, cuando los manifestantes intentaron entrar en la Plaza de la Perla. La Policía lanzó gases la- crimógenos y granadas ensordecedoras para hacer retroceder a los manifestantes, incluidas mujeres, que enarbolaban banderas bahreiníes. La represión también causó la muerte de un adolescente de 16 años en la localidad de Dah.
Los sectores opositores han manifestado que seguirán con las protestas, y al reclamo de fondo por el derrocamiento del régimen, han sumado objetivos inmediatos como la libertad de todos los presos políticos y sociales, que se calculan en 1.800. El Colectivo 14 de Febrero ha rechazado un “llamado al diálogo” del gobierno, caracterizándolo como una “trampa”, convocando a una huelga general “de la dignidad”.
19 de February de 2013