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06 de January de 2016

¡Que abran los archivos!

La nieta que no fue

El 24 de diciembre una noticia sacudió las redes sociales y los medios. Había aparecido Clara Anahí Mariani Teruggi, la nieta de Chicha Mariani, una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo que la busca intensamente desde hace 39 años. Menos de 24 horas después, la propia Chicha y el equipo de abogados que la acompaña desmentía esta información, confirmando que en el Banco Nacional de Datos Genéticos (del cual Mariani es una de sus impulsoras) no aparecía ninguna vinculación entre esta persona y la familia Mariani Terrugi.
María Elena Wehrli, tal el nombre de la joven que vive en Marcos Juárez, Córdoba, exhibió unos análisis de un laboratorio cordobés que indicaban su descendencia de la familia Mariani Teruggi. 
Clara Anahí Mariani Teruggi fue apropiada por la dictadura cuando tenía tres meses de vida en la calle 30 número 1134, entre 55 y 56, de la ciudad de La Plata el 24 de noviembre de 1976, momento en el cual empezó la búsqueda por parte de su abuela.
Parecía que la incansable lucha de tantos años por los nietos, por su nieta, había tenido otra victoria sobre el genocidio y las desapariciones perpretadas por la dictadura. Chicha, las abuelas, las madres, son un ejemplo de amor, de lucha, de entrega y compromiso, ejemplo que refloreció en la jornada del 24/12, junto con el dolor y la bronca de las heridas abiertas por la dictadura. 
Un primer comunicado del colaborador de Mariani, Juan Martín Ramos Padilla, pedía cautela ante la información circulante, y luego aclaró que el Banco Nacional de Datos Genéticos descartaba que la joven sea efectivamente Clara Anahí.
Como han reafirmado en estos días varias organizaciones de derechos humanos, los errores que pudieron ocurrir en un primer momento con este hecho, no pueden ocultar que el Estado, y los sucesivos gobiernos sucedidos desde 1983 hasta hoy, tienen la responsabilidad de no haber abierto los archivos de la dictadura, impidiendo el acceso a los familiares y a toda la sociedad de datos que permitirían conocer más del paradero de Clara Anahí y de los más de 400 bebés y niños apropiados por la dictadura genocida.
Como dice un comunicado de Justicia Ya de la Plata: “Pese a que el Estado debió velar por el efectivo cumplimiento de su responsabilidad, mediante la apertura total e irrestricta de todos los archivos, así como el de preservar el Banco Nacional de Datos Genéticos, ideado por Chicha Mariani, el gobierno anterior lo utilizó como coto político, en su pelea por la apropiación de los DDHH, utilización denunciada públicamente por la propia Chicha, por Elsa Pavón, Mirta Baravalle y otras abuelas, junto a sectores vinculados a la lucha por los DDHH.
“Denunciamos que en instancias en que Chicha y su amiga y compañera en estos 39 años Elsa Pavón, necesitan de toda la solidaridad que el momento exige, esas denuncias han sido utilizadas en forma cobarde y artera para agraviar a Elsa y veladamente también a Chicha por sostener esta postura”.
Expresamos toda nuestra solidaridad con Chicha Mariani y sus allegados, que no han cesado un minuto de buscar a Clara Anahí.