Quedan 17 días para el evento político más importante que tenemos, nuestro Encuentro nacional de mujeres. Una vez más, las mujeres nos venimos or-ganizando para poder participar: hemos realizado preencuentros en varios lugares del país, estamos trabajando para poder juntar el dinero necesario a través de rifas, bingos, bailes venta de comida, etc. Lo hacemos convencidas y sabiendo que siempre nos costó poder participar, desde que juntamos el primer peso ya estamos construyendo este evento único en el mundo.
Hace 32 años que venimos defendiendo este espacio que es de todas, donde la única condición para participar es ser mujer. Desde aquel primer encuentro donde mujeres feministas, de los sindicatos, las políticas, como nos decían, integraron esa comisión organizadora de 43 mujeres entre las que estaba nuestra querida camarada Clelia Iscaro quien siempre nos recuerda “ahí participamos a título personal cada una como mujer y eso fue muy importante”. Así fue que esas mujeres fueron pioneras en la construcción de este espacio que no tiene dueños, que lo sostenemos defendiendo su carácter basado en los siete pilares. Por eso decimos y defendemos que sigan siendo plurales, democráticos, horizontales, federales, autónomos, autosostenidos y autoconvocados.
Este encuentro que nos espera en Chaco se realizará en una Argentina donde, de acuerdo a las estadísticas del Indec, el desempleo es del 9,1% y en el Gran Buenos Aires, donde viven 12 millones de bonaerenses, la deso-cupación llega al 11,8%. Un país donde desde que asumió Macri hubo 250.000 despidos entre el sector público y privado, según un relevamiento del Centro de Economía Política de la Argentina (según La Nación del 15/6/17). Los trabajadores de la industria son los más perjudicados, con 53,8% de casos.
Iremos al Encuentro con un gobierno como el de Macri que aplica el ajuste a fondo, un gobierno que es gerente de las clases dominantes, de ricos para ricos, donde lo único que vemos es ajuste, represión y más ajuste, en este contexto las mujeres somos la principal variable de ajuste.
Somos las primeras en ser despedidas, las que en su gran mayoría cobramos salarios de pobreza, las que luchamos contra el hambre en las barriadas populares organizando merenderos y comedores que muchas veces garantizan el único plato de comida diario de una familia, las últimas en comer en nuestra casa, a las que el hambre nos pasa por el cuerpo. Las que alzamos nuestras voces ante cada mujer que nos arrancan víctima de femicidio, ante cada piba desaparecida víctima de las redes de trata, ante cada piba violada, ante cada muerte por la clandestinidad del aborto, ante la falta de jardines maternales y ante cada uno de los derechos que nos niegan.
A la desidia de este gobierno las mujeres, junto al conjunto del pueblo, le respondemos profundizando las luchas; ejemplo de ello fueron la marcha del 7 de agosto por la emergencia social y alimentaria, donde nosotras fuimos protagonistas; la marcha por Ni Una Menos; con nuestra participación en la marcha del 22/8 con el movimiento obrero, con la lucha por la emergencia nacional en violencia contra las mujeres y la pelea por las promotoras en prevención de la violencia a las mujeres como parte integral de la emergencia. Llevaremos al Encuentro también el reclamo de justicia por el intento de asesinato de la compañera Julia Rosales.
Vamos a un Encuentro en una provincia donde las mujeres que integran la Comisión Organizadora vienen trabajando duro para poder garantizar su realización, peleando en cada instancia para recibir a las mujeres de todo el país. Tenemos un gran desafío por delante, tenemos que seguir trabajando para que todas las voces estén presentes en las aulas de las escuelas, en los talleres corazón de los encuentros, para que en esas voces (que no tienen jerarquías) podamos en- contrarnos y a partir del intercambio fortalecernos, practicando el consenso.
Tenemos una gran tarea por delante, redoblemos los esfuerzos para que ninguna se quede afuera. Nos queda el último tramo para seguir sumando mujeres, para que tomen en sus manos esta extraordinaria herramienta. Para que no quede ninguna sin viajar, porque esa es la garantía de la defensa de los encuentros tal cual son.
Mujeres de todos los rincones de nuestro país nos preparamos para protagonizar el 32 Encuentro Nacional de Mujeres ¡El Encuentro somos todas!
