Noticias

02 de October de 2010

El miércoles 5, en San Francisco, Córdoba, más de 3.000 tamberos de esa provincia, Santa Fe, Entre Ríos, Buenos Aires y La Pampa protestaron por el nuevo precio de referencia del gobierno.

¡Que no falte leche!

Protesta tambera en Cordoba

La concentración tambera más importante y masiva de los últimos años comenzó en la intersección de las rutas nacional 19 y 158 y provincial 1, donde un importante grupo de integrantes de la Cámara de Productores Lecheros de Córdoba (Caprolec), utilizando todo tipo de utilitarios realizó un corte de ruta que se extendió por casi dos horas. El reclamo es en protesta por el nuevo precio de referencia que dispuso el gobierno nacional que ahora será de 78 centavos por litro de leche; cifra que de hecho representa una rebaja de cinco centavos con respecto al precio actual. Esto hace peligrar el abastecimiento normal en las góndolas y los productores amenazaron con cerrar los establecimientos y pasarse a la soja.
“Se siente, se siente, los tamberos están calientes” cantaba a coro la multitud. La firmeza del reclamo quedó evidenciada cuando los productores hicieron cumplir a rajatabla la medida, impidiendo el paso de todos los automovilistas, inclusive de aquellos que esgrimieron hasta razones médicas para “zafar” del piquete.
Una vez levantado el corte, los manifestantes se encolumnaron hasta el Salón Piemonte de la Sociedad Rural para desarrollar la asamblea. En apenas pocos minutos se colmó la capacidad de la instalación estimada en 2.000 personas, por lo que cientos de productores debieron seguir los acontecimientos desde las inmediaciones.
El presidente de Caprolec, Juan Melchor Trossero, explicó que tanto el corte de ruta como la multitudinaria asamblea “expresan la calentura que tenemos a raíz de las medidas inconsultas que tomó el gobierno nacional, medidas apoyadas por el sector industrial”. Posteriormente exigió que se los escuche porque “tenemos propuestas alternativas”, sosteniendo que “ojalá esta demostración permita que el gobierno abra un poco sus oídos y entre todos encontremos una solución a la problemática”.
Luego de criticar duramente a Guillermo Moreno y al designado ministro de Economía, Martín Losteau, la asamblea aprobó por unanimidad “bloquear todas la plantas” mediante piquetes “sorpresivos e inminentes”. Asimismo facultó a la Mesa Nacional de la Lechería a negociar con el gobierno un nuevo precio de referencia de $ 0,95 por litro. Finalmente aprobaron paros activos y manifestaciones a Plaza de Mayo, con la suelta de vacas frente a la Casa Rosada, medida que sería acompañada con la promesa de derramar varios centenares de tachos ante la puerta de la mencionada sede gubernamental.

Un sector cada vez más concentrado
De acuerdo a las cifras arrojadas por el último Censo Agropecuario Nacional de 2001, en Argentina había 15.250 tambos. Según esas cifras Santa Fe (4.020), Córdoba (3.835), Buenos Aires (3.117) y Entre Ríos (1.934) eran las provincias que albergaban más instalaciones. Sin embargo, y según los últimos datos aportados por FAA, actualmente estarían en funcionamiento sólo 12.000 tambos. El surgimiento de villas de emergencias en localidades como Sunchales y Rafaela está directamente relacionado con el cierre de cientos de tambos que determinó que miles de trabajadores del sector fueran expulsados a la periferia de estas ciudades.
Actualmente el 40% de los establecimientos producen hasta 1.000 litros, otro 40% elabora entre 1.000 y 2.000 litros y el 20% restante promedia los 6.000 litros diarios. La magnitud del proceso de concentración en curso se observa en el siguiente dato: el 17% de los tambos produce el 40% del total nacional.
Este proceso de concentración se ha acelerado en los últimos años. En 1970 en el país funcionaban 30.000 tambos que producían 4.000 millones de litros anuales; en 1980 la cifra de instalaciones caía a 17.000 y la producción alcanzaba los 6.000 millones de litros anuales; y finalmente en 2007 sólo subsisten 12.000 tambos que producen 10.300 millones de litros. A modo de ejemplo habría que decir que en 1970 en un tambo medio se obtenían 200 litros diarios y hoy esa cifra llega a 1700 litros. Esto se debe en parte al desarrollo tecnológico y a la excelente genética alcanzada por nuestro país, que comienza a ser aprovechada por “inversores” extranjeros como George Soros que a través de Adecoagro ha puesto en marcha en Venado Tuerto (Santa Fe) un emprendimiento que tiene como objetivo lograr una producción de 550 millones de litros anuales. El grupo ha comprado 3.000 vacas y ha desarrollado un sistema de módulos totalmente confinado, semejante al de los grandes establecimientos neocelandeses.

Una coyuntura internacional favorable
Argentina es el segundo productor de leche de Latinoamérica, solamente superado por Brasil, y a nivel mundial ocupa el puesto número once. Sin contar a los fabricantes de insumos, su industria emplea a 70.000 trabajadores.
La demanda mundial de leche crece a un ritmo del 2,5 por ciento anual; como contrapartida la oferta crece sólo al 1,5 por ciento anual. Esto explica que en el mercado mundial la tonelada de leche en polvo haya alcanzado la friolera de los 5.000 dólares. Sin embargo, el gobierno nacional ha establecido el llamado “precio corte” para este producto, fijándolo en 2.770 dólares. El supuesto objetivo de esta medida era la conformación de un Fondo de Asistencia para los pequeños productores. Pero en la multitudinaria y combativa concentración de San Francisco se denunció que un pequeño grupo de grandes empresas lácteas, es decir las formadoras de precios, son las que se benefician con los subsidios provenientes de estos fondos.
Como se ve, las empresas líderes del cada vez más concentrado sector lechero, son las más beneficiadas por la coyuntura internacional favorable y por las políticas implementadas por el gobierno nacional.

Los supermercados y el alto precio de la leche
A pesar de que en Argentina funcionan 800 establecimientos lácteos, un reducidísimo número de empresas, entre las que sobresalen La Serenísima, Sancor y la neocelandesa Fonterra que opera en nuestro país a través de DPA, un joint venture integrado 50-50 % con Nestlé, son las formadoras de precios.
Además de denunciar a estas empresas, los productores en San Francisco exigieron un precio de referencia de 0,95 centavos debido a que según datos difundidos por el propio INTA el costo por litro asciende a 0,79 centavos. Por su parte el sector empresario reconoce que sus costos (con rentabilidad incluida) ascienden a 0,80 centavos por litro.
Si el producto sale de fábrica a un costo de 1,60 pesos el litro, la pregunta que hoy nos hacemos los argentinos es porqué cuesta 2,70 pesos en las góndolas. A partir de este interrogante queda totalmente claro que las grandes bocas de expendio, es decir los supermercados como Coto, Jumbo, Carrefour (una de las diez empresas que más factura en Argentina) son los que se quedan, junto al gran sector industrial, con la tajada del león.

La política del gobierno pone en peligro el abastecimiento
Con la supuesta intención de “beneficiar” al sector industrial –en realidad sólo a un selecto grupo de amigos– y “controlar” la inflación, Cristina Fernández, Losteau, Moreno y compañía fijaron el precio de referencia de la leche en 0,78 centavos, castigando de esta manera al sector tambero. Al no afectar los intereses de los grandes industriales y las cadenas de comercialización, que son los principales beneficiarios del alto precio de la leche que arrastra a sus derivados como quesos, yogures, etc., no se logrará, como ha sucedido hasta ahora, frenar las subas. Y paralelamente se “allanará” el camino para que los tamberos vendan en Liniers parte de las 2.500.000 de vacas lecheras que tenemos en Argentina, cierren los establecimientos y se vuelquen al llamado “boom sojero”, profundizando de esta manera el camino suicida del monocultivo.
Pero el campo se va poniendo de pie para enfrentar las retrógradas políticas oficiales. Primero fue el sector ganadero, luego los agricultores con los cortes de Maciel encabezados por el Distrito VI de FAA y hoy son los tamberos los que se incorporan a la lucha.
El conflicto lechero va a ser seguido con atención por las familias argentinas ya que la leche no puede faltar. Contiene una cantidad importante de proteínas, hidratos de carbono, lípidos, calcio y sales que garantizan el normal desarrollo óseo, muscular, neurológico, etc., evitando toda posibilidad de raquitismo, por lo que es un alimento vital para la salud de nuestros pibes. Y ojo que ¡con esto no se juega!