El sur de Santa Fe es un hervidero. Los pueblos y ciudades que en los primeros días de diciembre de 2001 protagonizaron una serie de puebladas que culminaron con las históricas jornadas del Argentinazo y del Casildazo se han vuelto a poner de pie, en respaldo del paro agropecuario pero también de la producción industrial, del trabajo, del comercio y del federalismo.
En la mayoría de las localidades del Distrito VI de FAA se han producido movilizaciones masivas como en Maciel, Armstrong, Firmat, Las Rosas, San José de la Esquina, etc.
En Chabás sesenta tractores y decenas de utilitarios protagonizaron un combativo tractorazo, y en Casilda más de cien tractores y cientos de productores recorrieron las principales calles de la ciudad para culminar con un acto frente al Municipio. En todos lados se discutía la modalidad de la protesta y se ganaba la calle.
El levantamiento fracturó políticamente al justicialismo provincial. La mayoría de los intendentes y jefes comunales acompañaron los reclamos que en la mayoría de los lugares estuvieron encabezados por Chacareros Federados y el Movimiento de Mujeres en Lucha.
Concientes de que la cuestión federal se transformó en una de las principales banderas del levantamiento y que sus cabezas rodarán si le dan la espalda a la protesta, los jefes comunales optaron por sumarse a la misma, participando inclusive de los cortes de rutas.
Por ejemplo en Casilda, en el acto de cierre tras el tractorazo del sábado 10, el intendente Bacalini sostuvo que el país está gobernado por los que fueron expulsados de la Plaza de Mayo por Perón en 1974, para rematar afirmando “soy peronista pero creo que no es lo mismo el peronismo de lo que son los Kirchner”.
La magnitud de las protestas llevó a los legisladores provinciales justicialistas, inclusive a algunos de los que respaldan al oficialista Rossi, a hacer causa común con sus pares de la Región Centro que sacaron un durísimo documento contra los K. Idéntica postura tomaron decenas de intendentes y jefes comunales reunidos en Armstrong. Las luchas crecen. Las bases de FAA y los autoconvocados continúan sumándose masivamente a las rutas, concientes de que del resultado de la pulseada depende su futuro amenazado por políticas que inexorablemente llevan a la concentración de la tierra y la desaparición de miles de productores.
02 de October de 2010